Una larga vida consagrada al Rock!
Reseñado por Mutamorfo
Rock Progresivo – Internacional
Realmente es un tremendo honor poder escribir acerca de un hombre-banda, responsable desde el momento en que nací, de oír y acercarme cada vez más al Rock… y, por ende al lado oscuro. Me refiero al sr. Ian Anderson y JETHRO TULL o JETHRO TULL e Ian Anderson, pues la diferenciación, es cada vez más ambigua, nebulosa o prácticamente inexistente, ya que siempre mr. Anderson, ha sido el alma de los TULL y, a pesar de los últimos 18 años de silencio musical de la banda, el hombre por su parte lanzó “Homo Errarticus”, con la misma formación del nuevo LP de JETHRO TULL. Complicada la cosa, para diferenciar uno del otro… cierto?
Para entrar en el asunto que nos convoca… “The Zealot Gene”, el nuevo LP de los incombustibles y leyendas vivas… JETHRO TULL, fuí a preguntarle al maestro acerca de su nueva producción, y amablemente me comentó: «Empecé, como hago a menudo, a las 09.00 horas, del 1 de enero a invitar a la musa a visitarme, y juntos preparar algunos demos sencillos de las ideas iniciales. Por la tarde y por la noche, solía trabajar en las letras y arrastrar el rompecabezas en algo parecido a una imagen completa».
Escribir y editar letras en una computadora y grabar demos simples en un iPhone fue un gran paso al lado de los blocs de notas y lápices escolares de las décadas anteriores. Pero el beneficio fue claro: «Actualicé y perfeccioné constantemente las letras, las melodías y las armonías para brindarle a la banda un punto de partida sólido para sus propias contribuciones de partes musicales de instrumentos y los arreglos generales. Los demos simples fueron reemplazadas por versiones un poco más sofisticadas». Establecido en las claves y tempos finales».
Y entonces el mundo tal como lo conocíamos colapsó. Para enero de 2020, la noticia de la creciente pandemia de coronavirus estaba llenando las ondas de noticias. Anderson inmediatamente se dispuso a comprar toallitas para manos, geles, máscaras y se preparó para un plan de gira inestable en los primeros meses del año. Solo se completaron dos espectáculos antes de que la banda llegara a Finlandia para una gira, solo para ser informados cuando se registraron en su hotel de Helsinki, que el gobierno finlandés había cancelado todas las reuniones públicas y que el concierto de gira Titanic había encontrado su fin acuático. «Fue tan repentino», recuerda Anderson. «En medio de las preocupaciones y advertencias de la comunidad científica y algunos políticos ilustrados más, todos nos retiramos incrédulos a nuestros hogares para esperar a que pase la tormenta». Así comenzaron las interminables rondas de aplazamientos y cancelaciones. El final de un año completo de trabajo en la planificación y contratación de los numerosos espectáculos previstos para 2020.
¿Un momento perfecto para completar el álbum inacabado? Anderson dice: «La desesperación y la ira de tener que aceptar que nos habían robado la vida profesional significaba que, al menos para mí, el lanzamiento de un nuevo álbum no parecía valer la pena hasta que pudiéramos volver a estar juntos en el estudio y terminar las canciones finales de la manera tradicional».
Entonces, algunos otros proyectos llamaron la atención a modo de reemplazo. La biografía de JETHRO TULL, “The Ballad Of Jethro Tull” y luego el libro de letras recopiladas, “Silent Singing”, ocuparon mucho tiempo de Anderson durante los meses siguientes hasta que, al darse cuenta de que el virus había llegado para quedarse por mucho tiempo, decidió grabar el canciones finales solo y completar el proyecto para un lanzamiento en 2021. Algunos integrantes de la banda pudieron contribuir desde lejos enviando sus partes musicales, grabadas individualmente, para incorporarlas a la mezcla final.
Reflexiona Anderson. «Recuerdo la finalización del álbum Aqualung cuando, después de una larga noche completando las mezclas finales, me senté a desayunar en un café con ojos llorosos con John Evan, el teclista. ¿Qué piensas? ¿La gente lo aceptará? preguntamos nerviosamente el uno al otro? No estoy seguro, ambos respondimos…»
El mundo, incluso el mundo microscópico de los fanáticos de Tull, no está ansioso ante la perspectiva de otro álbum difícil y lleno de conceptos con material engañoso: especialmente uno basado en la interpretación y expansión de nociones derivadas de los capítulos y versículos de La Biblia. «Aunque tengo un poco de cariño genuino por la pompa y la narración de cuentos de hadas del Libro Sagrado, todavía siento la necesidad de cuestionar y trazar paralelos a veces profanos del texto. Lo bueno, lo malo y lo francamente feo asoman la cabeza. A lo largo, pero están puntuados con elementos de amor, respeto y ternura que glorifican especialmente al Nuevo Testamento. Algunos fanáticos cristianos sentirán que les he pellizcado la cola. Los seculares y los incrédulos pensarán que yo renazco como fastidioso proselitista de la fe. Y algunos, con suerte, simplemente disfrutarán de la música y no la examinarán demasiado de cerca».
Anderson, como siempre, tiene la última palabra: «La música y las artes, en general, seguramente deben tener el derecho de cuestionar y examinar todos los temas siempre que se haga con sensibilidad y respeto. Ya sea en la época de Shakespeare o en el mundo de los cuchillos. De las redes sociales, tiene que haber un lugar para los comentarios y la interpretación. Pero, todo está en la interpretación. Soy un cuidador profesional, vestido con interminables tonos de gris, como sugiere la canción que da título al álbum. Pero, sentado en la valla es un lugar más seguro para estar y disfruta de una gran vista. Y, si tienes que saltar a un lado o al otro, es con el beneficio de la debida consideración».
Musicalmente, JETHRO TULL mantiene viva la savia de un gran potencial y calidad interpretativa en muchos instrumentos, tal como lo manejan bandas del talaje de Yes, Congreso o Los Jaivas. Ese dominio y talento no se pierde, sólo se profundiza o va mutando. Acá es el caso de una mutación a más partes acústicas y reflexivas, más que a esas partes y ambientaciones psicodélicas, a las que nos tenían acostumbrados… En fin, se acomodan más a los 70 años, considero?
Las letras mantienen el tinte personal irónico y contestatario, sobre temas que envuelven a gran parte de la población mundial.
Lo anterior no quita que hay exquisitas y soberbias partes de solos de guitarra, con alto poder y gran representatividad del Rock de todas las épocas, y claro que la flauta es un amplio dominante, al que se le suma de forma grata la armónica, con atmósferas muy ad hoc, a las circunstancias de avance de cada pista.
Por último, si tú duda está en el registro vocal de Ian. Te puedo comentar que en lo relativo a “The Zealot Gene”, estimo que mantiene su encanto y tono característico, sin dejar de mencionar que es probable que ciertos tonos no los alcance, pero los temas no están arreglados, para hacerle zancadillas, además el hombre ya viste dignamente los 74!!!
Si nunca oíste a JETHRO TULL… Si nunca oíste alguna banda de Rock Progresivo… Si nunca oíste más allá de la formación clásica (Vocalista, bajista, guitarrista y baterista)… He aquí la ocasión ideal, para descubrir un nuevo mundo!
Line-Up:
Ian Anderson: Flautista, guitarrista acústico, harmónica y vocalista
Joe Parrish-James: Guitarrista
Florian Opahle: Guitarrista (sólo para el LP)
Scott Hammond: Baterista
John O’Hara: Pianista, tecladista y acordeonista
David Goodier: Bajista
Temas:
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