«Por primera vez en la vida he hecho el disco que he querido hacer… no cambiaría nada. Estoy muy orgulloso.»
Entrevista realizada por Crom
Lo prometido es deuda. Hablamos con Joaquín Padilla antes de que El Legado de una Tragedia III viera la luz y nos emplazamos a una nueva charla una vez pudiera escucharlo. Aún tengo que degustarlo más, pero ya tengo cosas que preguntarte. Bienvenido de nuevo.
Vamos por partes, que diría nuestro amigo Jack (el destripador). Me gustaría saber cuándo y por qué decides que para esta tercera entrega necesitas componer y grabar con una orquesta real, no tan solo incluir unos arreglos sinfónicos.
Desde la segunda parte tenía en mente trabajar con músicos clásicos reales. Indiscutiblemente los matices y texturas que te aporta una orquesta sinfónica real no te lo dan los sintetizadores. Además quería que fuera la obra más épica y más sinfónica, y decidí escribirla para orquesta y banda de rock, ya sabes, siempre dándole un poco más a los fans.
No te embarcaste en ello a la ligera, además de tu gusto por algunos clásicos escuchaste y leíste mucho antes de sentarte a componer, fue para ti casi una obsesión que te tuvo ocupado en ello casi al 100% durante meses ¿no es así?.
«Quería que fuera la obra más épica y más sinfónica, y decidí escribirla para orquesta y banda de Rock«
Efectivamente. Yo siempre he sido muy fan de los musicales y de la música sinfónica en general. Pero para esta obra quise bucear mucho más profundo en todos los aspectos. Releí uno por uno todos los relatos de Poe para empaparme de su esencia, de su vocabulario, de su ambientación, y paralalelamente no dejé de escuchar a los clásicos románticos, a Mahler, Brickner, Dvorak, Holstz… y por supuesto todas las bandas sonoras que me han acompañado a lo largo de la vida especialmente de Howard Shore y John Williams. Quería respirar ese ambiente a cada instante, de manera que mi mente se moviera en esos parámetros mientras estaba componiendo y orquestando.
No me imagino lo difícil que ha tenido que ser para ti componer para una banda de Metal y una orquesta sinfónica, que tiene el mismo peso y a veces está por delante de la banda. ¿Cómo se hace eso?
En mi cabeza aparecen melodías, quizás por aquello de que soy cantante. No suelo trabajar a partir de riffs, siempre melodías. Y una vez que tengo las melodías que me tocan el corazón empiezo a hacer los arreglos. Si estoy trabajando en una parte de la historia más violenta o más traumática sé que la orquesta va a ir muy apoyado en lo cellos y las trompas y que usaré los violines para imponer velocidad, y por supuesto que la base de rock va a ser más contundente… si es una zona de valle, sé que va a mandar la orquesta porque va a ser más adagio. Y sobre eso luego voy incluyendo elementos, la percusión sinfónica, o corales líricas que apoyen el texto… Es complejo pero muy apasionante.
Lo que sí saco en claro es que el director Txema Cariñena te ayudó bastante a la hora de llevarla a la práctica ¿no es cierto?
Fue de mucha ayuda. Yo he escrito muchas piezas sinfónicas pero siempre con samplers. Era la primera vez que orquestaba para todos y cada uno de los miembros de una orquesta y hacía partituras para todos ellos. Siempre puede haber algún error de tesituras o de escritura y Txema estuvo conmigo al pie del cañon, sobre todo con las maderas. Es un músicos con mucho talento, un gran director y encontrarle en mi camino ha sido uno de los grandes regalos de esta obra. Estoy más que convencido de que haremos muchas más cosas juntos.
¿Fue difícil encontrar una sala adecuada para grabar los instrumentos, que tuviera buena acústica y fuera suficientemente espaciosa (y asequible por precio)?
La logística siempre es complicada. Gracias a Dios contamos con la Escuela de música de Rivas VaciaMadrid que nos dejó su auditorio para grabar la mayor parte de las cuerdas y los metales y les estoy muy agradecido por que es un lugar muy acogedor, donde se trabaja muy bien y con muy buena acústica. Desplazamos un estudio móvil hasta allí para hacer las tomas y la verdad es que estoy muy contento del resultado. Después algunos recordings y los instrumentos solistas los grabamos en estudios convencionales.
