Rob Zombie - The Electric Warlock Acid Witch Satanic... (2016)

¨Un lindo (pero breve) remedio para la melancolía¨

Crítica escrita por Chistian Darchez

Hubo un tiempo que musicalmente le había perdido el rastro al bueno de Rob Zombie tras la separación de White Zombie, de lejos una de las bandas más interesantes y originales que dio la música pesada; tanto así que no estoy de acuerdo con un periodista que calificó a la banda como ¨la farsa de los ‘90¨ cuando ese tÍtulo le pertenece a Nirvana y con creces. Ese distanciamiento vino a raíz de ¨Hellbilly deluxe¨ (1998) donde, si bien mantenía la esencia su anterior banda, percibí varias cositas poperas que me desencantaron por completo y lo que es peor es que comenzó a hacerse algo habitual en sus posteriores lanzamientos, al mismo tiempo que la prensa más lame culos salía a decir que seguía siendo el mismo de siempre. Luego de eso, mis acercamientos a Rob en materia musical fueron esporádicos pero su faceta como director de cine me enganchó por completo: como sus geniales y violentísimas remakes de ¨Halloween¨ por más que no les hayan gustado a algunos, ¨The house of 1000 corpses¨ (2003) y su secuela ¨The devil’s reject’s¨ (2005) y finalmente su desastroso intento de emular a Stanley Kubrick en el bodrio de ¨The lords of salem¨ (2012). ¿Y de música como andamos? mi fe hacia Rob empezó a darse (al menos para mí) con ¨Hellbilly deluxe 2¨ (2010) y su sucesor ¨Venomous rat regeneration vendor¨ (2013) me daban la pauta que se quería dejar de joder con posturas musicales ajenas a él.

¨The Electric Warlock Acid Witch Satanic Orgy Celebration Dispenser¨ (el nombre más largo de alguna de sus creaciones musicales) por suerte sigue esa faceta más pesada de Rob Zombie y a la vez mantiene un ojo puesto en su faceta más normalita de sus primeros discos… y también es su disco mas corto. 12 Canciones repartidas en 31 minutos pero Rob lo hace posible con su histérica y carismática voz como también las enfermas y macizas guitarras que adornan canciones de buen Metal industrial como The Last Of The Demons Defeated, la parte más accesible aparece en The Life And Times Of A Teenage Rock God y su curioso efecto ¨en vivo¨ y en la rockera The Hideous Exhibitions Of A Dedicated Gore Whore y sus teclados en plan clavicordio oscuro. El gancho retorcido de In The Bone Pile y el cierre de la mano del pseudo doom de Wurdalak (la más larga del álbum) le da un buen final al trabajo.

De más está decir que no se trata de una obra maestra pero el merito es que se encuentra entre lo más destacado del multifacético artista, sí, es cortito pero bueno al fin y al cabo. Ahora solo me falta corroborar si con ¨31¨ (su última película) arregló la cagada que se mandó en ¨The lords of salem¨.