“Emoción a flor de piel hasta la última vuelta”
Crónica escrita por: Mike Young
Volvemos a tierras italianas para presenciar la que será la octava carrera del campeonato mundial de Fórmula 1, donde por primera vez esta temporada, vamos a poder tener (unos pocos) seguidores en las gradas. Estos invitados son aquellos héroes que han estado luchando durante unos duros y largos meses contra el COVID-19 y que merecen un merecido descanso.
Pero a nosotros no nos ha dado ni un segundo de respiro la fórmula 1, ya que en los días previos al gran premio en Monza, conocíamos la noticia de que la familia Williams iba a abandonar la escudería tras ser vendida a Dorilton Capital. Esto supone el final de una era, que sin duda ha escrito algunas de las mejores páginas en la historia de esta competición. Durante el fin de semana se ha visto a una Claire Williams especialmente emocionada e incluso haciendo de las funciones de mecánica. Sin duda, el momento más emotivo para ella fue cuando ambos pilotos de Williams, George Russell y Nicholas Latifi se despidieron de ella a través de la radio del monoplaza con unas bonitas palabras que seguro que no olvidará. Una gran perdida.
Antes del comienzo de la carrera nos enteramos de que otra escudería de la parrilla iba a sufrir un gran cambio, y es que Renault el año que viene pasará a ser Alpine, por lo que volveremos a ver a Fernando Alonso vestido de azul, y quien sabe si campeón del mundo. Su nuevo CEO, Luca de Meo, está muy ilusionado con este nuevo proyecto y seguro que de cara a 2022 con el nuevo formato van a ir a darlo todo.
Ha sido una carrera bastante movida, ya que la pauta la han ido marcando los incidentes que han ido ocurriendo a lo largo de las 55 vueltas. El primero de ellos fue al poco de comenzar, y es que el piloto alemán de Ferrari, Sebastian Vettel, se quedaba sin frenos y tuvo que retirarse sin mayores daños que los que sufrió su conducto de freno trasero izquierdo, donde vimos alguna que otra llama salir. El segundo fue el abandono de Kevin Magnussen, el cual dejó aparcado su Haas poco antes de la entrada a boxes, lo que hizo que se viesen las primeras banderas amarillas y la salida del safety car. Esto provocó que se cerrase el pitlane (algo que pocas veces se había visto), pero tanto Lewis Hamilton como Antonio Giovinazzi hicieron caso omiso y entraron a cambiar las ruedas. Esto les costó cada uno una sanción de diez segundos con un stop and go a cada uno.
El líder de la carrera perdía su trono y Carlos Sainz era virtualmente primero, hasta que en la relanzada, Charles Leclerc tuvo un gran y aparatoso accidente al final de la parabólica rompiendo las protecciones de la zona. Por suerte, el piloto monegasco pudo salir por su propio pie y no quedó más que en un susto. Este incidente supuso la bandera roja y el retiro del segundo Ferrari en su carrera de casa. Mal fin de semana para los tifosi. Con la bandera roja, Lance Stroll aprovechó para cambiar los neumáticos (no había entrado hasta entonces) e intentaron arreglar los problemas de sobrecalentamiento en el coche de Bottas, que estuvo detrás de Lando Norris durante toda la carrera sin conseguir adelantar al piloto inglés, pero no fue posible. Y es que tras esta bandera roja, se vivió uno de los momentos históricos de la fórmula 1, habiendo dos salidas en parado desde el semáforo en una misma carrera.
Tras esta relanzada, Hamilton entró a cumplir su sanción y Gasly que entró antes del primer coche de seguridad quedó primero, por lo que Carlos solo tenía que dejar atrás a los dos Alfa Romeo y al Racing Point de Stroll. Con Norris como escudero durante toda la carrera y tras varios errores del canadiense, Sainz y Gasly estaban mano a mano a pesar de que el francés tenía un colchón de unos cuatro segundos. Lo supo gestionar muy bien y aunque Carlos le estuvo recortando todo lo que pudo hasta entrar en zona de DRS y quedarse a tan solo cuatro centésimas de él, con una vuelta más, el piloto madrileño podría haber conseguido ganar la carrera, ya que demostró que era mucho más rápido en algunos sectores que Pierre, y como le dijo a su ingeniero por radio, quería ganar la carrera y no se iba a conformar con un segundo puesto.