Luego, la logística de grabar los instrumentos, la distinta microfonía que exigía cada instrumento… ahí creo que también tuviste la inestimable ayuda de alguien…
Sin duda una pieza clave en este disco ha sido Pablo Villuendas, el ingeniero que se ha hecho cargo de las tomas de sonido, la mezcla y el mastering. Tuvimos muchos problemas para encontrar máquinas que fueran capaces de mover más de 350 pistas por tema. Fue muy meticuloso en tener muchos micros por cada sección de la orquesta y en la obra además hay unas corales líricas de la que grabamos 32 pistas por tema, hay decenas de pistas de los cantantes solistas… en fin, un trabajo muy laborioso y que Pablo, que está igual de loco que yo, ha hecho de una manera increíble!.
En el DVD, hay una anécdota que se cuenta sobre uno de los músicos, un trompetista con largos años de experiencia, que dice que tuvo que volver a estudiar para interpretar algunos pasajes (risas).
«Los músicos clásicos tuvieron que sudar para interpretar los arreglos que había compuesto.»
Sí, la verdad es que la obra no es nada fácil de interpretar. Los músicos clásicos tuvieron que sudar para interpretar los arreglos que había compuesto. Intenté ser muy exigente conmigo mismo a la hora de escribir, no quería hacer nada simple, sin o exprimirme al máximo. Lo aprendí del escritor Alan Moore que decía en una entrevista que para ser un buen autor tienes que tratar tu obra como si fueras Dios y tuvieras que crear un mundo perfecto. Así que trasladé mi grado de exigencia que me había autoimpuesto a los músicos que tenían que tocarlo. Es un repertorio muy exigente. No todos los cantantes por ejemplo pueden cantar canciones como estas, con tantos cambios de compás, de ritmo, con armonías complejas, muchas tensiones…Y algún músico me bromeaba con ello.
¿Dormías bien por las noches en esos días?
Suelo dormir bastante bien en general, sobre todo cuando hago algo que me apasiona tanto. Lo que si te puedo decir es que estaba pensando en la obra 24 horas al día. Suele leer una hora u hora y media todas las noches antes de dormir, con lo que me dormía con Poe y me levantaba temprano para escribir orquestaciones. Así durante dos años y medio. Ha sido un periodo de mi vida muy intenso.
Imagino que habrán quedado posos de esa colaboración, dice el director que eras «muy exigente y puntilloso», pero tirano no, espero (risas).
Bueno, eso tendrían que decírtelo los músicos más que yo, pero siempre intento que haya un buen ambiente en el estudio, creo que es fundamental para que el artista se encuentre cómodo y pueda dar lo mejor de sí mismo. Eso sí, tengo muy claro lo que quiero y hasta donde pueden llegar los músicos con los que trabajo con lo que les exprimo al máximo. Tengo claro cuando estoy trabajando en que no hemos quedado para tomar copa y echarnos unas risas… eso después, por supuesto. Pero mientras estamos grabando o ensayando quiero dar el cien por cien y exijo lo mismo.
Luego, el tema de la percusión también fue algo complejo. Grabando no solo baterías de Metal, sino instrumentos acústicos clásicos como bombos, timbales, platos, cajas… Para ello contaste con una sala amplia con multitud de micrófonos y buena acústica. Los Estudios Cadillac Blood fue tu elección y confiaste en Andy C (Lords of Black) para ello. Creo que es evidente que habéis hecho un gran trabajo juntos.
No es lo mismo trabajar con un batería cuando va a grabar él sólo que tiene libertad para tocar lo que quiera, que cuando vas a tener a un percusionista detrás incluyendo otros instrumentos de percusión. Hubo que organizar muy bien cada parte, saber donde debían destacar los bateristas y cuando debían contenerse. La verdad es que el trabajo tanto de Andy, como de Carlos Expósito (Leo Jiménez) y Adriá Romero (Opera Magna) ha sido fabuloso.
En el aspecto de las guitarras, tengo entendido que tú traías los aspectos compositivos bastante definidos y los guitarristas tenían más una función de intérpretes. Aún así, es inevitable que cada cual aporte su personalidad y quede plasmada la impronta en sus aportes ¿no? Eso le da naturalidad y color al resultado final.
