“Sin miedo al descaro”
Reseña de Christian Dárchez
Justo cuando pensé que los americanos Greta Van Fleet y su mas pura imitación habían llegado al pico mas alto de descaro llega esta banda con su segundo disco a levantar la apuesta en materia de caradurismo musical. Crown Lands en un dúo canadiense y como no podría ser de otra forma siguen la estela (o mejor dicho cada nota) de los astros del Rock Progresivo Rush. Y aunque cueste creerlo, en 2021 editaron su debut homonimo en 2020 (también tienen 4 EP’s a cuestas) y al momento fueron nominados en 2 categorias de los Juno Awards (¿que?) y ganando una como “Grupo revelación del año”. Este año la banda está de vuelta con su segundo trabajo y al momento de su edición varios medios de prensa cayeron rendidos ante el dúo y el mismísimo Mike Portnoy (ex Dream Theater, hoy en cualquier proyecto habido y por haber) salió a recomendarlos abiertamente en sus redes. No me voy a cansar de decirlo pero siempre voy a recordar cuando la prensa muy suelta de cuerpo en sus revistas les aconsejaba a Jimmy Page y a Robert Plant que le iniciara acciones legales a Lenny Wolf cuando editó su disco debut con Kingdom Come en 1988 por considerarlos una copia de Led Zeppelin. ¿Qué estoy siendo exagerado con la prensa especializada? ¡Y bueno, los antecedentes no los ayudan! Y menos cuando salen a alabar a grupos modernos como el de estos canadienses. Igual estoy consciente de algo: ¡como cambiaron los tiempos!
En “Fearless”, segundo disco de los canadienses Crown Lands, la cosa grita “RUSH” a los 4 vientos, y sin ruborizarse ni inmutarse un milímetro con una propuesta que evoca a sus compatriotas de la era de “Fly by night” y “Caress of steel” (ambos de 1975) discos en los que empezaban a despegar del Heavy/Rock a lo Led Zeppelin de su debut homónimo de 1974 para ir por lides mas elaboradas e intrincadas, y que encontrarían su cenit (y por ende su sonido propio) con los esenciales “2112” (1976) y “A farewell to kings” (1977). Voy a ser justo con el dúo por si alguien me sale con frases infantiles propias de los 90’ como “Seguro vos componés mejor que ellos” (Como si dicha frase inhabilitara a alguien para opinar) y voy a decir que los tipos conocen muy bien cada yeite y tienen la habilidad técnica para replicar el sonido de sus compatriotas; eso es algo innegable y me parece magnánimo de mi parte reconocerlo. La pregunta del millón es que si imitar a una banda tiene algo de malo…Y bueno, replicar el sonido de una banda al pie de la letra te limita mucho a nivel creativo, por mas gancho que le pongas a tus composiciones (ese es otro punto a favor del dúo). A mi entender le pasa lo mismo a Greta Van Fleet y ahora a estos canadienses. Ya puestos en clima voy directamente a los extensos 18 minutos de Starlifter: fearless pt. II donde escuchan esos guitarrazos bien a lo Alex Lifeson, los cambios de ritmos en los parches de Neil Peart (Dios te tenga en la gloria) como al acompañamiento, los adornos y escalas de bajo a lo Geddy Lee como tambien el defecto que tenía el sobre esa era y que después mejoró en los discos posteriores, sobre todo en los 80’: el abuso de los agudos nasales. Dreamers of the dawn va por lides mas cancioneras en una marcha movida y con buenas armonias pero que no estuvieron muy finos con el estribillo. Mejor suerte corre la pausada The shadow (mi favorita) de muy muy buenas melodias contemplativas donde el cantante y tambien baterista Cody Bowles desiste de tanto agudo y juega mas con tonos bajos y medios, y también cuenta con un muy buen estribillo. ¡Si no es el mejor tema del disco pega en el palo! Right way back de hecho no está tan mal y tiene su encanto en sus cambios de ritmos rapidos a lentos para el estribillo, pero le faltó mas fuerza en el sonido y parece salida de otro disco. Luego tenemos Context: fearless PT. I de 7 minutos (vaya a saber por qué la pusieron en la mitad del disco y no al principio) con sus consabidos pasajes instrumentales con los duelos de bajo en plan melodico y de batería. Hay signos de querer despegar de los regazos de Papá Rush (algo que también sucede en “The shadow”) en un instrumental acustico en plan casi country llamado Penny, en la power ballad Lady of the lake no se aguantan así mismos y todo vestigio de busqueda se ve ensombrecido cuando Bowles pega esos alaridos innecesarios. Por suerte para el final en el medio tiempo Citadel esa tendencia está mas controlada en un tema mas cancionero y sin tanta parafernalia progreta.
La producción del disco es otro de los puntos a destacar: tiene un perfecto balance entre potencia y melodía aunque ese sonido no sea 100% de ellos, todo se escucha limpio y nada quedó librado al azar. Ahí me tengo que sacar el sombrero. La otra pregunta del millón es ¿Era para tanto el revuelo que armó la prensa con esta banda? A mi parecer es obviamente que no, y aunque (tengo que ser justo otra vez) la banda destaca mas cuando se sale del guión establecido, los tipos mayormente quieren mostrar lo bien que tienen estudiados a sus compratriotas y eso los limita mucho. Recomendado para los fans de Rush y el Rock en general. Ojalá algun dia se animen a brillar con luz propia ya que tienen los medios necesarios para hacerlo en lugar de estar a “La sombra” de otros porque a fin de cuentas “La fortuna favorece a los valientes”.
Crown Lands
Cody Bowles: voz y batería
Kevin Comeau: guitarra, bajo y teclados
Tracklist
Starlifter: Fearless Pt. II
Dreamer Of The Dawn
The Shadow
Right Way Back
Context: Fearless Pt. I
Reflections
Penny
Lady Of The Lake
Citadel