“Las marcas blancas de Nightwish, siguen procreando”
Escrito por: Tony Barrios
Segundo larga duración de esta banda británica, que es un calco (a años luz) de Nightwish. Con una pobre producción y un alto nivel musical, sacan este The Ravages Of Time, después de su debut en el 2015 con The Forgotten donde el calco con el grupo nórdico era más que evidente. El grupo liderado por el instrumentista John Connor, que se hace cargo de todos los arreglos orquestales, la creación de las partes musicales y compositor de las letras, además de tocar el teclado, la batería, la guitarra, dejando el bajo para Thomas Alford, conocido por ser el bajista de Tim “Ripper” Owens en la gira, y la voz para la soprano Shonagh Lyons.
El sonido de este trabajo es pobre, falto de vigorosidad y con enormes vacíos musicales entre solos, con grandes baches sonoros, que es donde una producción real deja su huella, y es donde este disco carece sustancialmente de fuerza. Y es que en los casi 55 minutos de duración del trabajo, se llega a hacer pesado, y aunque cuenta con la colaboración del cantante de Maverick, David Balfout, el disco se hace muy cuesta arriba, pues la falta de matices, cambios de ritmo, y sin una continuación que te meta en la historia que cuentan, no hace más que hacerse pesado, sobre todo en los últimos temas, que repele ya la repetición de los mismos ritmos.
Y eso mismo ya lo había saboreado cuando escuché el anterior disco, pues el ser una copia de un gran grupo, te exige a dar, por lo menos, el mismo resultado, y la verdad que estos irlandeses, se quedan a mitad de camino. Y si te quedas a mitad de camino, te quedas en tierra de nadie, el lugar donde nadie se para y todo es de paso. Mal lugar para esta banda, que podría dar más, pero no se acaban de creer su valía.
El disco basa su música en la voz de la propia Shonagh, dejando de lado aspectos más orquestales, que abriguen esa cálida voz, para que el disco fuera llevado en volandas con el grueso del grupo, pero en temas importantes, como el single “Ashes” suena todo muy bajo, con una batería demasiado pobre, sonidos muy secos y falta de platillo, además de los himpases del estribillo, se notan las carencias de la producción con una guitarra perdida, y un sonido desaparecido del bajo, pasando el teclado a una aparición escasa. Además las segundas voces del estribillo, muy suaves y poco corales. Y si añadimos a ello que es un tema soso, que no aporta nada, nos vemos en la tesitura de hablar así de este disco.
Y no me gusta sólo decir lo que me parece, negativamente hablando, sino que valoraré que sacar un disco de esta manera, a nivel europeo, quiero decir, de manera independiente, tiene su mérito, pues no todos los grupos están dispuestos a arriesgar su economía de esta manera, creyendo en un proyecto de este calibre. Eso es de alabar, pero el resultado de este trabajo no es el óptimo, para u grupo que estaría pensando en unas huestes europeas y no sólo británicas. Esa es mi opinión.
Pero por si acaso me equivoco, es mejor que le deis una escucha, por que puedo estar totalmente equivocado en mis palabras…o no. Todo es cuestión de las perspectivas que tenga cada uno, y la mía es muy clara. Si imitas a un grupo, como mínimo llega a su altura, sino, haz algo personal, que tenga tu sello, así no te compararán al original.
Track List:
- “New Era”
- “The Great Heart”
- “Ashes”
- “Calm Before the Flame”
- “Burning Bridges” (Ft David Balfour)
- “If Tomorrow Never Came”
- “Our Regrets”
- “Kingdom”
- “Wonderland”
- “This Life”
- “The End of Time”
Line Up:
Shonagh Lyons – Voz
John Connor – Batería programada, guitarras, teclados, programación.
Thomas Alford – Bajo
Cameron Ashlund-Glass – Batería