“Regrabación mórbida con poca visión”

Reseña de Christian Dárchez

Ah, esto de las regrabaciones…ya saben lo que pienso de ellas pero por si hace falta aclararlo (o como bien se dice) diré que las regrabaciones de material añejo suelen servir para terminar contratos con discográficas con las cuales una banda está insatisfecha, arreglar temas de regalías con miembros que ya no están en la banda para que no sigan rompiendo las pelotas o hacer algún dinero en tiempos de creatividad bastante discutible; pero NUNCA responde a una cuestion de necesidades plenamente artísticas. Y con los hermanos Max e Igor Cavalera la ultima opción antes mencionada es la que mas fuertemente se impone, puesto que con su criatura Cavalera’s Conspiracy en sus 4 discos discos (siendo “Psychosis” de 2017 el último de ellos) han dejado momentos que oscilan entre lo aceptable y lo deplorable. Que un músico o rejunte de músicos están en todo su derecho de hacer con su música lo que se les cante el quinto forro del culo es algo que puedo llegar a entender y hasta defender, pero si se decantan por una jugada calculada y ya miles de veces probada que resulta fallida como lo es regrabar material antiguo lo mas probable es que les lluevan los comentarios negativos que también están en todo su derecho de ser expresados; porque después de todo los músicos no hacen música para ellos mismos. En este caso los hermanos brasileños Cavalera aprovechando la firma con el sello Nuclear Blast decidieron regrabar los los primeros trabajos de Sepultura allá por los 80’: el EP “Bestial devastation” (1985) y el LP debut “Morbid visions” (1986) a modo de bautismo de fuego. ¿Los resultados? Como suele suceder con la gran mayoría de las regrabaciones, está destinada a quedar en el olvido.

«Morbid visions”, debut de los brasileños Sepultura editado el 10 de noviembre de 1986, mostraba a una banda no verde sino verdísima en su Thrash/Death violentísimo y oscuro con notorias influencias de Venom, Celtic Frost y Slayer (esta última es la que mas prevalece) a músicos aún inexpertos en sus instrumentos (Con un Igor al que le costaba mantener ritmos veloces y por momentos bajaba mínimamente los tempos) que tenía una portada diseñada por el mismo lucifer (por lo fea que era, el diseño grafico definitivamente no era lo de la mamá de Igor y Max) y por sobre todo tenía un sonido HORRIBLE. Pero antes de que enciendan las antorchas y me vengan a buscar debo decir que todo eso se debe a que la edad promedio de los músicos oscilaba entre los 16 y 17 años, que lo poco que sabían era de lo que habían aprendido con los discos que escuchaban o juntadas con amigos; que ni siquiera sabían ingles y tuvieron que hacer copy/paste en las letras de discos que a ellos les gustaba como contara Max en varias ocasiones y no tenían un mísero cruzeiro real (la moneda brasileña en esos tiempos) en los bolsillos como para pagarse clases de guitarra, bajo o batería y menos para pagar un estudio que les proporcionara un sonido decente porque, para mas dificultades, su país atravesaba una grave crisis económica. Pero ahí está el encanto de la grabación original y como todo primer paso mostraba toda la inocencia y crudeza de un debut y que en los discos siguientes evolucionaron notoriamente como músicos y su forma de componer que en los 90’ los volvieron un acto mundial; como digo siempre, los discos son productos de su tiempo y mejor “Delorean” que ese no van a tener. ¿Qué pasa si regrabas un disco clásico? ¿Le aportas algo? Mas allá del cambio de nombre (por obvias razones), tocar bien las canciones porque hoy con 50 y tantos años ya ni te hace falta ensayar con tu instrumento porque lo dominas con los ojos cerrados, rediseñar la portada para que sea mas bonita y otorgarle un sonido hiper profesional; la respuesta a ambas preguntas es “Sencillamente nada”. Eso pasa con canciones de esta innecesaria regrabación como Morbid visions, la veloz Mayhem, la marcha puramente Thrasher de Troops of doom o la furia extrema de Empire of the damned por citar unas pocas y una canción nueva bastante pedorra como Burn the dead que mas que sumar termina restando, que están tocadas con una precisión matemática y agilidad inusitada y suenan como nunca pero con la magia y el alma inicial totalmente diezmada, muy propio de una regrabación.

Sería una animalada de mi parte decir que la regrabación es una bazofia absoluta porque no lo es: el disco suena como nunca y está perfectamente ejecutado, pero que mas allá de eso no le aporta absolutamente nada. Es mas, de haber sido un material nuevo hoy quedaría desfasado puesto que el estilo evolucionó mucho con los años y hasta las bandas de este estilo tienen su sello propio aunque no falte alguno que diga “Suenan todas iguales” en clara postura de desconocimiento. Ahí también está la falla: todos recursos desperdiciados en recrear canciones antiguas en lugar de crear y grabar material nuevo. Otra regrabación innecesaria destinada a quedar en el olvido, y van…

Cavalera

Max Cavalera: voz y guitarra

Igor Cavalera: batería y percusión

Canciones

Morbid Visions

Mayhem

Troops of Doom

War

Crucifixion

Show Me the Wrath

Funeral Rites

Empire of the Damned

Burn the Dead

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