Rescatamos el segundo disco 10 de este fin de semana: uno de los candidatos a ser el mejor disco de metal progresivo de todos los tiempos, Fates Warning – Parallels.
Escrito por Moralabad
Fates Warning se trata de un grupo formado a principios de los años 80 en el Estado de Connecticut (EEUU), que en sus primeros tres discos tocaban un estilo totalmente distinto de con el que se convertirían años más tarde en leyenda. Spectre Within fue el mejor de esa primera tanda en la que hacían un heavy metal muy parecido a los británicos Iron Maiden. El cambio vino con la partida del cantante John Arch, sustituido por una nueva voz, Ray Alder, que a lo largo de estos años se ha ido convirtiendo en una de las voces insignia del metal americano, a día de hoy todavía renovándose dentro del estilo.
El primer disco que presentaba aspectos progresivos salía a la luz con el nombre No Exit y era el primero con Alder al frente en 1988. Tuvo buenas críticas y esto permitió que dos años más tarde viera la luz un disco más del ámbito comercial, Perfect Symmetry. La cosa funcionaba y un año más tarde, en 1991, salía al mercado el disco con el que se metían de lleno en el metal progresivo, un disco al nivel de bandas como Queensryche o los más rockeros Rush. Gracias a este disco la banda consiguió labrarse un sitio dentro de los mejores y lo siguieron demostrando años después con el que puede ser su pico estadístico más alto, Inside Out en 1994. A partir de entonces, hubo algún cambio en la formación y esto llevó también a un cambio en la composición de los temas, como se puede notar en el álbum de 1997 A Pleasant Shade Of Grey.
Para este álbum hubo un cambio en la batería, y se nota que ganó con el cambio porque se trataba nada menos que del gran Mark Zonder (formador de los grandes Warlord). Gracias a él se logran componer canciones con un gran nivel de dificultad técnica aparentemente fáciles.
Como curiosidad, en este disco participa en la canción Life In Still Water, el actual cantante de Dream Theater, James LaBrie, que por ese entonces sería cuando entró para grabar el disco que competiría un año más tarde por el primer puesto con éste, Images And Words.
Leave The Past Behind es el primer tema que nos encontramos, comienza lentamente con Ray Alder cantando bajito con la guitarra sin distorsión acompañando. Al comenzar la batería, un gran espectáculo el de Mark Zonder, llega el primer sonido, simple, de distorsión y poco más tarde el estribillo. Tras el segundo escuchamos un solo de guitarra corto pero intenso que termina con meternos de lleno en el disco. Finaliza igual que empieza solo que con la batería demostrando la técnica utilizada en la canción.
Life In Still Water es un himno con todas las letras y es gracias a la maestría que demuestra Ray Alder en toda la canción, en concreto en el estribillo (acompañado de LaBrie adornando las voces complementarias gracias a su voz más aguda). Aparentemente es una canción con un ritmo muy fácil de guitarra pero que sin duda se complica en cuanto nos ponemos a escuchar cualquiera de los otros dos instrumentos, la batería y el bajo. El registro vocal de Ray se nota muy amplio ya que está desde notas bajas hasta el rango más alto en el estribillo, cosa que hoy día ya no se puede apreciar en su plenitud, aunque consiga ganarse el público de otras maneras.
La tercera canción es posiblemente la canción más comercial de todo Fates Warning, Eye To Eye, la primera del disco con video clip propio. Un buen tema que recoge por así decirlo, lo mejor de la época de los ochenta y lo mezcla con la nueva tendencia que era el progresivo entonces. El resultado es mejor de lo que podía esperarse. La canción en sí mantiene el estilo de las anteriores, ritmos fáciles de la guitarra de Matheos, complicado de batería y una excelente interpretación vocal.
Seguida llega The Eleventh Hour, un temazo en el que toda la banda se luce de principio a fin, el tema más preferido del público que los ha visto alguna vez en directo e incluso de aquellos que no han tenido ocasión de verlos nunca. Según empieza parece que no va a ser gran cosa, pero en el primer cambio cuando nos damos cuenta de que no quiere decir nada el comienzo con lo que nos espera por oír. Empezada la segunda parte de la canción, aumenta el volumen de Alder, que puede recordar a los discos anteriores como el No Exit por ejemplo, aunque más melódicos. El estribillo es verdadero arte que anima a cantar, le sigue el bridge instrumental para otra vez retomar la canción. El final llega de la misma forma con la que empieza la canción, algo ya típico en Fates Warning por lo que podemos ver.
De la forma más cortante llega Point Of View, un temazo sin igual en el que destaca por encima de todo el ritmo complejo del bajo de DiBiase marcando el ritmo principal y la batería de Mark esta vez en plano secundario respecto de su compañero. Una de las canciones preferidas para el público en los conciertos y que tienen la suerte, al menos en la mayoría de las ocasiones, de poder sentir en el directo las mismas sensaciones que en el disco ya que también las suelen tocar seguidas. Destaca el estribillo, que es la mayor parte de la canción con la que enganchan al público. De hecho esta es la canción con la que me introduje en el grupo (gracias al video clip, segundo y último del disco) y me dieron ganas de escuchar toda su música de principio a fin.
We Only Say Goodbye, balada con la que finalizaron muchos de sus conciertos en numerosas giras y que se convirtió en una de las grandes, no solo del disco sino de la banda. Los coros son de los que más me gustan dentro de toda la discografía. A simple vista, la canción más comercial del disco aunque ese punteo de Matheos hace recordar a canciones anteriores del mismo género, ya que aquí se pierde más el rastro del estilo progresivo.
La penúltima canción, Don’t Follow Me, más con tendencia de hard rock según empieza, aunque cuando Alder hace acto de presencia, la batería da un vuelco al estilo. Esta canción es la que se queda algo descolgada de las demás debido a ese cambio y a su originalidad. Se puede considerar un tributo a sus tres primeros discos, en los que las influencias de Iron Maiden eran incluso descaradas.
La última, que completa los 45 minutos del mejor disco de Fates Warning es la balada lenta y relajada The Road Goes On Forever. Llena de delicadas técnicas para mí es muy difícil explicar con palabras esta genial canción, solo puedo decir que es una obra maestra y que es una forma espectacular de finalizar este gran álbum.
Por supuesto, como es normal en esta sección, la nota que le pongo al disco es de DIEZ. Este fue sin duda el primer disco de metal progresivo de la tanda de grupos que se unieron a este movimiento, que marcó un antes y un después.
Miembros
Jim Matheos – guitarra
Ray Alder – voz
Mark Zonder – batería
Frank Aresti – guitarra
Joe DiBiase – bajo
Canciones
1. Leave The Past Behind
2. Life In Still Water
3. Eye To Eye
4. The Eleventh Hour
5. Point Of View
6. We Only Say Goodbye
7. Don’t Follow Me
8. The Road Goes On Forever