“El arte del progresivo”

Crítica escrita por Moralabad

Estados Unidos – Progressive Metal

Cinco años han pasado desde que “This Mortal Coil” viera la luz en 2011, en los que han pasado todo tipo de cosas. Una gira por el Estado americano terminando en su ya cita habitual del ProgPower USA en el que grabaron su más reciente disco y DVD en vivo “Live From The Pit”, editado en el pasado año.

Por otro lado, su líder Nick van Dyk se sometía a una nueva temporada de tratamiento contra el cáncer que padece desde hace diez años, la cual se puede decir que está dando frutos positivos para su salud. Su batería Chris Quirarte se ponía manos a la obra en la composición de su propio proyecto musical financiado por un crowdfunding. Ray Alder volvía al estudio con su banda original, Fates Warning, con los que sacara “Darkness In A Different Light” y posterior gira mundial. Y, por último, el principal y sobre el que está basado y dedicado este nuevo disco, Bernie Versailles, el guitarrista estaba en las sesiones de grabación de su proyecto Masters Of Metal cuando sufrió en 2014 un aneurisma que ha estado a punto de no vivir para contarlo y del cual sigue aun recuperándose.

Este último suceso es el que Nick ha utilizado para escribir los temas de este nuevo disco, el cual se titula “The Art Of Loss”, que en castellano literalmente sería “El arte de la pérdida”. Su significado quiere dar a entender que es el arte (en este caso la música) que podemos crear cuando vemos de cerca la posible pérdida de un ser querido.

Comenzamos con “The Art Of Loss”, recientemente editada en video clip. Lleva la firma de Redemption de los discos “The Origins Of Ruin” y “This Mortal Coil” con temas como “Fall On You” o “Stronger Than Death” respectivamente que comienza con un solo de Simone Mularoni muy propio de su banda. No hay aperturas en la parte instrumental de puro prog. La letra es muy sencilla y directa, al estilo de “Point Of View” de Fates Warning, ideal para comenzar el disco.

La oscura y más lenta “Slouching Towards Bethlehem” tiene un sonido más típico del disco anterior con un sonido más claro, como ya se anunció, una buena elección. La guitarra de Mularoni cambia el estilo en el break instrumental para dar paso a uno de los mejores finales del disco en el que cada estrofa está seguida de un solo, terminando con uno de Poland, a modo de introducción en la banda como sustituto de Bernie.

Damaged” fue el primer tema que pudimos escuchar del disco en forma de lyric video, tiene un parte vocal muy activa, muy directo con buenos solos desde el comienzo con Nick, pasando por Marty Friedman, los dos en la parte central y el invitado para finalizar, no se puede pedir más para un tema de cinco minutos en el que se detecta a la legua quién toca en cada momento. Diez minutos de canción llegan con “Hope Dies Last”, gran letra que nos invita a no rendirnos nunca y pelear por nuestros sueños. Comienza con piano de estilo neoclásico y posterior guitarra y voz al estilo “Sapphire”, es decir, un ritmo que llama a la primera. No existe ningún espacio entre estrofa, sea de guitarras, teclado o bajo, el estribillo se repite hasta tres veces, muy sentido con la fuerza que aporta Ray Alder a la voz. Esta vez es Poland el que nos rodea de buenos solos, una canción divertida y atractiva que finaliza con una bonita interpretación vocal.

Llegamos al ecuador con la única canción sin colaboraciones, puro Redemption, sin duda. La verdad es que no tiene diferencia con el resto, eso es muy positivo porque no hace que las colaboraciones se lleven el protagonismo como en otras ocasiones. El comienzo de teclado de “That Golden Light” es clavado a “Bleed Me Dry”, el estribillo entra a la primera, gran solo de Nick, muy shred pero sin pasarse, lo justo para que quede perfecto en su canción. Otra vez otro final épico de Ray, esta vez recuerda a “Transcendence”.

Y llegamos al temazo del disco, del año y del estilo en mucho tiempo, “Thirty Silver” llega como un tren sin frenos con los tres guitarras americanos invitados tocando solos uno tras otro hasta tres veces a lo largo de los casi siete minutos. Tema rápido con un ritmo entre “Fistful Of Sand” y “Dreams From The Pit” que se desarrolla siguiendo los versos y punteos de Friedman al unísono con la voz. La parte central es atronadora y demencial, acaba con Marty despidiéndose a lo grande, un lujo de colaborador, nadie creo que dude de ello.

Nos calmamos y bajamos el ritmo con “The Center Of The Fire”, que, no sé vosotros, pero el sonido del riff inicial me recuerda a Helloween de principios del nuevo siglo, sin embargo acaba siendo el más progresivo de todos. Las ideas fluyen de diferentes formas, la batería toma un mayor protagonismo con ritmos intrincados en los veros de Ray previos al estribillo. Otra actuación ejemplar de Poland imitando el estilo de Bernie Versailles de los discos anteriores, muy buen ojo. Al final vuelve el guitarrista italiano para quedarse hasta el final marcándose el solo con más firma DGM de los que ha hecho.

Acabamos el disco con dos canciones más, “Love Reign o’er Me” homenajeando los cincuenta años de The Who y contando con “el mejor intérprete de Roger Daltrey” según dice Nick refiriéndose a John Bush. Buena versión que finaliza con solos de Poland y van Dyk en dos partes. Pero el verdadero final llega a lo grande, 23 minutazos de música en los que es la primera vez que me recuerdan a su homónimo debut, en concreto de sus canciones “Desperation” en los teclados y solos, y “Window To Space” en su forma, con varias pausas y momentos musicales distintos entre sí, aunque con comienzo y final iguales.

Así, “At Day’s End” comienza con duelo de Mularoni y Poland que introducen a Ray con Nick que guiará la música con su guitarra y teclados durante todo el tema. Destacan las partes agresivas de batería y el bajo, que toma más protagonismo, estando algunas veces solo. Tras un espacio lento el solo de Mularoni nos despierta para no caer en la monotonía. La segunda parte tiene un riff inicial a lo Rush y Ray va a desarrollar hasta dos veces la parte vocal más larga del disco, esta vez acompañado de teclado. Tras el solo de Poland finalizamos con el segundo soneto de Ray y líneas de su compañero van Dyk que desembocan en un solo de guitarra con el que acaba la edición regular de este gran disco.

No es un disco perfecto, pero sí está muy cerca de serlo, estos cinco años han servido para traer un disco con el que se sentirán más que orgullosos. Su trayectoria sigue siendo ascendente y dejan el listón muy elevado. Superar esto iba a ser difícil…

Canciones

1. The Art Of Loss

2. Slouching Towards Bethlehem

3. Damaged

4. Hope Dies Last

5. That Golden Light

6. Thirty Silver

7. The Center Of The Fire

8. Love Reign o’er Me

9. At Day’s End

Redemption

Nick van Dyk – Guitarra y teclados

Ray Alder – Voz

Chris Quirarte – Batería

Sean Andrews – Bajo

Chris Poland – Guitarra solista (músico de sesión)

Invitados

Simone Mularoni – Guitarra solista

Marty Friedman – Guitarra solista

Chris Broderick – Guitarra solista

John Bush – Voz

Deja una respuesta