“Los viejos rockeros nunca mueren…y menos de esta manera”

Por Tony Barrios

Que buena sorpresa nos llega desde EarMusic. Los viejos Chrome Molly, que se crearon a principios de los ’80 en la localidad inglesa de Leicester, vuelven a la primera escena del mundo del Rock sureño. Este grupo capitaneado desde sus inicios por el genial Steve Hawkind, que lleva poniendo su voz al servicio de la banda, además de la creación de las bases de los discos, y que en esta ocasión no iba a ser menos. Junto a él, se encuentra el otro miembro fundador, el bajista Nick Wastell y los dos últimos en llegar. Los guitarras Jon Foottit y Sam Flint, que se suben al barco en este disco. Junto a ellos, está el batería Greg Ellis, que lleva en la banda desde el 2003.

Después de 36 años en la brecha, estos rockeros nos ofrecen un disco de puro Rock and Roll ochentero, con cargas a sonidos como UFO, Saxon o Judas de esa época. Sonidos muy de la NWOBHM, pero con ese carisma sureño que les caracteriza. Una buena mezcla de sabores para los amantes de esa época dorada del Hard Rock.

Lo primero que choca del disco es que Hawkind no ha perdido un ápice de voz, siendo tan carismática como de costumbre, con un timbre de voz peculiar y muy fácilmente reconocible. La labor de ambos guitarras le da un sonido más contundente y la dupla Wastell-Ellis han encajado a las mil maravillas, no teniendo un poro de defecto el sonido galopante de los Molly en este disco.

Los casi cuarenta minutos del disco, repartido en 10 temas, es de una duración perfecta, pues estos dinosaurios del rock no vienen a dar un ejercicio de superación, sino a divertirse con un disco sobrio y agradable, dejando bien claro que aquel Gunpowder Diplomacy del 2013 no era una pura casualidad ni un capricho del destino, sino que los Molly están en plena forma para cabalgar por los lomos de los festivales Europeos como unos chiquillos más.

La ganancia de los coros, los estribillos pegadizos o los dobles guitarreos en casi todas las canciones del disco, demuestran, una vez más, que los viejos rockeros no necesitan hacer una súper producción para demostrar su valía, sino que los valores asimilados por el paso de los años, les han dado un nivel que a muchos jóvenes les falta por transmitir.

Pero la calidad de la que os hablo está expuesta, en este disco, en temas como “Feeling Presurissed” que le da un sonido totalmente juvenil. Sin embargo en “Can’t Be Afraid Of The Dark” demuestran que la velocidad y el toque de teclados que se deja escuchar, les dan un empaque extra a sus composiciones modernas, que arrastraran por los directos que se precien. “Some Kind Of Voodoo” con claros sonidos Rainbow de la época Bonett, deja bien claro que las influencias del rock de las islas ha creado una buena escuela, que ellos quieren seguir transmitiendo a día de hoy.

En definitiva, un disco que a los seguidores de la banda, y del NWOBHM, les hará volver a repasar la discografía de la misma y ver la calidad que siguen atesorando a día de hoy, no convirtiéndose en un grupo que arrastra su nombre por los escenarios del mundo.

Señores, los Chrome Molly vuelven a todo trote por las laderas del sureño, para mostrarnos un gran trabajo musical, donde vuelven a dejar boquiabiertos a los que les daban enterrados a principios de 2010. Toda una grata sorpresa. No os la perdáis.

 

 Track List

  1. In the Beginning
  2. Can’t Be Afraid of the Dark
  3. Some Kind of Voodoo
  4. Pillars of Creation (Albion)
  5. Now That Those Days Are Gone
  6. Indestructible
  7. Save Me
  8. Rock for You
  9. Feeling Pressurised
  10. Dial ‘F’ for Freakshow

Formación

Steve Hawkins. Voz

Jon Foottit. Guitarra

Sam Flint. Guitarra

Nic Wastell. Bajo

Greg Ellis. Batería

Escrito por Toni Barrios

 

Deja una respuesta