En esta ocasión todos los riffs ya estaban compuestos por mí en las demos del proyecto. Cuando trabajo con Abel Franco (Tony Solo), él aporta su personalidad, su pulso y su increíble sonido, y lo que dejo es plena libertad para los solos. Es ahí donde los guitarras tienen más margen para desarrollar su personalidad, que es lo que a mí me interesa, conseguir los colores que cada uno aporta con su personalidad.
Diego Miranda es uno de los bajistas de más peso, no solo en esta última entrega, sino en los demás y otros proyectos. ¿Qué te aporta?
Es un bajista que viene del rock clásico, de la vieja escuela, Purple, AC/DC… Es menos metal pero tiene más peso, más contundencia, con lo que es ideal para los temas que no son tan rápidos, que necesitan de un empaque mayor. Además tiene una concepción muy melódica del bajo, siempre aporta frases que ayudan a enfatizar aspectos de la canción. Es uno de mis bajistas de cabecera.
El apartado voces es impresionante, hay un elenco de artistas y talentos enormes, es casi una obra coral en ese aspecto. Creo que solo hubo dos o tres vocalistas que no quisieron sumarse al proyecto, a los demás debió atraerles mucho la idea.
En estos 12 años (empecé a componer LDUT I en 2004) han sido muy pocos los músicos que han declinado mi invitación a participar y es algo que yo agradezco. Siempre he tenido muy buena acogida y los músicos han estado dispuestos a dejar su talento en estos discos.
«Busco al cantante que mejor da el perfil de cada personaje.. tienen que cuadrar en espíritu, en tesitura, en formas…»
Aún así, tuviste que hacer una selección para buscar aquellos cuyos registros se adecuaran más a los personajes que creaste y la idea que tenías en tu mente de cómo debían ser esas voces.
Busco al cantante que mejor da el perfil de cada personaje, ni más ni menos. Algunos fans me preguntan por qué no llamo a unos u a otros artistas, y ahí tienen la respuesta. Son vocalistas que van a hacer de un personaje, y tienen que cuadrar en espíritu, en tesitura, en formas… Además hay cantantes a los que admiro y con los que nunca he trabajado y me gusta incluirles. En esta tercera parte conté por ejemplo con Carlos de Dünedain que además tiene conocimientos líricos que me aportaban mucho a su personaje o a Migue de Saurom, que ha hecho la interpretación más dramatizada de todas, casi puedo ver a Lucién cuando le oigo cantar.
Leo Jiménez es el protagonista de la saga, conozco bien al vocalista, ¿cómo es la persona?
Es un tío muy trabajador, muy responsable. Desde que entra en el estudio hasta que sale intenta ser lo más perfeccionista posible, por eso nos llevamos guay. Te sorprendería, es un tipo muy, muy divertido, siempre gastando bromas. Tiene un aspecto muy agresivo, de tipo duro, y luego es un pedazo de pan.
No voy a pedirte que hables de cada voz, porque sus registros son como los colores del Arco Iris, cubren todo el espectro. Siempre parece que lo de casa lo valoramos menos pero ¿no crees que tenemos auténticos monstruos en nuestro país?
¿Alguien lo dudaba? No hay más ciego que el que no quiere ver. Luego pagas una pasta por ver conciertos de algunos artistas guiris que se van arrastrando y todo el mundo tan contento. Lo que pasa es que igual que te digo que hay grandísimos músicos, también hay mucho que se cuelga una guitarra hace cualquier cosa y se lo lleva muerto, como en todas partes. Pero sin duda, el que tiene talento en nuestro país no tiene nada que envidiar a lo de fuera.
Los vocalistas hablan de la complejidad de interpretar tus composiciones, en esta entrega más que en las anteriores, y que el nivel de exigencia para interpretarlas era mayor. ¿Has sido consciente de ello? ¿es algo buscado o la obra te marcaba esas exigencias?
Quizás mis influencias tengan que ver. Por ejemplo soy un enamorado de Wagner, y tragarte “Tristán e Isolda” no es fácil, o dentro de los compositores de musicales, amo a Stephen Sondheim, autor de Sweeny Todd o Follies, que es el rey de las armonías complejas, de las tensiones… Cuando haces una obra tan compleja como esta, necesitas una cierta densidad, para que la historia sea acompañada por la música.
¿Compartes la idea de Leo de que esta última entrega es menos metalera y más elaborada?
