“Pandilleros buscando pelea”
Reseña de Christian Dárchez
Tengo que admitir que en esta oportunidad me cuesta un poco idear una intro mas elaborada para esta reseña, por lo que voy a optar por camino mas sencillo y personal. Llámenlo “Falta de ideas” o lo que a ustedes mejor se les ocurra: recuerdo que en una desaparecida revista argentina donde reseñaron “Revolutions per minute” (2006) quinto de los americanos oriundos de Nueva Jersey Skid Row, el cronista en cuestión escribió “Skid Row es el ejemplo mas cabal de lo contraproducente que puede ser para una banda el mega éxito de un disco debut” (o algo así, no recuerdo bien ya que hace años no tengo dicha revista); bueno no hace falta volver a explayarme en el debut homónimo ,ya que en 2019 conté bastante cuando reseñé su reedición, pero si voy a incidir nuevamente que en los primeros años de los 90’ se editaron discos grandiosos y tienen al enorme “Slave to the grind” (1991) un disco de lides mas heavies que su Hard Rockero debut de 1989. Aun con el (por aquel entonces) carilindo Sebastian Bach en la banda que fue otro gran éxito que escaló directamente en el puesto numero 1 del Billboard americano pero le faltó poquito para igualar en ventas a su predecesor. Pero a partir del EP “B-side ourselves” (1992) que las cosas se pusieron bastante bravas en el seno de la banda: con Bach peleándose todo el tiempo con el guitarrista Dave “The snake” Sabo y el bajista Rachel Bolan que cada vez aguantaban menos las actitudes de nene mimado de Bach. Y peor aún fue tras la salida del oscurito pseudo grunge, y bastante poco aceptado por la prensa y los fans, “Subhuman race” (1995), su intento por aggiornarse a una época que de a poco ya empezaba a despedir a la movida alternativa de las primeras planas. Hasta el mismo Rachel Bolan años mas tarde aseguró que el proceso creativo y de producción del disco fue un infierno y que al día de hoy considera a “Subhuman race” el peor trabajo de su carrera. Tras una gira bastante complicada y que los trajo inclusive a mis pampas argentinas allá por 1996, la situación estalló por completo y en un episodio bastante confuso Bach quedó fuera de la banda. Según Bach el fue despedido tras discutir con Sabo y Bolan sobre la posibilidad de telonear a Kiss mientras que estos últimos aseguran que Bach quien pegó el portazo, y no fue el único ya que el baterista Rob Afusso también se fue unos días después . Si leíste hasta acá puedes intuir que dicho exitoso debut no fue la causa de la hecatombe sino las inmanejables turbulencias internas sumado al desconcierto que pasaban muchas bandas por aquella época sobre que rumbo tomar a la hora de continuar, y Skid Row no fue ajeno a esto. Tras un parate de casi una década la banda volvió al ruedo con el cantante Johnny Solinger (QEPD) con quien editaron “Trickskin” (2003) y el citado “Revolutions per minute” ambos con criticas negativas y con un Solinger que si bien hizo una labor encomiable nunca fue aceptado ni por la prensa ni por los fans. Tras los 2 EP’s de 2013 y 2014 (y bastante aceptables) Solinger terminó siendo despedido en 2015, y a partir de ahí empezaron a desfilar cantantes por la puerta giratoria: primero fue el ex TNT Tony Harnell y que abandonó la banda en Diciembre de 2015 y al año siguiente se les unió el ex DragonForce ZP Theart. Y para 2017 es confirmado como miembro fijo y a principios de 2020 anunciaron que estaban trabajando en un nuevo disco pero la pandemia terminó retrasando dichos planes y en Marzo de este año cuando el disco estaba terminado se anunció (y van) que ZP Theart dejaba el grupo por diferencias con el resto del grupo, siendo sustituido por el sueco y el ex H.E.A.T Erik Gronwall. Aunque el disco tiene fecha de salida para el 14 de Octubre ahí les traigo mis sensaciones, y aunque no me llegó a volver loco la pasé bastante bien con él
“The gang’s all here”, sexto disco de los americanos Skid Row, retoma bastante del espíritu callejero y sucio de aquel homónimo rockero de 1989 con algún que otro acercamiento a la fuerza heavy de “Slave to the grind” aunque en clave moderna hay que decir. La inclusión de Gronwall a último momento no llegaba a convencerme del todo y la prueba de fuego era este disco, pero aun así debo decir que el sueco la tenía mucho mas fácil ya que le tocó grabar (aunque por descarte) material de la banda después del muy resistido Johnny Solinger y aprueba sin mucho esfuerzo. El resultado es un buen disco que entretiene y va a para adelante, pero bajándolo a la tierra con respecto a las criticas entusiastas también arrastra algunos altibajos. Hay buenos temas como el inicio con el medio tiempo potente y riffero Hell or high water que se presenta casi como la prima lejana de “Psycho love” (que hasta tiene un interludio muy similar) con Gronwall adueñándose de la canción con sus potentes agudos que automáticamente hacen pensar en el blondo Sebastian Bach pero al mismo tiempo logra darle identidad propia, la veloz Not dead yet aunque siendo breve gana en efectividad. El pulso entrecortado y el fraseo pesado de Resurrected se anota entre lo mas destacado del disco. El costado mas áspero y heavy dice presente otra vez en la marcha firme de Nowhere fast candidata a convertirse en una fija en vivo con su estribillo de estadio. Aunque claro que hay otras instancias mas endebles en donde Sabo y Bolan no estuvieron muy inspirados a nivel creativo y que no le escapan a la ñoñería como lo es la canción homónima, el gancho forzado de Time bomb, los homenajes al Sunset Strip en The lights come on y Tear it down que son mas propias de Poison o Cinderella que de Skid Row y que en la voz de Gronwall equivalen a tener una Ferrari y usarla solamente para ir a comprar el pan en el almacén de la esquina. Por suerte hay otras donde la cosa levanta como en los atmosféricos arpegios de guitarra y bajo en la melancólica power ballad October’s song que aunque no le haga sombra a un “18 & life” o “I remember you” la misma se hace muy agradable y es un gran aporte al disco y el final con la potente y veloz World’s on fire que en su riff inicial trae el recuerdo de “Forever” pero la canción tiene identidad propia y también bastante impronta europea casi AOR que no le sienta para nada mal y les queda mucho mejor que copiando lo peor del Sunset Strip, dando un muy buen cierre al disco.
La producción se encargó de otorgarle fuerza rockera a la canciones como también la impronta heavy que alguna vez supieron tener, tanto en la instrumentación como en la estupenda labor de Gronwall, el gran héroe de esta historia. Al igual que la sobria portada, “The gang’s all here” me pareció un buen disco y aunque a mi parecer dista bastante de la obra maestra que asegura la critica, y también es un buen reboot para la carrera de esta ya legendaria banda. Ojala que el ritmo de lanzamientos y mas ahora que cuentan con un elenco estable sea mucho mas asiduo que otrora. Los que venían esperando este disco lo van a adorar, se los aseguro.
SKID ROW ESTÁ DE VUELTA!
Skid Row
Erik Gronwall: voz
Dave “The snake” Sabo: guitarra
Scotti Hill: guitarra
Rachel Bolan: bajo
Rob Hammersmith: batería
Tracklist
1 Hell or high water
2 The gang’s all here
3 Not dead yet
4 Time bomb
5 Resurrected
6 Nowhere fast
7 The lights come on
8 Tear it down
9 October’s song
10 World’s on fire