«Reaper, con este trabajo, te hará comprender el verdadero significado de la palabra FUERZA.»
Crítica escrita por Luishard
Hermanos del Metal, tengo entre mis manos a un peso pesado del Heavy Metal alemán: Reaper. Han pasado ya treinta años, sí 30, desde que empezó lo que se denomina invasión teutónica en aquel lejano 1984, y desde entonces solo han publicado cuatro trabajos de estudio, el primero bajo el nombre “Fairies Return”. Recuerdo a los nostálgicos que en ese año salió al mercado nacional el vinilo de Angeles del Infierno, Pacto con el Diablo, todo un referente aún hoy en día.
Ahora estos germanos segadores nos ofrecen su An Atheist Monument, el primero de estudio con Massacre Records, todo un acierto sin duda.
Estoy observando la carátula detenidamente… el amanecer al fondo y el juego de sombras y colores me cautiva. Puede pasar por un altar de sacrificios cimmerio, sin embargo, creo que se podría haber sustituido algún que otro elemento o incluso incluir un esqueleto encadenado, mostrándose así una escena más asfixiante.
Pongo el aparato de música a calentar, le doy al play, doce canciones y… ahora os relato que aún estoy aturdido, estos son unos gigantes del Heavy Metal pesado, crudo, sin aditivos, tus tímpanos no encuentran ninguna compasión en cada canción, que se suceden una tras otra retumbando en tu interior como si estuvieras trabajando en la fragua de Vulcano.
Ahora entiendo lo que pudo sentir el General romano Craso, tras ser humillado en Carrhae por los Partos en el 53 a.C, cuando le vertieron oro fundido por su garganta como castigo a su ansia de riqueza y poder.
Y es que este trabajo te abrasa, te inunda, se entremezcla con tus células y muta tu ADN, ya no eres un ser humano, sino un Dios del Metal.
En conjunto me han llamado la atención varias cosas. Daniel Zimmermann, vocalista principal, me ha recordado a Jens Borner, la voz de los franceses Lonewolf, aunque lo siento menos forzado y más rasgado, menos gutural. La producción, sin ser exquisita, creo que es mejor que la de los galos. El sonido de los platillos de la batería está muy enmascarado por el de las guitarras, yo apenas los distingo a veces, aunque puede que sea la edad y, sobre todo, destacar como van las seis cuerdas: riffs graves en oleadas envueltos en bacanales de solos.
Empezamos con el título Hetoimasia, una original entrada instrumental que ya nos ofrece un adelanto de lo que nos espera: músculo en los riffs, truenos de batería y bajos de tambor. Con Realms Of Chaos, duelo de seis cuerdas y percusión, teniendo como espectador a Daniel durante 46 segundos. ¡Y qué entrada de voz!, poderoso en todo momento como el Toro de Creta. El ritmo profundo y sentido es la tónica general y ese solo de guitarra rebosa talento.
Con Of Sheep And Shepherds el vocalista sigue calentando el ambiente y me pregunto ¿de donde habrán sacado esas notas que me sacan las vértebras?. De las que más me han gustado, aunque sería difícil elegir solo una. Ese estribillo lo quiero yo escuchar en una sala abarrotada, el tsunami de voces está asegurado.
A ritmo de Horse Brigada, estos teutones siguen mostrando su poderío. El sonido me supera y no paro de acompañarlos sin cesar; llega arrebatadora Hail The New Age, y no puedo más que añadir la palabra “perturbador”. Estoy totalmente entregado y encima me cambian el ritmo, las guitarras enloquecen, menos mal que Daniel las contiene. Del coro épico no digo nada, porque me faltan palabras.
Entrada oscura y densa con Voice Within, quizás la que tenga un sentimiento más profundo, pero si creéis que lo habéis escuchado ya todo, esperad al minuto 3´10” porque me acabo de quedar con el mando del volumen en la mano. Las mismas sensaciones tengo con 1943, aún siendo menos pesada, aviso: minutos 1 y 3´30”, cambios de auténtico infarto. Entra Well Of Poison, inicio tranquilo en acústico, ¡pero no!, saltan las guitarras y la voz para flagelar nuestro cuerpo.
A Taste My Revenge la he sentido con más Hard, el ritmo te rodea como una pitón y las eléctricas te estrujan. Ship Of Fools acelera y sale a la superficie, es una antorcha en la oscuridad, una llama en el 2´20” de las dos guitarras y un rayo cuando hablan solas.
Con Fields Of Joy pretenden sacarnos del Averno como si nos persiguiera el mismísimo Caronte, esa voz lo ahuyentaría seguro.
Ciertamente La Tristesse parece dejarnos descansar, te inunda de melancolía, el ritmo cansino no hace más que entristecerte. Demasiado tediosa, no la hubiera elegido como colofón a este disco, es más, no la habría incluido, aunque entiendo que pueda gustar a los adoradores de la penumbra.
Gran trabajo éste, compacto, sin apenas fisuras, con talento, una buena muestra de Heavy pesado. Sin duda saldrá a menudo de mi estantería, creo que en este estilo de Metal germano, desde mi punto de vista, se merece un 8/10.
Tracklist:
1. Hetoimasia
2. Realms Of Chaos
3. Of Sheep And Shepherds
4. Horse Brigade
5. Hail The New Age
6. Voice Within
7. 1943
8. Well Of Poison
9. Taste My Revenge
10. Ship Of Fools
11. Fields Of Joy
12. La Tristesse
Componentes:
Daniel Zimmermann. Cantante y Guitarra
Benjamín Lodewig. Guitarra
Matthias Kraft. Bajo
Jan Breede. Batería