“Larga gestación para un trabajo llamado a renovar y dinamizar el Heavy Metal nacional.”
Crítica escrita por Valkiriana
Cuando estuve en Vigo hace años, una de las cosas que me sorprendió positivamente, es su nutrida e interesante escena Heavy y Rockera. Aunque de esto hace mucho tiempo, me congratula ver que no ha decaído, y que Vigo sigue dando buenos frutos. De allí nos llega el primer trabajo de Aquelarre, “Requiescat in Pace”, compuesto por siete temas de larga duración, hechos para la evasión del espíritu y el esparcimiento de la mente.
Porque no, aunque vengan de la mágica Galicia, no hacen Folk, sino un original Power Metal que consiguen reinventar y hacer sonar diferente. Fundados como banda en 2007, no ha sido hasta este año cuando se ha publicado su primer trabajo, con resultados altamente satisfactorios.
Llevaba ya un tiempo escuchando que el Power Metal está desgastado, que no aporta nada y que está pasado de moda y condenado a desaparecer; como una especie de género primitivo llamado a ser sepultado por otros estilos más “maduros y avanzados”. Bien, no cesan de llegarme discos que me cambian el chip, y el que nos ocupa, es uno de los más llamativos baluartes de esa renovación. Porque sí, es Heavy/Power Metal, pero consiguen que suene distinto, agregando gotas de otras fuentes así como factores personalísimos, que lo hacen nuevo dentro de la tradición.
Melodías amenas y no enrevesadas -huyendo del retorcimiento instrumental-, combinadas con profundidad musical, ambientación oscura y tintes de varios estillos y sub estilos musicales, hacen de este un trabajo heterodoxo y agradable a la escucha. Trabajo maduro, de cuidada producción e impecable calidad musical, hace revivir esa adrenalina de las primeras veces que escuchaste unos Bling Guardian ; adentrándote a un tiempo por senderos misteriosos e intransitados de la música, y también del alma. Coordinan así introspección e extroversión, en un baile de estilos que te mecerá de tema a tema, mudando el paso y el ritmo de uno al siguiente. Y es que cada corte es una sorpresa distinta del anterior, logrando mantenerte en un vilo constante, sin decaer el interés en ningún momento.
Se abre el telón a ritmo de teclado con Ceniza, para dar paso a esa coreografía entre guitarra y aceleración de batería, escenificando la perdición y el desaliento. Aunque lo identificamos con un tema Heavy, por su estructura claramente marcada por la batería, el fondo melódico dibujado por el teclado, y el punteo del bajo, lo dotan de un clima de Rock Sinfónico que lo aleja de los cánones estandarizados.
Le sigue Ven a por Mí, tema sensiblemente más duro que el anterior, y el más oscuro del disco; en el que se acercan, con gran acierto, al Death Metal y al Thrash. Canción agónica, impecablemente pertrechada por ese ambiente Death de música y letra, que te atrapa de lleno en el sentimiento de la canción.
Muy distinto y más bajado de revoluciones es Felurian, medio tiempo con vocación de balada romántica. Contienen interesantes solos de guitarra, pero sin duda ceden el protagonismo a las filigranas del teclado, que cobra protagonismo imprimiendo al tema ese aire quebradizo de quien anhela su amor perdido.
Seguimos, en el ecuador del álbum, con En Pie, tema que se acerca más al Heavy/Power más clásico, y rayo de esperanza enviado por el ángel guía de las almas perdidas. El teclado le dota de un aire muy especial, original y mágico, cerrando con un apoteósico y acelerado final.
A continuación se nos presenta un tema marcadamente épico, Sangre y Dolor, de temática histórica y argumento bélico. Es sin duda de los más Power del álbum, solo de guitarra incluido. Aun así, introduce apuntes innovadores, como el teclado imitando a la guitarra y viajando casi paralelo a ella en sus escalas de notas, o esa voz a ratos gutural.
Parece que en la segunda parte del disco se acercan más al Power Metal. Es el caso de Guardián, que mantiene el esquema clásico del género. Tema que pasa por ser mi favorito del disco, por su fuerza, preciosa melodía, y poética letra. Caracteriza este tema sus variaciones armónicas y compositivas, y el hecho de que todos los instrumentos se lucen (a destacar su bajo al principio).
Cierra Elegía con rasgados riffs de guitarra, a caballo entre el Heavy Metal más clásico y El Hard Rock, y guiños de Rock Progresivo y Rock Gótico. De toda esa mezcolanza sale quizás uno de los temas más completos del disco, perfecto para su cierre. Como peculiaridad, contiene el que quizá sea mi solo de guitarra preferido de este trabajo.
Como es de ver tras la escucha del disco, nota predominante del mismo es la marcada diferencia entre tema y tema, ya que cada uno es de su padre y de su madre, siendo éste uno de los principales alicientes para imbuirse del disco. Otro factor, que para mí define al músico que sabe lo que lleva entre manos, es la adecuación entre música y letra, y cómo la una acompaña a la otra, la exterioriza y la canaliza; el hacer hablar a los instrumentos, en armonía con la letra, es lo que distingue un disco al uso, de un poema musical. Finalmente, se percibe la perfecta sincronía entre todos los componentes, sonando empastado y armónico.
Grandes profesionales en técnica, composición y sentimiento, como he ido desgranando; y en particular su vocalista modula, tiene potencia, posee un amplio registro y un atractivo color de voz.
Lógicamente, les queda tarea y camino por recorrer, asentar un poco más el sonido o puede que enriquecer las composiciones (esto ya va en gustos personales). En definitiva, un trabajo maduro, fino y sofisticado el cual recomiendo porque además, en el peor de los casos, no se te va a hacer nada pesada la escucha.
Tracklist
Ceniza
Ven a por Mí
Felurian
En Pie
Sangre y Dolor
Guardián
Elegía
Componentes
Icko Viqueira – Voz;
Adrián Rosende «Viyu» – Guitarra solista;
Cristóbal Otero – Guitarra rítmica y coros;
Ramón Rodríguez «Moncho» – Bajo;
Enmanuel Iglesias – Teclados y coros;
David Castro – Batería y percusión
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