Yo hago música. No hago metal o rock o clásico… simplemente música. Obviamente hay una base de metal, pero intento que no me influya encasillarme en un estilo, o un tipo de riff… escribo de lo que sale del corazón. Sin duda al tener tanto protagonismo la orquesta sinfónica, hace que la parte de metal de un par de pasos hacia atrás… pero sería incomprensible para mí que alguien dijera que esto no es heavy metal.
Imagino que debes de estar agradecido a todos estos músicos que participan en E.L.D.U.T.III, y estoy convencido de que se lo has manifestado en su momento a cada cual.
Sin duda… ellos ponen sobre el papel lo que yo he ideado en mi mente. Eternamente agradecido a todos y cada uno de ellos.
Sé que para llevar a cabo este proyecto te has apoyado en más gente, que hay dos o tres personas claves que te han ayudado en este camino… o que te han soportado (risas). ¿Hay algo que quieras decirles o agradecerles desde aquí? ¿Por ejemplo a tu mujer?
Chus (Herranz) es uno de mis pilares en la vida. No sólo es mi esposa y me apoya a la hora de embarcarme en esta clase de trabajos, sino que además hace las veces de musa y, al ser también cantante y venir del mundo del teatro (ha hecho 16 musicales), me aporta consejos muy valiosos cuando tengo dudas sobre algún pasaje, o con la selección de los integrantes del coro lírico, que la hizo ella… Hay un secreto, la admiro mucho, como mujer y como artista, y creo que ella también valora de la misma forma lo que hago, por eso encaja tan bien un trabajo tan absorbente. Tengo mucho que agradecerle…
Aún estoy con la reseña amigo, si para ti ha sido una odisea (también una aventura) componer esta obra, hablar sobre ella te aseguro que no es fácil… ¿qué sientes ahora que has hecho pública tu última entrega? ¿Estás totalmente satisfecho, cambiarías algo?
Por primera vez en la vida he hecho el disco que he querido hacer. Alguien dijo una vez que un disco nunca se acaba, siempre añadirías algo, o cambiarías algo… yo esta vez te aseguro que no cambiaría nada. Estoy muy orgulloso y de las excelentes críticas que he recibido en todo el mundo.
Hablamos en la anterior entrevista de la posibilidad de llevar el Legado al directo, sería un sueño hecho realidad reunir aunque sea parte de los músicos que la han hecho posible en vivo. ¿Qué le decimos a nuestros lectores, hay esperanzas?
Alguien me dijo una vez en 2004 que no conseguiría hacer una opera metal en español con los mejores músicos de este país y mucho menos hacer tres partes…
¿Y ahora? ¿Qué nuevos proyectos tiene Joaquín Padilla en mente? Estoy convencido de que alguien tan inquieto ya está maquinando algo (risas).
Mi cabeza nunca para de crear… en estos momentos estoy trabajando en una obra de teatro (nada que ver con el metal) y tengo en mente un proyecto de rock del que poco te puedo contar de momento, porque estoy perfilándolo, pero que va a sorprender a muchos… Y por supuesto gestionando los pedidos que llegan a www.legadodeunatragedia.es del Legado!!
No puedo menos que recomendar a nuestros lectores que se hagan con una copia física de este nuevo trabajo, sí, que lo compréis!. Solo por el DVD ya merece la pena, todos esos detalles sobre la grabación, ver y oír a tus artistas preferidos hablar sobre sus colaboraciones… es algo que debes disfrutar en su plenitud. Imagino que estás de acuerdo conmigo, ¿no Joaquin? (Risas)
El DVD es una pasada, obra de Oscar F. Saldaña que ha hecho una película increíble. Debo reconocer que mucha parte del material que aparece yo no lo había visualizado previamente, y cuando vi el resultado final me ha encantado. Creo que cuando haces una obra así de ambiciosa, con tantos elementos, tantos artistas, la orquesta, la coral… era necesario un DVD que mostrara los entresijos de la obra. 100 minutos de material inédito.
Pues nada más, no te imaginas el placer que ha sido para mí sumergirme en este nuevo Legado, y charlar contigo. Puedes estar realmente orgulloso de lo que has creado, un fuerte abrazo.
Muchas gracias, el placer ha sido mío.
Escrito por Crom