“Un momentaneo lapso de reedición”
Crítica escrita por: Christian Darchez
Creo que ya es sabida por todos mi devoción hacia la ya extinta banda londinense Pink Floyd, auténticos pioneros no solo de la psicodelia (mucho antes que esta explotara en Estados Unidos con el movimiento hippie a mediados y fines de los 60’) sino también uno de los grandes baluartes del Rock Progresivo que nos haya dado la corona británica; algo que siempre me encargue de hacerles saber en cualquier disco en vivo o reedición que me tocara de ellos. Pero claro que pese a considerarme fan de ellos tampoco me ciega el fanatismo porque para mi ninguna banda tiene coronita, por lo que no me tiembla el pulso a la hora remarcar los puntos bajos que ha tenido la banda, y el disco que hoy nos ocupa es uno de ellos. Primero vamos a los archivos históricos del ¨Fluido rosa¨: tras el lanzamiento del bastante flojo (al menos para mi) ¨The final cut¨ (1983) que pese a tener buenas reseñas y puestos altos tanto en su Inglaterra natal como en Estados Unidos en su momento, fue el disco que menos vendió de la banda, por lo que luego de eso sus componentes comenzaron a trabajar en sus proyectos en solitario. Sorpresivamente el bajista y líder Roger Waters anunciaba su alejamiento de la banda en 1985 argumentando que Pink Floyd había tocado su techo creativo, cosa que no agrado demasiado al guitarrista y cantante David Gilmour. Acto seguido Waters recurrió al tribunal de justicia para que el resto de sus ex compañeros dejaran el nombre de Pink Floyd en paz, en dichos juicios desagradables Gilmour alego que la banda estaba trabajando en el sucesor de ¨The final cut¨ y que Waters se había bajado de la misma, por lo que la banda seguía funcionando. No obstante a esto Gilmour se puso manos a la obra para trabajar en su tercer disco solista junto al músico Anthony Moore, pero a fines de 1986 el guitarrista opto por editar el disco bajo en nombre de Pink Floyd (mientras el proceso judicial por el nombre seguía en marcha) y volvió a llamar a sus compañeros Nick Mason y al tecladista Richard Wright (que había sido expulsado por Waters en 1979 y por temas legales solo debió aparecer como músico invitado) para que colaboraran en la grabación del disco que hoy nos ocupa, y a 34 años de aquel lanzamiento David Gilmour lo reedita de manera remezlada y actualizada en formato doble pero los pobres (como yo) nos debemos conformar con la versión digital y remezclada del mismo; y pese a todo debo decirlo: bienvenido sea!
¨A momentary lapse of reason¨, decimotercer disco de Pink Floyd editado el 7 de Septiembre de 1987, si bien se trato de un disco con un caudal mas rockero, eléctrico (y mas entretenido) que ¨The final cut¨, algo se había perdido en el camino. Y ese algo era justamente el conceptualismo con el que la banda había hecho gala en sus tiempos con Waters sobre todo en clasicazos como ¨Dark side of the moon¨ (1973) ¨Wish you were here¨ (1975) o ¨The Wall¨ (1979), aunque este ultimo abuso de dicho ítem en ¨The final cut¨ que fue prácticamente un disco solista de Waters. Por esta razón en lo personal si bien ¨A momentary…¨ tiene momentos (sic) muy destacables, junto con ¨The final cut¨ este es mi disco menos favorito de Pink Floyd. Ya voy a enfocarme en los temas, primero quiero hacer una mención sobre la ¨remezcla¨: hartas veces dije que los discos son productos de su tiempo, y este disco no fue la excepción y pese a todo tuvo una muy buena producción a cargo de Bob Ezrin (eterno ladero de Alice Cooper) junto con Gilmour, lamentablemente la nueva mezcla no le hace demasiada justicia al álbum y la misma es bastante desigual puesto que algunos arreglos fueron respetados y otros o bien cambiados o tapados tras la perillas y le resta varios puntos a un disco que aunque es entretenido ya era complicado dado su enfoque mas minimalista