“La monotonía los acabará llevando a la tumba”

Crítica realizada por ElyAngelOfDeath

Symphonic/Gothic Metal – Noruega

La mítica formación noruega, está de vuelta este año con su décimo primer trabajo de larga duración, al que han bautizado como “1977” en honor al año de nacimiento del fundador y líder de la banda: Morten Veland. El plástico, vio la luz el 26 de Mayo, a través del sello discográfico Napalm Records.

El álbum, se inicia con Deadlight seguido de Wintry Heart, que han sido dos de los adelantos de este nuevo trabajo. En ellos, la agrupación noruega se despliega con bastante brío y ya asienta los pilares transcendentales de su naturaleza más sinfónica, donde los teclados se hacen notar en todo momento. Los fragmentos de carácter más pesado, se quedan en un segundo plano, sobretodo en el estribillo, donde es la vocalista la que sube la intensidad. Aunque sí que es cierto, que en el segundo tema, los ritmos se agilizan y aparece esa combinación más acometedora de Symphonic/Gothic Metal que tanto caracteriza a la formación. Ya en Nomadic, nos encontramos con una sonoridad cada vez más pesada en la que las cuerdas, en especial las guitarras, se llevan la palma. La banda, se mantiene más o menos en la misma línea que en Wintry Heart, aunque se atreven a subir un poco más los decibelios. En general, es un corte muy dinámico y potente, que culmina con un estribillo bastante enérgico y que por lo menos deja buenas sensaciones dentro de este nuevo disco. Mientras que en The Setting Darkness, nos da la bienvenida una introducción muy sosegada, que después nos lleva hacia unas melodías en las que el vigor está presente en cada nota. De nuevo, los teclados portan una viveza de lo más exquisita, posicionándose incluso en un primer término en algunas partes. Los elementos esenciales de esta pista, son esos constantes cambios de ritmos y la voz de la frontwoman posicionada siempre en un primer lugar junto a los teclados de M. Veland.

Seguimos con A Thousand Scars, donde mantienen su naturaleza más arraigada al Metal Gótico. A lo largo que la canción avanza, incluso deja impregnados algunos instantes que recuerdan a los Sirenia de antaño cuyo estribillo desprende una fuerza colosal. No es un tema que emita malas sensaciones, en general. En el sexto puesto, tiene lugar Fading To The Deepest Black, que nos sorprende con unas cuerdas rugientes y unos ritmos desfasados, en los que la batería suena monstruosa a rabiar. Pero esta situación dura bien poco cuando se une la voz de Emmanuelle Zoldan, donde todo vuelve a esa sonoridad de siempre que conforma la personalidad de los noruegos, donde esta vez, vuelven a revisitar su combinación más auténtica entre el Metal Gótico y el Sinfónico. Además, mantienen sus estribillos tan enérgicos y que desprenden un buen gancho como hemos escuchado a lo largo de todo el plástico. En cambio, en Oceans Away, es un corte muy sosegado a la par que empalagoso, en el que sube la intensidad en el estribillo. Emmanuelle, sigue liderando a todo el conjunto como la gran frontwoman que es y por fin, puedo escucharla hacer un buen despliegue de todo su potencial como vocalista. Aterrizamos hasta Dopamine, una pista en la que la naturaleza más arrolladora de los noruegos vuelve a salir a la luz, de hecho, me ha gustado mucho la gran compenetración entre las cuerdas y los teclados. A pesar de que Sirenia siguen dentro de esas composiciones tan apegadas a su esencia donde esta vez, el Metal Sinfónico tiene un peso trascendental, esta vez se atreven con grandes dosis de acometividad y vigor a lo largo de toda la canción.

Continuamos con Delirium, que ya destaca por su intro tan llamativa a la par que misteriosa. Por suerte, esa faceta tan acelerada y pesada se mantiene en pie en este tema, en el que el gutural incluso hace su aparición para fundirse con las cuerdas vocales tan edulcoradas de la frontwoman. Lo cierto, es que es uno de los cortes más salvables de este larga duración ya que por fin, Sirenia rompen esa monotonía dentro de cada una de sus composiciones para dar un paso más allá. La fuerza del Metal está presente en todo momento, dejando algunos instantes de auténtica fiereza y que constrastan muy bien con esos tonos tan líricos y melodiosos que porta Emmanuelle Zoldan en esta pista tan enriquecedora desde el principio hasta el final. Es una pena encontrarnos con composiciones de este calibre llegados casi al final del plástico. Timeless Desolation, es una canción bastante aplacada aunque mantiene viva la llama del Metal Sinfónico. En este caso, todo el protagonismo recae en los instrumentos ya que en los fragmentos más intensos y acometedores, hacen un trabajo de lo más correcto. La banda, pone fin a este álbum con otro de los Singles del mismo. Se trata de un cover del tema Twist In My Sobriety de la artista Tanita Tikaram. Los noruegos, se lo llevan hacia su propio terreno dejando impregnado un final muy acorde al recorrido que han llevado a lo largo de casi todo el larga duración.

Voy a ser muy sincera en la conclusión final de esta reseña y es que, si tengo que quedarme con algún disco de Sirenia desde que Emmanuelle Zoldan entró como vocalista, me quedo con los anteriores. En este, considero que la banda se ha perdido dentro de tanta monotonía, donde casi todas sus composiciones cuentan con los mismos elementos sonoros y apenas dan pie a que deleiten a sus seguidores con cortes más distintivos y sorprendentes. Por supuesto, eso no quita a que la calidad sonora de “1977” sea muy buena, pero al fin y al cabo es un álbum que por lo menos a mí, me deja un sabor agridulce.

Track List:

  1. Deadlight
  2. Wintry Heart
  3. Nomadic
  4. The Setting Darkness
  5. A Thousand Scars
  6. Fading To The Deepest Black
  7. Oceans Away
  8. Dopamine
  9. Delirium
  10. Timeless Desolation
  11. Twist In My Sobriety (Tanita Tikaram Cover)

Banda:

Morten Veland – Voz/Guitarra/Bajo/Teclados

Emmanuelle Zoldan – Voz

Nils Courbaron – Guitarra

Michael Brush – Bajo

 

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