Flores intrincadas”

Crítica escrita por: Christian Darchez

Desde hace un par de años que a la prensa especializada se le da por agarrar como fetiche a una banda con el fin de gritarle a los 4 vientos que ignorándola se están perdiendo de la maravilla absoluta del universo y que de solo escucharlos les va a cambiar la vida. No pienso ponerme a nombrar a las bandas que la prensa les ha dedicado fellatios textuales en sus medios porque sino no terminaría mas y seguramente aumentaría aun mas el recelo hacia mi persona. Y encima cuando se trata de bandas integradas por mujeres o con una integrante femenina recurren a la remora actual a modo de excusa: que el rock y metal siempre fue machista y misógino y por eso que el gran publico las ignora, como si fuera que cualquier banda por tener un ¨nepe¨ colgándole entre las piernas ya tiene asegurada la repercusión y el salto al estrellato. Basta con ver mi informe de bandas que quedaron el camino que escribí hace unos años atrás para ver que el miembro reproductor no tiene nada que ver en la repercusión que esta vaya a tener en el publico. Ademas esa prensa se olvida o ignora un detalle importantísimo: lo congestionada que esta la escena hoy en día en todos lo estilos habidos y por haber del rock y metal y lo dificil que una banda sobresalga del resto de sus pares de estilo para aunque sea diferenciarse un poco. Bueno esa misma prensa es la que hoy pide a gritos que el gran publico metalero le preste atención a los ucranianos Jinjer con el fin de que logren la consagración de una vez por todas. Si bien con este nuevo trabajo la banda muestras sus cualidades y no desentona, dudo mucho que (al menos a corto plazo) logren dicha consagración.

¨Wallflowers¨, cuarto disco de los ucranianos Jinjer, si bien se muestra como un disco mas seco y despojado en efectos con respecto al anterior ¨Macro¨ (2019), no hay demasiadas variantes en el campamento creativo en lo referido a su metal progresivo de inclinaciones Djent, metal extremo y pizcas de Math Rock. Todo sigue muy aferrado y dependiente a las voces cambiantes de Tatiana Shmaylyuk que van desde el brío rockero limpio y accesible hasta los guturales más bestias. Mas de uno se va a acordar de mi mama o va a decir el consabido que ¨aprenda a escuchar música” como vengo leyendo muy seguido cuando diga que Tatiana si bien me parece una cantante muy solvente, talentosa y que lleva adelante las canciones como debe ser; pero a mi gusto la encuentro falta de expresividad y que se aferra demasiado a las normas de cada incursión vocal: ninguna me resulta sobresaliente de la otra. Tampoco ayuda que en las entrevistas brindadas hace poco la misma Tatiana sin ningún tapujo diga cuales son las canciones que menos le gustan, pero bueno, vaya y pase. Yendo a lo estrictamente musical tenemos la entrada intrincada y potente de Call me a symbol que va desde el repiqueteo entrecortado tanto de las guitarras como de las bases rítmicas con el que la banda tanto hace uso y abuso como de algunas aceleraciones y las infaltables incursiones guturales y limpias de Tatiana. La onda puramente djent y casi math rock sobre todo en los vacíos rítmicos que dejan las aceleraciones rítmicas de Collosus. Por su parte Vortex baja un poco la intensidad con respecto a los repiqueteos para ir por velocidades medias como las guitarras acompañando las lineas vocales melódicas de Tatiana. La veta mas violenta del grupo aflora en las inquieta Disclosure! y Copycat apelando tanto a las velocidades death metal como al metal de corte groovero. Pearls and swine no se decide nunca si es una una balada o un medio tiempo si bien tiene ideas interesantes trasladadas en melodías no pasa mucho tiempo en que los guturales cambian por completo el registro. Ese también es otro inconveniente: la banda no parece muy interesada en hacer un hit con el que la peguen sino en elegir cortes de difusión a modo de adelantos, o sea lo usual. Algo que también ocurre con la canción homónima en el que desperdician la oportunidad. Para el final llegan As i boil ice que cuenta con partes recitadas bastante interesantes dentro de su catalogo riffero y machacoso y el cierre con la intrincadisima y pesadísima de sabor casi Thrasher de Mediator cierra el disco de buenas maneras.

La producción como mencione arriba se la oye mucho mas despojada y seca de efectos, algo que favoreció a que tanto las guitarras pesadas mas heavies y extremas como en los momentos mas intrincados y djent se las escuchen mas oxigenadas, al igual que las voces de Tatiana que puede destacarse mas dado que el sonido no se lo oye sobrecargado y agobiante como ocurrió en el disco anterior. En definitiva, si bien  ¨Wallfowers¨ carece de un tema que sobresalga del resto dado que (salvo honrosas excepciones) tanta sucesión de riff tras otro como los ritmos me resultan similares y no presente grandes variantes en su andar mas allá del enfoque de su producción, me pareció un disco bastante entretenido y que seguro va a agradar a sus seguidores que lo venían esperando. Lo de la tan mentada ¨consagración¨ que espera la prensa de Jinjer, queda para la próxima. 

Jinjer:

Tatiana Shmailyuk – Voz

Roman Ibramkhalilov – Guitarra

Eugene Abdukhanov – Bajo

Vladislav Ulasevish – Batería

Tracklist:

1. Call Me a Symbol  

2. Colossus  

3. Vortex  

4. Disclosure!  

5. Copycat  

6. Pearls and Swine  

7. Sleep of the Righteous  

8. Wallflower  

9. Dead Hands Feel No Pain  

10. As I Boil Ice  

11. Mediator

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