alejado de su esencia progresiva. El mismo arrancaba con un instrumental llamado Sign of life con teclados incidentales y algunas partes habladas (a cargo del baterista Mason) para darle paso a la movida y hitera Learning to fly cuyos coros femeninos quedaron muy sepultados en la nueva mezcla, con la guitarra de Gilmour muy arriba, por suerte a la oscurita de teclados y sintetizadores amenazantes de The dogs of war con sus consabidos efectos de gruñidos y ladridos de perros que pese a que intentaba cierto progresivismo se quedaba a mitad de camino entre un Blues muy eléctrico y acompañamiento de saxo, One slip por su parte resulta un poco mejor dado su sección rítmica y de arreglos que fueron beneficiados en la mezcla, algo que se repite en la balada emotiva On the turning away que rescataba algo de sus raíces setenteras que se coronaba con un gran solo de Gilmour, quizás el mejor tema del disco. Después llegamos quizás al mayor pifie de la nueva mezcla: la atmósfera triste y desolada pero también potente que Yet another movie tenia en la original acá fue brutalmente sacrificada a favor de un sonido que hizo que los arreglos de teclados suenen inofensivos y sin fuerza, hasta la batería parece que acariciara mas que golpear, pero eso si: el solazo de Gilmour esta intacto (si, es un vivo bárbaro jejeje) De Round and around no hay que mucho que decir puesto funciona a modo de interludio al igual que A new machine pt 1 que intenta también un progresivismo por demás inexistente en el disco, Terminal frost aunque el sonido de la batería no la beneficia mucho tanto las guitarras como los teclados y los saxos se los escucha bastante bien como a los coros femeninos. A new machine pt 2 no tiene otra función mas que ser un aperitivo para el final con la intro eléctrica del solo de Gilmour para el medio tiempo Sorrow cuya batería actual tampoco pega mucho con la canción y si bien la misma canción me agrada mucho creo que ¨On the turning away¨ hubiera sido un mejor cierre para un disco decente pero sin el alma de grupo que habían tenido sus otros lanzamientos.
¨A momentary lapse of reason¨ al momento de su edición no contó con el respaldo de la prensa especializada, alegando que no se sentía como un disco de Pink Floyd (algo irrefutable) por lo que debió haber sido un disco solista de Gilmour. Roger Waters por su parte para avivar aun mas la controversia del juicio por el nombre de Pink Floyd se ensaño bastante con el disco en la prensa, por lo que ni corto ni perezoso el grupo salió de gira a presentarlo. Una decisión sabia ya que dicha gira ademas de vender entradas a lo loco en sus conciertos, logro que el disco no solo escalara en el puesto numero 3 del Billboard americano y del Chart ingles sino que fue un éxito de ventas superando por lejos a ¨The final cut¨ con varias certificaciones de oro y platino. El éxito de ¨A momentary lapse of reason¨ también trajo el fin de la disputa legal entre Waters y sus ex compañeros un año después cuando el tribunal fallo a favor de Gilmour y compañía, mientras que a Waters se le permitió acceder a las regalías del merchandising del grupo y ser el autor de ¨The wall¨. Como mencione arriba, ¨A momentary lapse of reason¨ no es ni de cerca mi disco favorito de Pink Floyd pese a tener temas destacables y la nueva mezcla tampoco logro convencerme del todo dado lo desigual y hasta diminutiva que suena con respecto a la original. Por lo que recomiendo tener ciertas reservas a la hora de acercarse a él.
Pink Floyd 1987:
David Gilmour: voz y guitarra
Nick Mason: batería y arreglos de percusión
Richard Wright: teclados (musico invitado)
Tracklist:
1. Signs Of Life
2. Learning To Fly
3. The Dogs Of War
4. One Slip
5. On The Turning Away
6. Yet Another Movie
7. Round And Around
8. A New Machine (Part 1)
9. Terminal Frost
10. A New Machine (Part 2)
11. Sorrow