Calificación: 4/10 Género: terror

“Cinta gastada”

Reseña de Christian Dárchez

El reinado del cine Han (o mejor dicho cine coreano) al menos como propuestas puramente de género está llegando a su fin. Al parecer el reconocimiento tardío que tuvo esa manifestación fílmica con la premiacion de “Parasite” (2019) de Boon Joon Ho como mejor película extranjera en los Oscas fue la condena para dicha movimiento. Y aunque recuerdo por esa fecha que me gustó mucho aquella peli, a fin de cuentas hay que reconocer que resultó siendo una propuesta mundana y que quedó en el olvido y la decisión de Hollywood de querer “remakear” la película terminaba por destruir todo aura positivo que había sobre ella. ¿A que voy con que “Parasite” fue la condena para el cine Han? Pues como suele ocurrir en la música  cuando algo tiene mucho éxito se intenta de muchas formas de copiar dicho éxito al pie de la letra (en los 90’ lo vivimos con el Grunge) aunque eso signifique modificar su propuesta, muchos directores con tal de pegarla en USA como hizo Joon Ho con “Parasite” relegaron de la identidad del movimiento Han para ofrecer cine mas bien Hollywoodense y los resultados fueron sin dudas desastrosos. No me voy a poner a mencionarlas porque sino no terminaría mas y que dichas películas y series hoy sean propuestas de nicho en Netflix nos dice mucho del estado creativo en el que se encuentra el movimiento. Una gran representante de la decadencia que atraviesa el cine Han por estos días es la que peli que hoy nos ocupa y cuya mejor campaña publicitaria que tuvo fue que algunos tiktokers la recomendaran en sus cuentas (¡!)

“Marui video” tiene la estructura de falso documental de esos con los que Hollywood inundó las carteleras de cine hace por lo menos 20 años y la misma tiene a una cinta del asesinato de una mujer en un hotel en 1992 lo que parece ser un crimen al azar, pero al parecer al hecho involucra a una entidad paranormal que llegó a ser filado en una cinta y que la misma se considera maldita. Antes de caerle con armas de destrucción masiva tengo que reconocer que aún en esa tesitura el director Yoon Joon-Hyeong hace un muy buen trabajo con la narración sobre todo con toda la investigación que los personajes hacen sobre el hecho tanto entrevistando a testigos como a las autoridades que investigaron el caso, como a los policías como al fiscal a cargo de la causa. Es esta sección donde te puedes llegar a creer que el asesinato y toda la repercusión mediática que tuvo ocurrieron de verdad. Pero lamentablemente el film de Yoon Joon-Hyeong tiene exactamente el mismo problema que tuvo la película tailandesa “The medium” (2021) y ese es justamente cuando entra en juego el tema de las posesiones demoniacas y todo para ver si la podían vender en yanquilandia. Algo totalmente innecesario no solo porque tira abajo el buen trabajo que venía haciendo el director en su desarrollo sino porque las posesiones ya no venden en USA. Otro problema que tiene la peli es que la palabra “Marui” se refiere al contenido gore y violento de una cinta y es justamente lo que la peli prácticamente no tiene. El tan mentado asesinato filmado en la peli ocurre fuera de cámaras y fisiquear llega a ser perturbador como para impresionar aunque sea. ¡Hasta en las telenovelas argentinas hay secuencias de asesinatos mas convincentes que en esta peli y con eso les digo todo! Igual lo peor llega al final con un clímax típicamente hollywoodense de esos que ya vimos infinidad de veces y que termina por arruinar por completo la narración de Yoon Joon-Hyeong.

Queda la duda si dichos tiktokers o ven este tipo de pelis cada muerte de obispo o la misma productora les pagó un buen dinero para ello. Si es esto último ojala lo aprovechen bien porque como críticos de cine son buenos tiktokers. “Marui video” es otra producción que confirma que el cine Han no atraviesa su mejor momento, esperemos que alguna vez los directores dejen esa imperiosa idea que querer vender en USA y vuelvan a implementar esa modalidad que hizo del movimiento fílmico algo a tener en cuenta.

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