No ha sido una carrera al uso con un podium estándar como veníamos viendo durante esta temporada (Hamilton, Bottas, Verstappen), sino que ha sido una carrera emocionante hasta la última vuelta que nos ha tenido en vilo sin saber quién iba a ganar hasta el último momento. Y es que hoy no ha sido el día de Mercedes ni RedBull ni Ferrari ni Renault… Vayamos por partes:
Si no hubiese sido por la sanción a Hamilton, iba a volver a ser un nuevo paseo del inglés por otro circuito y marcar la que iba a ser su victoria número 90 en su carrera en la Fórmula 1. Pero tras cumplir con su castigo y remontar algunas posiciones, consiguió acabar la carrera séptimo a diez segundos de su compañero Bottas, que con los problemas de refrigeración no fue capaz de adelantar en ningún momento a Lando Norris y quedó quinto.
Los RedBull no han tenido su mejor fin de semana. Parece que el “party mode” de su motor no era tan malo y lo han pagado en un circuito donde la clave es el motor. Max Verstappen se ha retirado de la carrera tras la segunda salida por problemas de fiabilidad en su motor estando en las últimas plazas, lo que ha supuesto el cuarto abandono de este gran premio. Quien sí que sufrió hasta el final fue su compañero Alex Albon que quedó decimoquinto con una actuación bastante desastrosa para lo que se espera de un RedBull que debería estar en los primeros puestos. El RedBull que sí estuvo en los primeros puestos fue el AlphaTauri de Gasly, que consiguió su primera victoria en Fórmula 1 un año después de que lo bajasen al segundo equipo para cambiarlo por Albon, ¿Se arrepienten en la casa de las bebidas energéticas? Es posible, y a Gasly le augura un buen futuro en la máxima categoría si sigue demostrando de lo que es capaz con un coche como el que lleva siendo de zona media.
Una de las grandes decepciones del día han sido los Renault. Se esperaba una mejor actuación del equipo francés, pero su actuación fue bastante descafeinada sin demostrar nada nuevo o intuyendo que podían hacer algo durante la carrera.
Ha sido un podio bastante insólito, ya que Pierre Gasly ganaba por primera vez en su carrera de la F1 y nuestro Carlos Sainz subía de nuevo al podio pero esta vez segundo. Se nota que tiene mucha hambre de victorias y sin ninguna duda va a ir a por ello con Ferrari. Gracias a su estrategia algo improvisada, pudimos ver un tercer podio de Stroll aunque el coche tenía más ritmo y podría haber hecho una carrera mejor.
El titulo de piloto del día se divide en dos, y es que Pierre Gasly vuelve a ser nuestro galardonado del día, pero sin ninguna duda, Carlos Sainz se lleva la mayor parte de este premio. Ha demostrado que con el coche que tiene puede hacer maravillas y con su talento luchar por victorias y colarse entre los mejores de la cabeza de carrera.
Ha sido una carrera muy emocionante, en la cual un servidor ha llorado de emoción cuando ha caído la bandera de cuadros. Muchísimas gracias Carlos por poder disfrutar de tu talento. Esta ha sido la mejor carrera de lo que llevamos de año, y es que cuando la Fórmula 1 quiere regalarnos espectáculo, lo hace muy a lo grande. Nosotros nos leemos la semana que viene con la crónica del gran premio de la toscana, donde vamos a estar celebrando el gran premio número 1000 de Ferrari (esperemos que no decepcionen en su gran premio de celebración) y lo estaremos comentando con el hashtag: #DDMFerrariF1 ¡GAS!