“Los Stones conquistan Barcelona con un show épico”

Crónica escrita por Mike Young

La legendaria y longeva banda de rock, sus satánicas majestades, los Rolling Stones, vuelven a España tres años después de su visita a Madrid en 2014 y diez años desde la última visita de los británicos a la ciudad condal. La Stone manía ha vuelto con la gira “No filter”, con un total de 14 conciertos alrededor de Europa y esta única actuación en España.

El Estadio Olímpico de Barcelona se volvió a vestir de gala para recibir de nuevo a los Rolling (han actuado en este estadio cinco veces) con un montaje impresionamte. Un escenario con cuatro pantallas verticales gigantes y una pasarela sobre la cual Mick Jagger paseará, hizo las delicias de todo el mundo presente en el estadio. Y bajo el escenario, nada más ni nada menos que 60.000 personas que abarrotaron a más no poder la pista y las gradas, que con gran puntualidad empezaron a entrar a las 17:00h cuando se abrieron las puertas.

Debido a las fuertes medidas de seguridad y a que las entradas eran nominales, algunos fans tuvieron que escuchar el comienzo del concierto desde fuera, por eso se recomendó ir con tiempo.

Con gran puntualidad, a las 21:30h se apagaron las luces del estadio y saltaron sobre el escenario el cuarteto más famoso de la historia del rock con un grandísimo y espectacular “Sympathy For The Devil”, donde salían llamaradas del escenario y todo se cubrió de rojo, hasta la chaqueta y sombrero de Mick. Sin dejarnos recobrar el aliento siguieron con “It’s Only Rock And Roll (but I like It)” donde desde ya pudimos ver a un muy enérgico Ron Wood, que estaba en su salsa (se nota que le gusta Barcelona).

Es conocido que Mick Jagger siempre saluda en el idioma del país donde tocan y esta vez se atrevió a hacerlo tanto en catalán como en castellano (dentro de lo que cabe lo hizo bastante bien y se le entendía) y el público le aplaudió ese gesto, para acto seguido pasar a escuchar tres temas de su último álbum: “Blue & Lonesome” que son “Tumbling Dice”, “Out Of Control” y “Ride ‘Em On Down”.

Era turno de volver a los clásicos de los Rolling y que mejor que con un “Under My Thumb” coreado por todo el mundo y con el que la banda se sintió muy cómoda. Hasta el momento seis temas y no se les veía nada cansados y estaban muy enérgicos, mucho más que en anteriores visitas. Los ingleses habían preguntado días antes a su audiencia que escogiese una de las cuatro opciones que había en su app para móvil y la tocarían durante el concierto, así que la siguiente fue la ganadora y sorprendente “Rocks Off”. En el speach de Mick Jagger después del tema, decía que no podía creer que hubiesen pasado diez años desde su última visita a Barcelona y pasaron a tocar “Can’t Always Get”.

Los Stones hacen enloquecer a su parroquia y Keith Richards lo sabe. Con mucha clase, cogió su Fender Telecaster y empezó con “Paint It Black” para después pasar a una grandísima “Honky Tonk Woman”. Al término de estos temas, Mick se puso a presentar a toda la banda y el último en ser presentado fue Keith, que vio como todo el estadio aplaudía y coreaba el famoso “Oé, oé, oé, oé” durante varios minutos, mientras toda la banda contemplaba con una gran sonrisa de oreja a oreja tan sonora y tremenda ovación bien merecida.

Era el turno de tocar y cantar a Keith Richards mientras Mick se tomaba un respiro y nos deleitó con “Happy” y “Slipping Away”. A estos temas les siguieron “Miss You”, “Midnight Rambler” y “Street Fighter Man”.

Como no podía ser de otra manera, los más clásicos debían ser tocados y era el turno de disfrutar de ellos. Empezando por “Start Me Up”, dejando bien claro al público que aún quedaba concierto para rato y que iba a ser apoteósico, sobre todo con una increíble “Brown Sugar”. Después de “Jumpin’ Jack Flash”, hicieron un pequeño descanso. El público les coreaba hasta conseguir que volviesen a salir para deleitarnos los oídos con “Gimme Shelter”, donde pudimos apreciar muy bien la increíble voz de Sasha. Y para cerrar este grandísimo concierto, el clásico entre clásicos de los Stones: “Satisfaction”, para culminar con unos espectaculares fuegos artificiales.

Las expectativas para este concierto eran altas y las han superado con creces y con notable alto. Con una media de 70 años, los Stones parece que no tienen fin y han ofrecido un tremendísimo concierto, donde gente de todas las edades ha podido disfrutar de unas leyendas vivas como son los Rolling. Sin duda alguna han conquistado al público hoy presente en Barcelona con un show épico. ¿Será esta vez la última vez de verdad? Sinceramente, será difícil volverlos a ver, pero que a los Stones les queda cuerda para rato eso es innegable.

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