“En torno al Heavy Metal tradicional”
Amigos de Dioses del Metal, traemos hoy hasta aquí el tercer trabajo de los alicantinos de Alcoy, Drueida, con el nombre de Collateral Damage, lanzado bajo el sello de The Fish Factory y disponible desde el pasado 29 de mayo. Puede decirse que es una evolución lógica de sus anteriores discos, El Brebaje (EP, 2004) e Into The House Evil (LP, 2008). Con algunos años en la escena, desde 1998, siempre se movieron en torno al Heavy Metal tradicional mezclando los sonidos e influencias de todos los miembros de la banda y aquí no se han apartado mucho de ello.
Un álbum largo y currado, con doce temas densos pues todos están generosamente por encima de los 4 minutos y casi cincuenta y siete de buena música e interpretado, como su nombre indica, en inglés. La producción es muy aceptable, quizás las guitarras sean en exceso protagonistas con el registro de la intensa voz de Julián en frecuencias superiores, no se entorpecen pero el ambiente creado es demasiado “metálico” para mi gusto, pero ya se sabe que de estos tantos como metales. Lo que seguro coincidiré con muchos es que Life Lesson es una buena apertura, trasmutando una y otra vez la melodía según avanza, con ritmos sutilmente cambiantes y con un punteo calentito.
Cuando termina de resonar se te queda un agradable sabor de true Metal, típico, de los de siempre, a Judas Priest, Iron Maiden, Queensrÿche…, salvando las distancias y con el tamizado “made in spain”, pero del bien ejecutado como en The Gift, con curiosos cambios de ritmo a caballo del adictivo riffeo y un estribillo pegadizo. Las seis cuerdas engalanan con gusto las melodías, mucha rítmica, doblando con generosidad las guitarras y con un importante protagonismo de los solos de guitarra, bien ejecutados y acertados.
Bajamos un poco la luminosidad con Back From The Underworld, riffs más pesados llevan de la mano otro corte tradicional. Casi todas las canciones son atractivas, con un nivel medio/alto, no es que haya muchas diferencias en las composiciones pero se dejan sentir con ganas. Si te gusta un sonido crudo, real, vacío de artificios y con pegada metálica, este disco te llenará y debes de darle una oportunidad sin dudarlo, como la cabalgada de riffeos maiden y el solo de guitarra que lleva Forgotten Race.
Marcos Cabrerizo, además de darle con arte a las seis cuerdas lleva bien el tema de las ideas e inspiración en el artwork. Esa mirada, con los ojos enrojecidos a través de la bola de cristal, infunde pavor, los detalles de las balas, monedas…, es atractiva y también audaz porque me sugieren otros estilos a caballo entre lo Progresivo y el Power, de todas formas está claro que encierra Metal de buen octanaje.
En Scala Dei hay más machaque de la línea rítmica, con paradas en acústico del ritmo y llevando ahí la voz más pausada, un tema completo. El medio tiempo inicial de Seven Deadly Sins da paso a un Metal más acelerado pero sin desfasar porque las canciones están bastante asentadas, por eso creo que no les hubiera ido mal un adelgazamiento a algunas en cuanto a segundos. Influenza Pandemic continúa con la fuerza y buenas guitarras, cadencioso y variado, tiene un estribillo rozando lo épico. Sweet Death sigue en la línea, puestos a destacar, lustroso guitarreo doblado y grandes solos. No podía faltar la balada Heavy, en este caso March cumple y sirve para romper la linealidad que no la monotonía.
Algo de Black Sabbath en ambas partes de The Omen (part 1 – Hell is your ally) y (part 2 – Was it real?), cabalgante y directa la primera con la otra más completa y progresiva, las dos más oscuras que el resto de temas. En cuanto al fin de disco, Too Bad for Heaven, Too Good for Hell, se adorna con envolventes acordes y ritmo Sabbath, con varios cambios de cadencia, acústico incluido, conformando un remate más que bueno.
True Metal directo, de vuelta y vuelta, sin especias, con sabor a auténtico. Los Drueida siguen en la brecha y aportan un disco interesante con el que seguro darán que hablar, no dudéis en darle unas oídas. La media de mis variables a valorar sale de 7,5 puntos sobre diez. Un saludo de acero a todos.
Canciones
- Life Lesson
- The Gift
- Back From The Underworld
- Forgotten Race
- Scala Dei
- Seven Deadly Sins
- Influenza Pandemic
- Sweet Death
- March
- The Omen (part 1 – Hell is your ally)
- The Omen (part 2 – Was it real?)
- Too Bad for Heaven, Too Good for Hell
Componentes
- Julián Campayo. Voz
- Marcos “Isy” Cabrerizo. Guitarra solista
- Oscar Femenia. Guitarra rítmica
- Javi “Carnisser” Penades. Bajo
- Cristian Pérez. Batería
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