«Una trompada de Dios que ya no duele»

Crítica escrita por: Christian Darchez

Más de uno se me va a reír en la cara cuando diga que los americanos oriundos de Massachusetts Godsmack alguna vez me parecieron una banda interesante mas allá de lo limitada de su música. ¿Por que creía eso? Bueno, nacieron justamente cuando el Grunge en términos creativos, atención de la prensa y de ventas ya había mostrado su acta de defunción y con 2 muy buenos primeros discos como el debut ¨Godsmack¨ (1998) y ¨Awake¨ (2000) que la prensa denomino como ¨Post Grunge¨ dado su simple pero directa alianza entre el rock y el metal alternativo le dieron algo de variedad a la escena yanqui ya dominada en esos tiempos por el New Metal; y que ademas se mostraron como unos relevos de cuidado de Alice In Chains (el nombre de la banda es un claro homenaje a la banda de Jerry Cantrell) explotando en ventas y giras maratonicas. Pero claro que cuando los jóvenes yanquis a medida que fueron creciendo descubrieron el legado de Black Sabbath, Iron Maiden y Judas Priest entre tantos otros y nombres como Lamb Of God (especialmente) comenzaron a ser actos fuertes, se olvidaron rápido de las letras tristes y existenciales, de los riffs gruesos y saltarines y las voces rapeadas que proponía el New; y también se empezaron a olvidar de Godsmack. Peor aun fue cuando Alice In Chains volvió a la actividad en 2005 ya nadie quería escuchar a Godsmack y tal vez fue por eso que tras ¨IV¨ (2006) la brecha temporal entre disco y disco comenzó a ser de 4 años. Y lo cierto que con discos como este deberían tomarse como mínimo 10 años para replantear su carrera.

¨When legends rise¨, séptimo disco de Godsmack y que coincide con el vigésimo aniversario de la salida de su LP debut, muestra a una banda que perdió los pocos atractivos que le quedaban. A donde fueron a parar las voces oscuras, estridentes y furiosas de Sully Erna propias de la escuela de gente como James Hetfield o Layne Staley, los riffs distorsionados pero que sabían de dureza y machaques heavies y solos no tan técnicos pero efectivos; las bases rítmicas no tan cambiantes pero si precisas solo ellos lo saben. Misterio absoluto. En lugar de eso ahora nos ofrecen una copia clase B y Z de bandas ¨rockeras¨ como Creed o Nickelback con los elementos que hicieron que el New Metal se vuelva mas odiable de lo que era. Y así tenemos canciones de distorsión obvia con versos, estribillos amables y melódicos casi poperos como la canción homónima que abre el disco, las horribles Bulletproof cuyo inicio electrónico parece salida del soundtrack de alguna peli de ¨Transformers¨ y momentos (digamos) pesados como Take it to the edge se hunden en la intranscendéncia. Y cuando uno ya piensa que ya tenido suficiente aparece Under your scars una insufrible balada a piano y orquestaciones simulando dramatismo. Tan solo en la acelerada Say my name  Sully Erna parece acordarse de que no es ni Chad Kroeger (Nickelback) ni Scott Stap (Creed) ni Chester Benington que mas allá de lo rebajada que están las guitarras nos recuerda algo del viejo Godsmack. El resto del disco transita en lo mismo: canciones inofensivas con aires a FM y carente de alma alguna.

Al menos a nivel producción el disco suena acorde al enfoque que eligieron para el disco, eso hay que reconocérselo. Muchos criticaron a la banda por movidas como el EP acústico ¨The other side¨ (2004) por considerarlo un micro homenaje obvio a Nirvana del ¨Unplugged¨ (1994) y al anterior ¨1000HP¨ (2014) que en si era un copiar/pegar de discos anteriores; pero lo cierto es que esos trabajos son mil veces superiores a este impersonal y desalmado ¨When legends rise¨. Veremos que pasa con ellos dentro de 4 años.

Godsmack:

Sully Erna: voz y guitarra

Tony Rombola: guitarra

Robin Merrill: bajo

Shannon Larkin: batería

Track list:

01. When Legends Rise

02. Bulletproof

03. Unforgettable

04. Every Part of Me

05. Take It to the Edge

06. Under Your Scars

07. Someday

08. Just One Time

09. Say My Name

10. Let It Out

11. Eye of the Storm

Deja una respuesta