“La pesadilla de no saber donde ir”
Crítica escrita por: Christian Darchez
Suecia – Melodic Death Metal
Por mas que no haga falta aclararlo (mas si son seguidores antiguos de la pagina) lo voy a repetir las veces que sean necesarias: nunca me van a molestar los riesgos que una banda tome para su música, me encanta que exploren y desafíen sus limites y al oyente mismo con tal de ofrecer algo distinto. Aunque ese ¨algo distinto¨ depende también de los resultados en si: de ser satisfactorio entonces los riegos han valido la pena, de no ser así lo mejor es haber ido a lo seguro con tal de no quedar en off side y con el estilo que practiquen altamente comprometido. Por eso es raudo saber para dónde se quiere ir también, con los riesgos solos no alcanzan. En el caso de los suecos históricos y referencia del Death Metal melódico At The Gates siempre ha habido riesgos desde primera hora, basta con escuchar su debut ¨The red in the sky is ours¨ (1992) donde en un lineamiento clásico de Death metal incorporaron algunas partes mas melódicas y de violines, pero la inexperiencia de grupo debutante al colocar esos pasajes le jugo en contra. Por eso siempre insisto que fueron los ingleses Carcass con ¨Heartwork¨ (1993) quienes plantaron mejor la semilla del mal antes que los suecos. Fue justamente a partir de ese primer e impreciso paso que la banda delineo mucho mas su propuesta en los discos siguientes y que alcanzo su cenit en el celebrado ¨Slaughter to the soul¨ (1995); luego ya sabemos que vino: una separación que duro mas de 10 años y cuyo regreso discográfico tras 19 años se materializo con ¨At war with reality¨ (2014) un buen disco que los trajo a la actualidad con muy buenas reseñas. Tal vez esa buena recepción y la ímpetu por recuperar el tiempo perdido los hizo perder el foco y aquello se saldo con el extraño y displicente ¨To drink for the night itself¨ (2018) que aunque tenia muy buenas ideas, su enfoque sonoro y la mezcla fueron espantosas. Tras varias cancelaciones debido a la pandemia y atrasos de salida, la banda finalmente esta de vuelta con un nuevo trabajo; y los resultados son cuánto mínimo, desconcertantes.
¨The nightmare of being¨, séptimo de los suecos At The Gates, aunque en materia sonora presenta una notable mejoría con respecto al sonido exageradamente saturado en graves de ¨To Drink…¨, no deja muy en claro que fue lo que quisieron hacer para esta ocasión. El disco se enmarca en el Death metal melódico marca de la casa al que le agregan elementos del pseudo New Metal que exploro In Flames en ¨Reroute to remain¨ (2002) y hasta influencias de Rock Progresivo como las que suele incorporar Opeth en sus discos; pero el inconveniente pasa por el lado de que dichos elementos fueron insertados en los temas de manera arbitraria que no hacen otra cosa de sacar de clima al escucha (bueno al menos como a mi paso). Siendo justos con los suecos a diferencia de Helloween, la banda no se regodea en el fan service a sabiendas que así le iban a llover las alabanzas. No voy a negar que la cosa arranca muy bien con las guitarras acústicas en Spectre of extinction para luego arremeter con toda su furia en aceleración y machaques fieros con la voz ¨hardcorosa¨ de Tomas Lindberg, seguida de The paradox que parece idéntica a la anterior pero en cuyos cortes y bajadas de revoluciones encontramos la distinción, los problemas empiezan con la canción homónima donde la onda repiqueteante y los elementos melódicos pseudo New como guitarras limpias y voces lloronas a lo Jonathan Davis (Korn) se buscan pero no se encuentran nunca. Una disparidad que se hace mas evidente en los pasajes progresivos que intentaron meter en Garden of cyrus que no están del todo mal pero la inclusión de un saxo a lo Pink Floyd anticipa que todo se va a ir al demonio, como finalmente ocurre al final de tema cuya potencia in crescendo queda descolgadísima. La entrada casi folk oscura de Touched by the white hands of death solamente da pie a la furia death que no se condice con su inicio, entonces ¿para qué incluir ese comienzo si lo van a dejar abandonado? Encima en The fall into time hacen algo parecido donde primero escuchamos una entrada casi épica de teclados y después se decantan en una linea progresiva; o sea nada que ver con su comienzo. Los aciertos llegan en cortes mas orgánicos y lineales como The abstract enthroned y la final Eternal winter of reason donde el Death metal no se ve empañado por incursiones a medio hacer o mal colocadas como en la gran mayoría del disco.
La producción al menos como dije arriba es bastante mejor que el anterior ¨The drink…¨, y acá todo suena como un todo, aunque la banda la pifio bastante feo en la colocación o el desarrollo de los elementos ajenos a su música. Si bien esta unos escalones arriba de su predecesor y es un disco que seguro agradara a sus seguidores, ¨The nightmare of being¨ al menos desde mi opinión resulta un paso bastante flojo para At The The Gates. Solo ellos saben lo que quisieron hacer…