“En guerra contra todos (los músicos)”

Reseña de Christian Dárchez

Que disco raro de reseñar. De hecho, la carrera de los noruegos y también pioneros del Black Metal contemporáneo Immortal siempre fue terreno fértil para controversias, idas y venidas y algunas que otra monigotadas… ¡Y eso que fueron de los pocos miembros del tristemente célebre Inner Circle que no estuvo involucrado en ninguna de las “Actividades recreativas” llevadas a cabo por dicho movimiento! Abbath y Demonaz Solamente se dedicaron a editar discos y tocar en vivo desde 1992 con discos como “Diabolical Fullmoon Mysticism” (1992) y para el año siguiente al quedarse sin el baterista Armagedda, Abbath debió grabar las baterías de “Pure Holocaust” (1993) pero incluyeron al baterista Grim en la portada pese a no grabar (¡!) pero si acompañó a la banda en la gira de presentación. Una estabilidad que no les duró mucho puesto que Grim abandonó la banda de manera repentina, pero esto no mermó la moral de Abbath y Demonaz que aprovechando las buenas reseñas y el apoyo de los medios tanto locales como del resto de Europa editaron “Battles in the North” (1994) uno de los discos más populares del combo y que cimentaba aún más su concepto de la tierra ficticia Blashyrkh, pero recién en 1997 entra el batería definitivo de la banda: Horgh y con el graban “Blizzard Beasts” (1997) muy bien recibido en la prensa y por sus fans, todo iba bien…hasta que Demonaz fue diagnosticado con tendinitis aguda y no pudo seguir tocando la guitarra, lo que obligó a Abbath a pasarse a la guitarra y buscar un guitarrista, pero la búsqueda fue inútil y para el siguiente disco Abbath debió grabar el bajo y las guitarras en uno de los discos más celebrados de la banda: “At the Heart of Winter” (1999) un trabajo donde a su sonido estridente le agregaban un toque de Thrash técnico y casi progresivo que le valió un amplio reconocimiento. Algo que de alguna forma empezó a hacer mella en la personalidad de Abbath mostrándose bufonesco y errático en entrevistas, lo cual sería material para memes un par de años más tarde. Sin embargo, ya entrados en los 2000 la cosa se empezó a enrarecer en Immortal puesto que los discos “Damned in Black” (2000) y “Sons of Northern Darkness” (2002) ya en la escudería de Nuclear Blast y pese a que este último fue muy criticado por sus fans la banda seguía en alza, aunque los ánimos internos ya no eran los mismos y sorpresivamente se separarían un año después. No fue hasta 2009 que se produjo el regreso de la banda con “All Shall Fall” que como era de esperarse el regreso fue muy aplaudido y registrado en un DVD en vivo apenas un año más tarde. Pero las cosas se jodieron en Immortal a fines de 2014 cuando Abbath intentó registrar el nombre y el logo del grupo como suyo, cosa que no gustó nada a Demonaz (Que desde 1997 venia cumpliendo funciones de letrista y manager) y a Horgh y tras una batalla legal que duró casi un año en los que Abbath alegaba que Demonaz ya no tocaba en la banda y que Horgh era solo un simple baterista, el “Oso panda” Abbath abandonó la idea de quedarse con el nombre y formó su propio proyecto solista en lo que además de grabar 3 discos (el último del año pasado) ofrecía material para memes con sus fotos en las calles, intentar entradas espectaculares a los shows donde lo más común era terminar rodando por el suelo o el papelón que hizo en Argentina en el 2019 que estando en un total estado de ebriedad dejó pagando a mis compatriotas dando un espectáculo lamentable ya sea errándole a las cuerdas como metiéndose entre el público para largarse a llorar (¡!). ¿Y qué pasaba en Immortal? Bueno, mejor dicho, que iba a pasar después de “Northern Chaos Gods” (2018) en el que Demonaz tocó la guitarra después de 21 años además tuvo que cantar y Horgh lo secundó hasta que en 2020 ya en plena pandemia nos enteramos de la noticia que Demonaz y Horgh se enzarzaron en otra batalla legal puesto que Demonaz haciendo “La gran Abbath” trató de registrar el nombre como propio. Poco se supo de Immortal hasta este año cuando lanzaron algún que otro single y supimos de Demonaz se encargó de toda la parte creativa del disco, por lo que no hay que ser un genio para darse cuenta de quién fue el ganador del litigio. Ahora la pregunta al escuchar este nuevo disco del ¿Proyecto unipersonal? Immortal es que si los fans salieron ganando y lo más probable es que sí ya que muchos consideran a Demonaz como el verdadero alma mater del grupo. Sin embargo, yo que lo veo desde afuera al escuchar este “War against all” me quedaron bastantes sentimientos encontrados.

“War against all”, décimo disco del ahora ¿proyecto unipersonal? (vuelvo a insistir) noruego Immortal, aunque Demonaz se encargó absolutamente de la composición el solo mantiene el tipo estilístico de sus 3 últimos discos por lo cual desde ese lado no hay quejas. Para las sesiones contó con la colaboración del bajista Ice Dale (Enslaved, Audrey Horne) y el baterista Kevin Kvåle (Gaahls Wyrd) pese a que el disco se llama “En guerra contra todos” y yendo a los resultados artísticos hablamos de un disco cañero con la infaltable fusión entre lo más estridente y gélido del Black Metal y la potencia Thrasher pero al carecer de feeling de banda el disco falla en mostrarse como un producto balanceado y orgánico. Siendo justo con Demonaz debo decir que es admirable que el solo haya craneado todo el disco, ya sea la parte letrista como la instrumental (o sea las, guitarras, bajo y batería) pero también tengo que ser duro y decir que a Demonaz la falta de experiencia en esto de ser un ejército de un solo hombre le jugó en contra ya que al pensar también como debería sonar la base rítmica lo limitó mucho a la hora de crear riffs, por lo que la cosa no explota nunca y prima las medias tintas. No voy a negar que la canción homónima del disco, Thunders of darkness pese a que ambas sean prácticamente iguales en su frenesí gélido y potente, Wargod y su andar épico, aunque resulta muy idéntica a “Tyrants” despiertan entusiasmo y te obligan a cabecear para seguir el ritmo. Pero a partir de No sun y su furia blacker prototípica el disco entra en una suerte de embudo que termina en monotonía y eso tal vez se deba a que los riffs destilados de las guitarras de Demonaz pierden encanto y solidez. Ni siquiera un buen instrumental más tirado al Viking metal como lo es Nordlandihr y Blashyrkh my throne alcanzan a equilibrar el balance y darle solidez a un disco que hasta se siente apresurado y no hablo precisamente en términos rítmicos.

La producción de Arve Isdal (esta vez Peter Tagtgren no fue de la partida) le otorgó al disco un sonido potente y bastante coincidente con los anteriores trabajos, y cuenta con una muy buena portada, mucho mejor que la de “Northern Chaos Gods”. Vuelvo a repetir: es admirable que Demonaz haya intentado por si mismo llevar adelante la propuesta, aunque los resultados en si no acompañaron mucho que digamos. No hace falta que Abbath (que se mostró abierto a una reunión) y Horgh vuelvan a la banda, pero Demonaz necesita de una formación estable y que lo deje menos exigido en términos de composición si quiere mejores resultados para la próxima.

Immortal

Demonaz: voz y guitarra

Músicos de sesión:

Ice Dale: bajo

Kevin Kvåle: batería

 

Canciones

1 War Against All

2 Thunders Of Darkness

3 Wargod

4 No sun

5 Return To Cold

6 Norlandihr

7 Immortal

8 Blashyrkh My Throne

Deja una respuesta