“Purga Industrial”
Reseña de Christian Dárchez
Nunca conviene llegar muy temprano a una fiesta…y esto los ingleses oriundos de Birmingham (la misma ciudad de Black Sabbath) Godflesh lo saben muy bien. Se formaron en 1982 pero no fue hasta 6 años después que el dúo conformado por Justin Broadrick (voz, guitarra, batería y programaciones) y B.C Green (bajo) lanzaron de manera independiente su EP homonimo “Godflesh” en 1988 con el que se les adelantaron unos meses a Ministry (que ya tenian pensado abandonar sus primeros pasos como aprendices de Depeche Mode) en eso de mezclar riffs pesados con bases y beats programados o lo que hoy conocemos como “Metal industrial”. Su LP debut “Streetcleaner” (1989) bajo el sello Earache profundizaba mas la idea aunque con un sonido superior y mas oscuro y denso al de la famosa banda de Al Jourgensen. Ya en los 90 arremetieron con el portentoso “Pure” (1992) que aunque fue bien recibido y en ventas anduvo bien, ese mismo año la prensa y el público cayó mucho mas rendida ante “Psalm 69” de Ministry. Aunque sabemos que esto no es una competencia lo cierto es que las salidas de tono de Al Jourgensen que incluían idas y venidas a la ciudad para comprar drogas, trompadas a la cara de Henry Rollins y demás huevadas extramusicales inclinaron mas la balanza hacia los americanos. Y encima para ese mismo año los Nine Inch Nails de Trent Reznor también se unía a la escena que alcanzó el millón de copias vendidas con el EP “Broken” (Si, con un EP). Esto sin embargo no mermó la moral del duo ingles que continuó su periplo con discos como “Selflesh” (1994) “Songs of Love and Hate” (1996) y el Hip Hop Metal Industrial “Us and them” (1999) siendo este último el que menos dejó satisfecho a Broadrick, en cualquier caso siguieron teniendo el favor de la prensa y el publico afin al estilo pero siempre desde el tercer puesto. El nuevo milenio traería otro cambio de sonido para Godflesh con “Hymns” (2001) disco que mostraba un lado mas convencional incursionando en un Groove Metal que para ese año ya olía a naftalina y con el vendría una repentina separación apenas una año después de la edición del disco. No fue hasta 2010 que el dúo decidió poner la maquina otra vez en funcionamiento con una serie de shows y para 2014 tendrían su regreso discográfico con “A world lit only be fire” (2014) disco mucho mas cercano a sus raíces y que fue no solo fue muy recibido por la prensa y los fans sino que también fue el primer disco de la banda que logró colarse en las listas americanas, algo que también harían con el muy aclamado “Post self” (2017) que escaló hasta el puesto 23 del Billboard americano. Tras aquello se sumieron nuevamente en el ostracismo y que fue acrecentado por la maldita pandemia pero esto no impidió que la banda aprovechara el tiempo para editar algunos compilados, box sets y hasta un disco en vivo celebrando los 30 años de “Pure”. Aparentemente esas ediciones no fueron lo único que mantuvo ocupado al dúo ingles sino también la gestación del disco que hoy nos compete. Un material que pese a que el estilo nunca fue de mis favoritos la pasé muy bien con el.
“PURGE”, octavo disco de los ingleses Godflesh, se aleja de la onda oscurita Post Punk que revoloteó en el anterior ¨Post self” para abrazar el estilo retorcido, denso y a la vez convencional del Metal industrial que ellos mismos patentaron a fines de los 80”. Por eso a nivel estilístico y compositivo no hay demasiadas sorpresas (tampoco tiene por que haberlas) pero si te vas a encontrar con buenas y entretenidas canciones como la marcha constante de la inicial «Nero» de riffeo grueso y serpen «Land Lord» . El machaque entrecortado de la sincopada «Army of non» cuyo único adorno son samplers de voces rapeadas pero no mucho mas, como también al punteo enfermo y oscuro de la marcha negra de «Lazarus Leper». Decadencia introspectiva y casi Doom en las lentas y reptantes «Mythology of self» y en la final «You are the judge the jury and the executioner» cierra el disco de manera rara pero con buen saldo a favor.
La producción corrió como siempre a cargo del mismo Broadrick quien sabe como hacer sonar a la banda, y en ese sentido logró un disco muy parejo en el sonido y como es habitual en el grupo tampoco falta la portada de corte enigmática. Tal vez el disco pierde un poco del empuje y rabia inicial, algo que puede atentar en su escucha para los no muy entrenados en el tema. De todas formas Godflesh regresa así con un buen disco que le agradara mucho a sus fans y a los seguidores del estilo.
Godflesh
Justin Broadrick: voz, guitarra, batería y programaciones
B.C Green: bajo
Canciones
Nero
Land Lord
Army of Non
Lazarus Leper
Permission
The father
Mythology Slef
You are the judge the jury and the executioner