Calificación: 3/10 genero: Suspenso/terror
“Crimen cinéfilo”
Reseña de Christian Dárchez
El director canadiense David Cronenberg es uno de mis artistas favoritos del séptimo arte, hasta tengo una remera (“Camiseta” como le dicen ahí en España) de una de sus películas. Este sujeto en el pasado fue responsable de grandes obras del cine de terror como “Shivers” (1975) “Rabid” (1977), la genial “The brood” (1979) “Scanners” (1981) “Videodrome” (1983, del cual tengo la remera antes mencionada) “The dead zone” (1983) adaptación de la obra homónima de Stephen King y “The fly” (1986) todas grandes pelis del genero además de ser uno de los mejores exponentes del denominado “Body horror”. Después en los 90’se tiró mucho mas a los thrillers psicológicos como lo fue la bastante polémica “Crush” (1996) y ya en el nuevo milenio dio cátedra en pelis como la brutal “A history of violence” (2007) adaptación al live action del comic de John Wagner y Vincent Locke y el drama oscuro “Eastern promises” (2007) que incluso le valió una nominación al Oscar como mejor actor a Viggo Mortensen.
Lamentablemente tras esa película, el bueno de David no volvió a presentar otro trabajo decente donde no paró de realizar bodrios infumables como lo fueron “A dangerous method” (2011) “Cosmopolis” (2012) y “Maps of the stars” (2014) y que como seguramente adivinarán la prensa especializada se deshizo en elogios con estos pobres trabajos pero que terminaron siendo fracasos de taquilla puesto que el público no compra a un Cronenberg jugándola de artista maduro y pseudo intelectualoide. Este año el ya veterano artista anunció que iba a presentar un nuevo film tras casi 10 años alejado del cine y que sería un regreso al “Body horror”, lo cual despertó expectativas puesto que su último trabajo bajo esa temática fue “Existenz” (1999) y debo reconocer que dicho anuncio también despertó mi curiosidad. La peli fue presentada en el festival de Cannes donde se dice que la ovacionaron durante 6 minutos (¡!) y estrenada en su Canadá natal y USA en junio pasado y tiene fecha de lanzamiento en el mundo entero a fines de Septiembre…Menos mal que no quise esperar tanto porque que en la web ya está dando vueltas y en buena calidad puesto que nuevamente seria plata tirada en el cine, puesto que “Crimenes del futuro” no solo no es ningún gran regreso a la temática de la cual fue catedrático cinéfilo sino que también dista de ser una buena película.
“Crimes of the future” (No tiene nada que ver con la peli del mismo nombre de 1970 dirigida por Cronenberg) está ambientada en un futuro distópico donde la biotecnología ha avanzado a limites monstruosos y ha hecho que la humanidad también experimente cambios biológicos como la perdida de dolor físico y la ausencia de enfermedades. En el caso de Saul (Viggo Mortensen) sufre un extraño síndrome que hace su cuerpo genere órganos vestigiales y con la ayuda de su bella asistente Caprice (Lea Seadoux) aprovechan la anomalía de Saul para hacer operaciones en vivo…Si, al personaje principal le extirpan órganos frente a una audiencia que disfrutan gustosos esta demostración de “Arte corporal”. Si ya suena increíble leyéndolo, verlo seguramente se van a quedar perplejos y no porque la peli sea perturbadora (como quisieron vender al principio diciendo que había gente que a los 5 minutos abandonaba el visionado) sino porque esa es toda la sinopsis de la película. En su afán de demostrar nuevamente que es un artista maduro que hace filmes profundos e inteligentes, el bueno de Cronenberg inunda su relato con comentarios existenciales y planteamientos humanos como también una crítica hacia las siempre actitudes irresponsables de la mano del hombre jugando a ser Dios; el problema pasa porque “Crimes of the future” carece por completo de un eje central, o un conflicto para ser mas preciso ya que la mayor parte de la trama no va a ninguna parte ni tampoco existe ningún tipo de detonante que salga de lo lineal del tratamiento. Esto también va en detrimento de la narración plomiza de Cronenberg que estuvo mas preocupado en jugarla de “Intelectualoide” que en ofrecer una película aunque sea llevadera y con un conflicto concreto y desarrollado. En “Crash” no solo tenías a una pareja que se excitaba sexualmente provocando accidentes de tráfico sino que a su entorno también había un conflicto y tribulaciones que aquejaban tanto a los protagonistas como a quienes los rodeaban lo cual lo hacia interesante; acá todo pasa por ver a sujetos cosiéndose a si mismos, extirpándose órganos o lacerándose para que uno interprete metáforas (que ni siquiera llegan a ser profundas o difíciles de interpretar) y nada mas. Dentro del reparto tanto Mortensen como Seadoux hicieron lo que pudieron con el guion pretencioso y carente de desarrollo con el que les tocó trabajar. No puede decirse lo mismo de Kristen Stewart, la actriz con menos expresiones faciales del mundo que daba lo mismo que no apareciera ya que su presencia no aporta nada. El “Suspenso/terror” de la descripción es solo una mera formalidad ya que no hay climas de suspenso y tampoco es de terror y no porque no asuste sino porque carece de elementos del genero. Las casi 2 horas de duración son una tortura puesto que da la sensación de que estuvieras viendo un tráiler extendido.
Las críticas entusiastas con altos puntajes se los dejo a la prensa especializada que con tal de cobrar un sueldo o favores monetarios son capaces de recomendarles a la gente que vean a un perro cagando en la calle ya que según ellos en eso van a encontrar grandes metáforas y planteamientos humanos. Y si no ves eso es porque no entendiste nada y tenes que ver alguna peli de Marvel. El cine y la música, al igual que el arte corporal que plantea la peli, reciben la denominación de “arte subjetivo” que va de acuerdo a como se aprecie a gusto de cada uno y al mismo tiempo que puede dejar alguna enseñanza; pero en el arte en toda su expresión además de hacer pensar y enseñar también debe entretener, y “Crimes of the future” falla miserablemente en esta última tarea. Otro bodrio de Cronenberg (me duele en el alma decirlo otra vez) para el olvido.