¨Condición crítica¨
Crítica realizada por Christian Darchez
¨El verdadero Queensryche ha vuelto¨, aseguraba la crítica (y otras también) con la que descubrí a Dioses del Metal hace 2 dos años, y esas palabras venían contenidas hacia al anterior ¨Queensryche¨ del 2013. Claro que después de años de entregar fertilizante de caballo en toneladas de la mano del aburridísimo American soldier (2009) y el horrendo Dedicated to chaos, últimos 2 discos con Geoff Tate en la voz; la llegada de Todd ¨licencia parta imitar¨ Latorre y la vuelta al Heavy Metal en ¨Queensryche¨ algo de exageración estaba permitida. Y más cuando se presentaba como la contra cara del regular Frequency unknown de la versión de Queensryche de Geoff Tate, editado ese mismo año en plena guerra judicial por el nombre de Queensryche.
A la exageración que aludía era a que Queensryche jamás repitieron formulas en sus discos. Desde el EP (1983) y el debut The warning (1984) de un Heavy Metal clásico a lo Iron Maiden pero con estructuras atípicas, pasando por la oscuridad gótica de Rage for order (1986) y finalmente el celebérrimo y genial Operation:mindcrime (1988) decididamente enrolado en el llamado ¨Metal progresivo¨. Todos estos con un Geoff Tate aun con sus hirientes agudos. Los primeros años de los ’90 fueron dentro de todo buenos, con el vendedor Empire (1990) con un enfoque más directo y no tan progresivo y finalmente el oscurísimo, relajado e inquietante Promised land (1994). Queensryche fue una banda inquieta y que le gustaba experimentar y eso hizo que sus discos fueran distintos uno de otro, razón por la cual derraparían años después.
Por eso la frase ¨el verdadero Queensryche ha vuelto¨ me parecía fuera de lugar. Con Queensryche volvieron a sus primeros años de metal, a no confundir las cosas. Finalmente Michael Wilton, Scott Rockenfield y Eddie Jackson (miembros originales de la banda) se quedaron con el nombre en la tregua judicial con Geoff Tate. Este año presentan su décimo quinto disco y segundo álbum con Todd Latorre en la voz, Condition human, un álbum mucho más aceitado, oxigenado y orgánico con respecto al anterior Queensryche.
Sin embargo, Condition human deja bastante que desear. El gran problema del actual Queensryche no es Todd Latorre, el tipo hace lo suyo con gran hidalguía y huevos, ni tampoco es por una lealtad hacia Geoff Tate (que este año entregó algo decente después de mucho tiempo aunque tampoco es una locura) sino que Queensryche, con este enfoque, volvió a la edad de piedra del Metal progresivo. ¿Qué quiero decir con esto? que Condition human remite mucho a los primeros trabajos de la banda (al igual que su predecesor) pero también a discos como Awaken the guardian (1986) de Fates Warning, Grateful inheritance (1986) de Heir Apparent y Trascendence (1988) de Crimson Glory, discos de Metal clásico (y muy superiores a este Condition human) previos a la génesis del Metal progresivo propiamente dicho, que llegó con Perfect symmetry de Fates Warning y When dream and day unite de Dream Theater, ambos de 1989.
La cosa no empieza mal, voy a ser justo con la banda, con muy buenos temas como el arranque a toda velocidad casi Power de la veloz Arrow of time, una muy buena canción de no ser que ya viene siendo escuchada por cientos de bandas power metaleras, Guardian y su ataque sonico de guitarras gemelas llenas de fuerza y melodía a partes iguales, el comienzo amenazante de la media marcha de Hellfire y sus cambios de ritmo pero que no levanta vuelo, el groove clásico de la melódica pero desmayada Toxic remedy, Selfish lives y su influjo a lo Hear in the now frontier (1997) y Q2K (1999) pero cantado por Latorre… tanto quejarse de lo último de Geoff Tate y ellos se les ocurre mandar algo así!, no los entiendo, daba lo mismo si la cantaba él. El comienzo asesino de bajo y las vocalizaciones casi arabescas de Eye9 y sus pocos intentos de sonar progresivos dentro de todo son loables; pero a partir de eso el disco se va quedando sin gasolina de forma gradual.
Además caemos en la cuenta que casi todas las canciones repiten el mismo recursos de los dos solos de guitarra (uno después del primer estribillo y luego al finalizar el segundo). Como queda patente en la llegada de canciones muy aburridas, en la vena de la balada obvia como Bulletproof, y digo obvia por la estructura de intro calma y luego irrupción de la electricidad, que no solo no conmueve sino que queda como un relleno, Hourglass y su engañoso comienzo riffero pesado y Just us con su displicencia acústica se anotan de lleno en los medios tiempos intrascendentes. Ni siquiera con la vuelta de los tiempos veloces de All there was consigue aclarar el panorama y finalmente llegamos a Condition human donde pretenden explorar su ADN propio en ¨Operation:mindcrime¨, especialmente de ¨Suite sister mary¨, de lejos uno de los temas más flojos de aquel disco, acá sufre la misma anemia compositiva y cierra el disco de manera extraña.
El trabajo de mezcla y producción de Chris Zeuss (Rob Zombie, Soulfly, Hatebreed entre otros) es prácticamente el mismo que James ¨Jimbo¨ Barton hizo en el disco anterior, por lo que podrían mentir y decir que también lo produjo él y nadie se daría cuenta de la diferencia. La verdad es que la banda venia inflando este disco en las declaraciones previas a la salida del álbum diciendo que iba a ser muy progresivo y el resultado en ese aspecto es decepcionante. Entiendo que para que algo sea progresivo no tiene que sonar precisamente como Dream Theater, Fates Warning o Symphony X; claro está. Hay muchas formas de sonar progresivos pero Queensryche aun sigue sin encontrarla nuevamente, la banda suena como nunca, poderosa y efectiva pero el costado progresivo brilla por su ausencia. Además, este Queensryche se parece cada vez mas a Crimson Glory (escuchen «Astronomica» y diganme si estoy loco) propiamente dicho, creo que la estadía de Todd Latorre en aquella banda tendrá algo que ver. Eso no estaria mal para una una banda que lleva 5 años de vida…pero es Queensryche!!! Una banda que influenció a cientos de bandas desde sus inicios hace 30 años.
Los que estaban esperando este disco seguramente no van a coincidir con esta reseña e insultaran hasta a mis ancestros. Queensryche están estancados en este enfoque y se ven incapaces de ofrecer otra cosa fuera de él. Si el disco hubiese sido editado en 1986 no desentonaría para nada, pero a mi entender es muy poco para una banda que fue fundamental en la historia del Metal progresivo.
Mejor voy a seguir esperando la reedición (¡y miren lo que estoy diciendo!) de A plesant shade of grey de Fates Warning, al menos ya se que es un disco de Metal progresivo en serio.
Formación
- Todd Latorre: voz
- Parker Lundgren: guitarra
- Michael Wilton: guitarra
- Eddie Jackson: bajo
- Scott Rockenfield: batería
Track List
1 Arrow of Time
2 Guardian
3 Hellfire
4 Toxic Remedy
5 Selfish Lives
6 Eye9
7 Bulletproof
8 Hourglass
9 Just Us
10 All There Was
11 The Aftermath
12 Condition Human
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