«Oda al Death Metal»
Por José Meh
España – Death Metal
Aaaaahhhh, sí. Cómo me mola el olor a sangre rancia y putrefacción a primera hora de la mañana, maldita sea. Déjate de Napalm, que eso es para niños, te pones un disco de Devouring y no queda piedra sobre piedra en todo el puto continente asiático, joder. Y menos mal que han sacado ese esperado disco, puesto que no los veía en marcha desde que arrasaron en el Extreme Division Mallorca del año pasado, donde pasaron por encima del resto de bandas (sin que esto se trate de una competición y sin desmerecer al resto) y ya los estaba empezando a echar de menos. Bueno, os explico de qué va esto. Devouring es la clara definición de lo que significa «Death Metal». Al estilo tradicional, de toda la vida, sin inventos raros que ha adoptado la forma de una banda de melenudos currantes formada en Mallorca allá por el 2011 y su propuesta no se anda con titubeos, lo suyo es conmemorar al género extremo partiendo de un material muy deudor de los grandes de la vieja escuela, tanto europea como americana, como pueden ser Morbid Angel, Dismember, Grave, Entombed… y demás. Hasta ahora el último material editado que teníamos de ellos, si no me falla la memoria, es un EP titulado Primordial Being Of Chaos, además de una colaboración en un álbum de tributo a Vomitory editado en 2014, en el que participan con el tema «A Lesson In Virulence», junto a otras bandas como Aposento, V.I.L., Bloodt Brotherhood o Edenkaiser. Y bueno, al ser de Mallorca, he podido verlos en directo en varias ocasiones, siendo la mencionada arriba en el Extreme Division la mejor que les he visto, puesto que noté la clara mejoría que han experimentado en ese aspecto… aunque tampoco se les ha dado mal nunca, ahí están sus conciertos junto a mindundis novatillos del rollo como Impaled Nazarene, Sinister o Decapitated Christ para dejar claro que Devouring saben de qué va esto de tocar en directo.
Y ahora vamos a lo que nos trae aquí, a este post: Psalms Of Death, una ronda de poesías hermosamente románticas dedicadas al Death Metal. Tras ese genial artwork, obra de uno de los maestros más enfermos de la escena (la propia banda lo define así), César Valladares, en quien la han vuelto a depositar su confianza para ilustrar, como Cthulhu manda, la más pura esencia de la propuesta Devouring, encontramos una colección de nueve abrasivos temas devastadores, compactos y atronadores. De esos que no debes ponerte cuando tienes resaca. Estos tíos han mamado Death Metal desde que no tenían pelo en… el pecho… y eso se plasma en este disco, que recoge toda la esencia de un género que ha vivido un 2017 pletórico tanto por parte de las bandas grandes como en el underground.
Una vez dejamos de observar el artwork, el tracklist y esas cosas, nos metemos de lleno en el disco con The Dethroned Messiah, sin intros ni hostias, eso es para powermetaleros, tormenta de hostias desde el primer segundo en el ya que se aprecia la más clara mejoría sobre el EP anterior, que es el sonido final del disco. Suena sucio, suena oscuro, suena de puta madre, con la potencia que demanda una banda como ellos y que no habían tenido hasta ahora en estudio. El tema en sí es una maquinaria de riffs potentes a fuego, con breves arranques melódicos y un entorno abrasivo como Devouring saben crear. Le siguen tres zurriagazos como son Vivid Nightmares, de ritmo aplastante revientacráneos, todo un seguro cada vez que la tocan en directo, Where Madness Lies, machacón desde el inicio y que va desembocando en una auténtica locura sónica como su título indica, convirtiéndose en uno de mis cortes favoritos del disco, y Morbid Insanity, en la que todos los instrumentos lucen una notable labor para completar un sólido tema.
El LP sigue avanzando con dos cortes inéditos hasta la fecha, como son Whispers From Nephren’ka, un corte oscuro, abrasivo y bien elaborado, que arranca lentamente y luego va jugando bien con diferentes ritmos, y I Become Death, mucho más primitiva, malhumorada y cafre, pero en la que, al igual que en la canción anterior, se nota el crecimiento compositivo de la banda respecto al material más antiguo. Sons Of The Plague, uno de esos cortes oscuros con ritmos y voces recién salidos de las zonas más putrefactas del averno deja paso al final del disco, que llega con, casualmente, mis dos temas favoritos de siempre de la banda: Wall Of Putrid Flesh, abrasivo y nauseabundo en todo momento (palabra que en términos de Death Metal significan que bien), sobre todo cuando Joan recita el título con toda la furia del mundo, y Echoes From R’lyeh, el tema que suele ser más exitoso en los directos de Devouring, primero porque es tralla pura y segundo porque tiene puntos en los que anima a que el público acompañe coreando esos «IÄ! IÄ!» del estribillo.
Total, un gran trabajo de una panda de currantes de nuestra escena extrema como son Devouring. Psalms Of Death contiene nueve temas que conjuntan un portentoso homenaje a las raíces más primitivas y tradicionales del Death Metal, a las que la banda de Joan, Biel, Risto, Alex y Jose aporta su granito de arena y su punto de sonido propio sin liarse a inventar cosas raras. El disco es realmente notable, todos los temas funcionan bien, se mantienen a un nivel constante y cuesta destacar uno por encima del otro, el nivel instrumental es enorme, Joan es el vocalista que toda banda del rollo desearía… no sé, colega, poco más te puedo decir. Solo me queda añadir que, si te gusta el Death Metal, estás de enhorabuena porque Devouring tienen material nuevo y, joder, es cojonudo.
Devouring son:
Joan: Voz.
Biel: Guitarras.
Alex: Guitarras.
Risto: Bajo.
Jose: Batería.
Tracklist:
1. The Dethroned Messiah
2. Vivid Nightmares
3. Where Madness Lies
4. Morbid Insanity
5. Whispers From Nephren’ka
6. I Become Death
7. Sons of the Plague
8. Wall of Putrid Flesh
9. Echoes from R’lyeh