“Temporadas pasadas de minutaje”
Reseña de Christian Dárchez
A esta altura del partido sabemos de sobra que los oriundos de San Francisco y me refiero a Metallica hace un par de años largos que se las vienen ingeniando para ponerse ellos mismos en bretes bastante incómodos. No voy enumerar a todos ellos porque sinó esto se convertiría mas en un informe de chimentos metaleros antes que una critica pero voy a mencionar algunos pocos que acontecieron en los ultimos 6 años: tenemos la bastante rara y accidentada presentación de la banda junto a Lady “Le quiero caer bien a todo el mundo” Gaga en los Grammys de 2017 tocando “Moth into flame” de su anterior “Hardwired…to self destruction” (2016) en donde le desconectaron el micro a James Hetfield que se quedó cantando al vacío mientras Gaga le robó protagonismo al ritmo de perreos (¡!) hasta llegar al delirio lisérgico que fue “Metallica blacklist” (2021) en el que para celebrar las 3 décadas de su odiado/amado “Black album” (1991) colaboraron gente como J Balvin, Mon Laferte, Juanes, Rodrigo y Gabriela coronando uno de los momentos mas WTF en la historia del rock duro. Dichas jugadas como era de esperarse fueron objeto tanto de burlas como de críticas por gran parte de la comunidad metalera aunque nunca faltan aquellos que salen al cruce de dichas voces detractoras al grito de “Son unos true cerrados” solo para hacer la contra como buenos trolls que son. Ahora que finalmente se editó el muy esperado nuevo disco seguramente muchos se preguntarán que otra brillante jugada estarán planeando, yo por mi parte y sin preocuparme mucho por eso y mas despúes de escuchar este nuevo esfuerzo de los 4 de San Francisco voy a meditar muy serenamente el modo de como quitarme los sentimientos encontrados que me generó este “72 seasons”.
“72 seasons”, decimoprimer disco de los americanos Metallica, sigue casi la misma estela dejada por el anterior “Hardwired…to self destruction” en términos de sonido y composición, algo que no ocurría desde “Load” (1996) y “Re-load” (1997). Es mas, cualquiera podría pensar que se trata de sobrantes de “Hardwired…” y hasta sería mas factible que cuando la banda aseguró que “Re-load” eran sobrantes de “Load”, cosa que sabemos que no es así ya que fue grabado a las apuradas para contrarrestar la mala recepción de “Load”. Dejando de lado las suspicacias y yendo a lo estrictamente musical ya que “Nada mas importa” que eso en la reseña, nos encontramos con otro disco de Heavy/Thrash bastante cañero y con buen gancho (algo que la banda nunca descuida) pero que tiene exactamente el mismo problema que el anterior: le sobran varios minutos a las canciones. Seguro que alguno me saldrá con frases pajeras como “Aprendé a escuchar musica” “No seas llorón, no importan los minutos extra, andá a escuchar tal cosa”; pero si importan y mas cuando estos repercuten en la composición ya que esos minutos extra hacen que las ideas se repitan y estiren de manera innecesaria y les impidan dan con resultados mas orgánicos y redondos. Algo que se nota mucho en la entrada con la cambiante canción homonima del disco fluctuando entre el medio tiempo machacoso y las velocidades de alto octanaje que facil le sobran 3 minutos (lo lamento si a alguien le molesta que lo mencione, lo invito a cerrar la ventana y sanseacabó, lean a otra página) pasando por el groove de Rock metalizado de Shadows follow cuyo solo e interludio final se pudo haber acortado. A partir de acá ya no voy a mencionar esos minutos sobrantes porque sino no terminaría mas con esto y salvo donde mencione temas cortos solitos deberian darse una idea, por lo que voy directo a la fuerza veloz del Heavy rock acelerado de Screaming suicide va para adelante a puro machaque y riffeo pesado. Sleepwalk my life away baja el registro con un medio tiempo marchoso y cadencioso al igual que la mas lenta y amenazante You must burn! La ya conocida y rápida con regustillo a Saxon Lux aeterna es de las pocas canciones cortas del disco y aunque la misma no está mal no termina de convencer del todo, al igual que le ocurre a Crown of barbed wire y su fraseo pesado le faltó un plus para hacerla mas interesante. Chasing light levanta el bajón con su pulso cambiante y aguerrido, mientras que la también ya conocida If darkness had a son es de lo mas flojo del disco y me da para pensar que si la oscuridad tuviera un hijo no sería esta canción. A Too far gone? Por suerte le va mejor con su marcha constante y en su corta duracion es de las mas redondas. Para el final tenemos el micro homenaje a Black Sabbath en el incio de la muy movida y rápida Room of mirrors que hasta tiene un solo de armonías gemelas a lo Iron Maiden y si de Black sabbath hablamos ahí llega Inamorata cuyo riff en su estructura puede llegar a recordar al de “A national acrobat” que como se imaginarán me costó bastante llegar a terminar de escucharla jejeje
La producción a cargo de Greg Fidelman (responsable del anterior disco) en asistencia con James Hetfield y Lars Ulrich le dotó ese sonido seco y trabajado al mismo tiempo que obviamente remite a “Hardwired…” en todo sentido, menos en la portada que al menos para es la peor desde “St anger” (2003). Vaya y pase. En resumen y ya creo que intuyen del por que el disco me generó sentimientos encontrados, al igual que con “Hardwired…”, “72 seasons” es el tipo de disco que hoy se puede esperar de Metallica, bien compuesto, ganchero y con mucho oficio pero carente de toda redondez, siempre lo digo: a veces menos es mas.
Queda a criterio del oyente, claro está.
Metallica
James Hetfield: voz y guitarra
Kirk Hammett: guitarra
Robert Trujillo: bajo
Lars Ulrich: batería
Canciones
1 72 Seasons
2 Shadows Follow
3 Screaming Suicide
4 Sleepwalk My Life Away
5 You Must Burn!
6 Lux Æterna
7 Crown of Barbed Wire
8 Chasing Light
9 If Darkness Had a Son
10 Too Far Gone?
11 Room of Mirrors
12 Inamorata