“Buen disco sinfónico pero sin cuajar del todo”
Damnation Angels graban su segundo trabajo en estudio tras haber recibido buenas críticas y recibimiento con su debut de 2012. El estilo empleado vuelve a ser muy parecido, tocando varios aspectos técnicos del progresivo, metal sinfónico y power tradicional, es decir, si hay que buscar una semejanza yo diría que a Epica son a los que más se acercan.
Sin duda es un disco que va a ser tenido muy en cuenta para pelear por el primer puesto en su género ya que no tiene apenas ningún altibajo compositivamente hablando, además que la producción, sin ser excelente, cumple su cometido.
El disco comienza con “Finding Requiem”, de corte totalmente sinfónico y con sonido pesado tras el cual se dejan escapar todavía ciertas influencias de grupos como Kamelot o Circus Maximus (sobre todo en la voz) y de los franceses Spheric Universe Experience en el tipo de composición, así como en la voz. Es un tema largo, de siete minutos en los que hay una introducción al disco al comienzo y una parte instrumental de buena calidad después de dos estribillos seguidos. El objetivo de este tema sin duda es el de mostrar al oyente cómo se va a desarrollar el disco, ofreciendo varios palos de los que tirar.
“Icarus Syndrome” es un tema más comercial aunque mantiene la fuerza con la que han empezado, de nuevo la voz se lleva el premio gordo, logrando cautivar al oyente. “This Is Who We Are” augura ser de las buenas, no me equivoco, de aspecto progresivo, comienza lenta (muy parecido a los Kamelot de “Epica” o “The Black Halo”), se convierte en medio tiempo y acelera poco a poco hasta el segundo solo de guitarra del disco con carácter personal. Tras el parón sinfónico terminan los cinco minutos tras el riff machacón y ritmo acelerado. Buen tema.
Algo que sí era de esperar es que hubiera alguna canción mínimo al estilo balada, aquí llega “The Frontiersman”. Si las partes graves las hubiera cantado Roy Khan no me hubiera percatado del cambio. La canción se desarrolla lenta con guitarra acústica y los teclados emulando una orquesta sinfónica como principal protagonista. De la segunda parte podemos decir que es diferente, ya que en nueve minutos quedaría muy pesado siempre lo mismo. En la mitad se produce un “puente” instrumental sinfónico para dar paso a dos minutos instrumentales en los que la batería y guitarra ofrecen un bonito espectáculo técnico. De nuevo otro parón, vocal en este caso, para terminar la canción de la misma forma que empezó.
“Closure” de nuevo muestra sus influencias más cercanas. Es un medio tiempo con fuerza guitarrera que parece ser uno más del disco sin llegar a tener la repercusión de los demás, pero voy a destacar la calidad vocal. Aquí Pellek alcanza unos registros que no todo el mundo puede presumir. “The Passing” es el tema progresivo por definición, de los del tercer tipo. Comienza lenta, su desarrollo va in-crescendo y termina veloz tras una pausa. Si lo escuchas te darás cuenta que no solo es teoría musical, se puede hacer realidad. La pega es que cumplir todas estas premisas hace que el resultado final no sea muy personal, aunque destaco la actuación instrumental por encima del resto.
Otro tema parecido al primero suena en el reproductor, se trata de “Everlasting”, de buen hacer musical desde el principio aunque sin llegar a demostrar todo su potencial, al menos esa es la sensación que me dan. Transcurre con buen ritmo y con ganas pero de repente llega la pausa de una forma bastante forzada, para luego volver a como estaba antes. Sinceramente creo que eso sobra, parece como si fuera obligatorio hacer una pausa para luego hacer un solo de guitarra. Bastante predecible comienza a ser su música.
Sin embargo la sorpresa la tenían guardada para el final, “The Fire Inside” es una instrumental de unos ocho minutos de duración, y de las buenas. Me he quedado realmente sorprendido al escucharla, apenas tiene momentos de forma baja en el que todos y cada uno de los miembros toman su papel muy en serio.
Para terminar, otra del tipo de “The Frontiersman”, tanto en forma como en duración y propuesta. “Under An Ancient Sun” se desarrolla del mismo modo que su prima hermana, no destaca nada más que lo hecho en la anterior, nuevamente abusan de las pausas y su posterior parte instrumental, no hay más que decir al respecto.
Para finalizar, decir que, si bien es su segundo disco y se nota más propio que su debut, siguen sin convencer completamente en el género en el que se han metido. Aun así es un gran trabajo que estará dentro de los mejores del año. La nota que le voy a dar es de 7 sobre diez.
Canciones
1. Finding Requiem
2. Icarus Syndrome
3. This Is Who We Are
4. The Frontiersman
5. Closure
6. The Passing
7. Everlasting
8. The Fire Inside
9. Under An Ancient Sun
Damnation Angels
William Graney – Guitarra, orquestación, voz de fondo
Per Fredrik “Pellek” Asly – Voz
John Graney – Batería