«Sentido homenaje de una gran parte de sus amigos  a uno de los genios de los teclados del rock, Mr. Jon Lord»

Crítica escrita por Rockberto

A nadie se le escapa la importancia de Jon Lord en la música rock y en el sonido Purple. Fue una figura capital dentro de ese entramado de grandes músicos en el que se convirtió el grupo. Si bien, todos los componentes del mismo que grabaron el excelso Made in Japan tienen un lugar en mi corazón rockero, siempre sentí debilidad por la base rítmica (Paice y Glover) arropada por los envolventes teclados de nuestro protagonista.

Desgraciadamente, Lord nos dejó hace año y pico, pero su legado sigue muy presente entre los que ya contamos con unos años. Un maldito cáncer se lo llevó por delante. Recuerdo que en una entrevista que tuve le fortuna de realizar a Ian Gillan, le pregunté que sentía por la, por entonces, reciente noticia de la enfermedad de Jon, a lo que me respondió con un lacónico ‘pues supongo que lo mismo que sientes tú’.

Cada cierto tiempo, la esposa de Ian Paice, aprovechaba el tirón popular de su marido para realizar un concierto en beneficio de una causa solidaria. Pues bien, en esta ocasión estuvo dedicado a Jon Lord, era de justicia.

Con el título de Celebrating Jon Lord, se dieron cita en el Royal Albert Hall de Londres una pléyade de artistas, ligados algiunos y otros no al universo Purple, arropados por una orquesta sinfónica que abrió algunos temas y apoyó dando consistencia al entramado musical.

El show empezó  con Paul Weller cumpliendo en su papel de comienzo y acompañado de Micky Moody. interpretando Things get better y I take what I want de The Artwoods, uno de los primeros grupos en los que tocó Jon.

Buen comienzo que mejora con Phil Campbell cantando en escena, acompañado por Ian Paice y Bernie Marsden. El tipo realiza una interpretación muy buena de Silas and Jerome y I´m gonna stop drinking con su desgarrada y rota voz. 

Una suave Soldiers of fortune, fue interpretada por Steve Balsamo y Sandhi Thorn, con gran sentimiento, la verdad, tanto, que resulta en el DVD un poco ñoño. 

Pero, lo mejor estaba por llegar, le pese a quien le pese, sobre todo a Gillan. Asaltan el escenario nada menos que Glenn Hughes y Bruce Dickinson. Atacan primero con You Keep on moving y suenan los primeros acordes de Burn. El tema se desboca, Hughes hace gala de su inmenso carisma y su más inmensa, si cabe voz, ante lo que Bruce queda empequeñecido. En este punto me gustaría hacer un inciso. Es muy loable que el cantante de Maiden se apunte a homenajes de este estilo, pero, por favor, que deje sus aspavientos y gestos exagerados para los shoes de la Dama, en los que resultan perfectos. En un evento de este tipo, donde lo que se respiraba era feeling queda totalmente fuera de lugar e, incluso ridículo. En This time around Glenn demuestra que es capaz de cantar incluso a un metro del micrófono sin problema. Increíble. 

Junto con Ian Paice y los teclistas Don Airey y el llegendario Rick Wakeman, Glenn fue el triunfador de la noche, y eso que, al parecer, Gjllan le vetó para que cantase a su lado, 

Para el final quedó el concierto de los Deep Purple actuales. 

Con un repertorio casi impecable en el que se echó en falta el mayor himno del grupo, Smoke on the water, los Purple no olvidaron temas tan legendarios como Lazy, Black Night (en el que Gillan estuvo realmente bien) o Perfect Strangers.

Instrumentalmente el grupo suena  sin fisuras. Roger Glover  e Ian Paice, a pesar de su edad, se encuentran en una forma envidiable y mantienen un look muy bueno. No así  Ian Gillan que lució en escena una ridícula camiseta con un dibujo de un traje. Todos sabemos de las carencias vocales de Ian en los últimos años, pero el show fue más que digno, sin temas que le obligaran al cantante más de la cuenta, pero bueno. Es lo que hay, Gillan se desgañitó sobre los escenarios de medio mundo y estos son los resultados varias décadas después.

La apoteosis final surge con las primeras notas de Hush y la mayoría de los artistas participantes (Dickinson, Micky Moody, Bernie Marsden…) sobre el escenario compartiéndolo con Purple, menos…. Adivináis quién? Pues sí, Glenn Hughes. Y  es que hay comparaciones que son odiosas.

No quiero terminar sin valorar la ausencia de dos ex-compañeros de Lord sobre el escenario. Me refiero a David Coverdale y a Ritchie Blackmore. A veces conviene aparcar viejas rencillas por una causa justa, aunque sólo sea para un par de horas.

Por último, dar las gracias a Top Artist Promotion por invitarnos a unos cuantos privilegiados a contemplar el concierto en primicia en cine.

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