La estrella aún sigue su camino”

Crítica escrita por: Christian Darchez

Reino Unido – Rock

52 años ya de carrera de esta gloria inglesa del rock llamada Deep Purple y no detienen su marcha, ¿Qué puede decirse que no se haya dicho ya? Sencillamente nada. Solo basta con ir a los archivos musicales de joyas como ¨In rock¨ (1970) ¨Fireball¨ (1971) o el celebérrimo ¨Machine head¨ (1972) por citar unos pocos ejemplos y hitazos como ¨Highway star¨ ¨Smoke on the water¨ ¨Speed king¨ o ¨Child in time¨ que a la postre se convirtieron clásicos inoxidables de todos los tiempos. Claro que la banda ha sufrido mutaciones desde su primera hora, desde cambios de integrantes que derivaron en la disolución del conocido ¨Mark II¨ integrado por el cantante Ian Gillan, Ritchie Blackmore (guitarra), Roger Glover (bajo), John Lord (teclados) y el baterista Ian Paice; los discos con David Coverdale y Glenn Hughes hasta su separación en por lo menos 2 ocasiones. Es harto conocida la historia de la purpura profunda y contarla desde acá se convertiría más en un articulo digno del Wikipedia que una reseña en sí, por lo que voy a decir que desde la edición de ¨Now what?¨ (2013) la banda ha editado discos de manera bastante asidua y hoy en plena pandemia los gentleman ingleses entregan un notable disco de su ya vasta carrera.

¨Whoosh!¨, vigésimo primer disco de Deep Purple, deja muy bien en claro que a la hora de encararlo uno debe olvidarse de que va a encontrarse con clásicos a la altura de su ilustre y gran pasado sino anclarse únicamente en el presente, sobre todo porque estamos hablando de gente que, a excepción del guitarrista Steve Morse, ya paso los 70 años de edad. De todas formas muchos de nosotros daríamos lo que sea para llegar a esa edad y plasmar muy buenas piezas de rock como las que pueblan a este ¨Whoosh!¨ como el comienzo riffero de Throw my bones acompañado por teclados, las rítmicas siempre precisas y telepáticas del bajista Roger Glover y el baterista Ian Paice y la garganta efectiva de Ian Gillan esta vez no tan exigido como ocurrió en ¨Now what?¨, acá se lo escucha mucho mas cómodo y en su salsa. Drop the weapon es otra pieza rockera al uso y con un gran solo de Steve Morse y el tecladista Don Airey. El punto de inflexión lo marca es la emoción a flor de piel de la rara pero muy bonita Nothing at all de cierto sabor AOR aunque el Hammond setentoso marca ¨Purple¨ de Airey esta ahí para marcar la diferencia. ¿Guiños al pasado? Si los hay, pero con mucha dignidad y cero olor a naftalina como es el caso del intro de No need to shout bien a lo ¨Perfect strangers¨ (el tema) para pasar a un riff muy a lo ¨Stormbringer¨ pero que se desenvuelve sobre una estructura mas blusera y hasta un solo en plan piano jejeje. Step by step tiene esa onda neoclásica de su etapa primigenia con los teclados marcando los tiempos, voces en plan duo aunque se hace algo corta se disfruta. Por si alguien mover el piecito ahí esta What the what un rock clásico casi Rockabilly bastante simpatico. La cosa se pone más dura con el andar guitarrero de Long way round y mas enigmática con el brio casi místico de The power of the moon en el que luego se desprende un interludio soberbio desde la parte instrumental. Man alive sigue la onda ¨medio tiempera¨ de casi todo el disco aunque la pifian en la parte recitada de la canción y pese a dar un mensaje positivo sobre la realidad en la que vivimos se queda algo corta. Para el final llega el instrumental And the adress que no es otra que la remake del tema del mismo nombre que abría ¨Shades of  Deep Purple¨ (1968) y Dancing in my sleep donde condensan bastante bien el espíritu funky que alguna vez estuvo presente, el Blues y el rock duro en una muy buena y efectiva canción sin convertirla en un pastiche cierra el disco de muy buenas maneras.

La producción a cargo de Bob Ezrin, eterno ladero de Alice Cooper, como siempre dota a cada instrumento, detalles y arreglos de con la perfección y maestría de un orfebre, ademas de una muy buena portada que sigue el mismo camino de empeño en el campo como lo mostraron en el anterior ¨Infinite¨ (2017). Sin ser una obra maestra memorable, al menos para mí y tampoco tenia porque serlo, ¨Whoosh!¨ es un buen manifiesto de una leyenda viviente de que el brio y oficio por el buen Rock a pesar del paso del tiempo no se pierde nunca. LARGA VIDA A LA PURPURA PROFUNDA!

Deep Purple:

Ian Gillan: voz

Steve Morse: guitarra

Don Airey: teclados

Roger Glover: bajo

Ian Paice: batería

Tracklist:

01. Throw My Bones

02. Drop the Weapon

03. We’re All the Same in the Dark

04. Nothing at All

05. No Need to Shout

06. Step by Step

07. What the What

08. The Long Way Round

09. The Power of the Moon

10. Remission Possible

11. Man Alive

12. And the Address

13. Dancing in My Sleep

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