«Un fogonazo en el Universo del Metal»
Crítica escrita por Luishard
Amigos de Dioses del Metal, seguimos con la estela del Cometa “Iron Maiden”. Unas breves pinceladas hasta aquí, 50.000 copias vendidas del primer disco, Iron Maiden (1980), llega el guitarrista Adrian Smith, 200.000 del Killers (1981), en Mayo su primer directo, Maiden Japan, Paul Di´Anno las pasa canutas en los escenarios por sus adicciones y ese verano Harris lo despide, aparece como por arte de La MetalParca Bruce Dickinson (ex Samson), 23 años, con su primera actuación en directo en Italia en Octubre del 81, lo borda, comienza el mito e impulsará a los londinenses a la leyenda.
Hay varias cuestiones interesantes, como por ejemplo, ¿cómo hubiera sido la historia de esta banda si Paul hubiera llevado una vida más “normal”?, creo, bajo mi humilde opinión y sin desmerecer al italiano, que no hubieran llegado tan lejos, considero a Bruce mejor adaptado a los tiempos que estaban por llegar. Y por otra parte, ¿podrían existir los Iron Maiden tal como los conocemos ahora sin el The Number of the Beast?, creo que no, este disco es como la Biblia en versión original.
Entre diciembre del 81 y enero del 82, en cinco semanas de grabación, crean esos ocho temas inmortales repitiendo en los estudios Battery, cuarenta sublimes minutos de Heavy Metal, saliendo a la calle en Marzo del 82 bajo la discográfica EMI. Comentamos una versión posterior (1998) que incluye en el puesto ocho la canción Total Eclipse, con comienzo expectante pasa a un medio tiempo repetitivo y donde solo el cambio a desfase de las guitarras llama la atención.
Martin Birch sigue dejando su impronta, ¿azar extraño?, sufre un accidente de tráfico frente al estudio contra el coche de un sacerdote y tiene que pagar para la reparación del vehículo 666 libras, ¿casualidad?. El sonido está ahora mucho más pulido, más brillante, más “Maiden” del futuro, hay múltiples duelos de guitarras entre Dave y Adrian, que participa por primera vez en las composiciones, los punteos son soberbios. El desaparecido Clive Burr (d.e.p, fallecido en Marzo del 2013) golpea sin piedad siguiendo a un bajo con Harris “manoseándolo” en cada cabalgada. Que decir de Bruce, demuestra poseer los registros más amplios de todo el planeta del Metal y se mete en su papel como si le fuera la vida en ello. Si a todo lo anterior le añadimos unas melodías mucho más definidas, desbordante musicalidad y mejores composiciones, entonces comprendemos aquello del “fogonazo en el Universo del Metal”.
Hay van algunos datos como referencia, se han vendido unas 14 millones de copias, número uno en el Reino Unido, el tres en Austria, el cuatro en Francia, el 6 en Holanda y disco de Platino en USA. El sencillo Run to the Hill, un auténtico himno, fue el primero de la banda en alcanzar el top 10 en el Reino Unido. La gira mundial The Beast of Road estuvo rodeada de polémica en los EEUU, al acusarlos los sectores más conservadores de ser una banda satánica, obviamente no habían leído las letras del álbum. En mis tiempos circulaba el rumor que si se ponía el vinilo al revés había invocaciones a Satán, nunca lo comprobé.
Derek Riggs es el alma de la portada, al igual que las anteriores es una obra de arte, aunque las posteriores mejorarán aun más. Nos presenta a un Eddie manejando al mismo Diablo cual marioneta y éste a su vez a un desafortunado pecador, pero ¿quién controla realmente a quién?.
Invaders abre el disco, no estoy de acuerdo con Harris en que se arrepintiera de ponerla en esa posición, lástima que no entrara nunca en los set-list, creo que es sencilla y directa. Bruce acaricia esa épica letra sobre vikingos con unos registros demoledores. Children of the Damned, basada en el film El pueblo de los Malditos, comienza sosegada hasta que en el 2´20” llega un demoledor cambio de ritmo estilo “Doncella de Hierro”. De The Prisoner destacaría ese estribillo para la eternidad y 22 Acacia Avenue es un prodigio de cambios de ritmos a base de riffs y batería.
The Number of the Beast y su inicio bíblico con “Woe to you oh herat and sea” me pone en guardia, un trallazo para los directos, ¿un Santo Grial del Metal?, quizás. Run to the Hills constituye un magnífico alegato sobre la persecución a las tribus indias, con el estribillo voy en un Mustang navajo a ritmo de cabalgada. Gangland comienza más diluida en la melodía, pero es solo un espejismo, cortante y vibrante, con fuerza en letra y guitarras anticipa un final apoteósico con Hallowed Be Thy Name, que ha permanecido en todos los set-list de la banda desde su grabación. Comienza lenta, pausada, creciendo, cuando…..ruge la garganta del Metal en un torbellino de matices, la melodía te envuelve y te aprieta, como la conseguida letra sobre los pensamientos de un preso antes de ser ahorcado. ¿Disco 10?, seguro. Un saludo de acero a todos.
Tracklist
- Invaders
- Children of the Damned
- The Prisoner
- 22 Acacia Avenue
- The Number of the Beast
- Run to the Hills
- Gangland
- Hallowed Be thy Name
Formación
- Bruce Dickinson. Vocalista
- Dave Murray. Guitarra
- Adrian Smith. Guitarra
- Steve Harris. Bajo
- Clive Burr. Batería
Oficial
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