Calificación: 8/10 género: documental
¨No se olviden de Cabezas¨
Reseña de Christian Dárchez
El 25 de Enero de 1997 a las afueras de la ciudad balnearia de Pinamar (al Este de Buenos Aires) y en un descampado se encontró el auto y el cuerpo calcinado de José Luis Cabezas, un reputádisimo reportero grafico dedicado a la fotografía que trabajaba para la famosa revista semanal argentina ¨Noticias¨. Su cuerpo se halló esposado al volante y con un disparo en la cabeza (aunque luego la autopsia reveló que tenia uno mas), lo que claramente se trataba de un asesinato por encargo y de connotaciones mafiosas. El crimen causó una enorme conmoción no solo en el ambiente periodístico sino también en la sociedad argentina de la época al igual que una enorme indignación dada la total impunidad con la que se movieron los asesinos como si se tratase de la dictadura militar, por lo cual se sucedieron numerosas marchas por pedido de justicia en todo mi país, algo que no ocurría desde el asesinato de María Soledad Morales en 1990 en el cual estuvieron involucrados los denominados ¨Hijos del poder¨ y del conscripto Omar Carrasco asesinado por sus superiores mientras cumplía el servicio militar obligatorio en 1994. Las primeras sospechas recayeron en el empresario postal Alfredo Yabrán, a quien Cabezas logró fotografiar a principios de 1996 y estaba siendo siendo investigado por diversas actividades ilícitas y además tenia un estrecho vínculo con el gobierno menemista de la época. Tras poder dar con los autores materiales del crimen, la justicia tuvo suficientes pruebas para acusar a Yabrán como autor intelectual y ordenaron su detención; después de 5 días de búsqueda lograron acorralarlo en una casa de campo pero el poderoso empresario se ¨suicidó¨ de un disparo de escopeta en Mayo de 1998. Un caso muy documentado que yo al menos recuerdo bastante bien puesto que en su época tanto en los diarios y noticieros no se hablaba de otra cosa y además (al igual que el de María Soledad Morales y Omar Carrasco) fue un caso emblema de lucha contra la impunidad en los 90’.
Que esta larga intro no los engañe ya que apenas conté una mínima parte de lo que comúnmente se conoce del ¨Caso Cabezas¨, para enterarse mas lo van a hacer al ver el documental del realizador Alejandro Hartmann que ya tiene experiencia con este tipo de propuestas como en ¨ Carmel: ¿Quién mató a María Marta?¨ sobre el mediático caso de María Marta García Belsunce. En esta oportunidad Hartmann en esta producción de Netflix ofrece una exhaustiva crónica de los hechos mediante muy buen material de archivo de la época que van desde fotos, videos de los noticieros cubriendo la noticia que se complementan muy bien con el testimonio de alguno de los involucrados en el caso: desde el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, compañeros de trabajo y colegas de Cabezas, abogados y el fiscal de la causa y por sobre todo su viuda. El mismo esta relatado en orden cronológico desde la noche que se lo vio con vida al fotógrafo, el macabro hallazgo de su cuerpo y la posterior investigación en la que pudieron dar aunque sea con los culpables materiales del asesinato ya que no son pocos los que aún hoy creen que el empresario y magnate Yabrán en realidad no se suicidó (me incluyo entre ellos) y que todo fue un montaje para poder zafarse de la justicia terrenal (diciéndolo así por si es verdad que existe la justicia celestial) y su posterior escape del país fue arreglado por el ex presidente Carlos Menem que por aquellos años su gobierno estaba sumido en numerosos casos de corrupción y tenía vínculos con Yabrán. El documental también narra las consecuencias tanto sociales como políticas que tuvo el caso en su momento (no voy a quemar nada mas) toso de manera muy detallada y con mucho tacto a la hora de hacerlo.
Sencillamente me encantó el documental y al menos en ese campo la cuestionada plataforma de Netflix (que solo remonta con sus series estrella como ¨Stranger things¨o ¨Cobra Kai¨) suele ofrecer propuestas muy interesantes como este gran documental sobre un caso que fue emblema no solo de lucha contra la impunidad sino también por la libre expresión de prensa. No se olviden de Cabezas…