«De Albacete al mundo»

Escrita por José Meh

España – Thrash Metal.

Angelus Apatrida están en su momento, chavales. Ese momento con el que sueñan cuatro chavales de Albacete que se juntan para tocar cuatro covers de Thrash mientras aprenden los secretos de sus instrumentos y finalmente se lían a hacer temas propios. Tras cinco discos desde aquel lejano Evil Unleashed, a cada cual mejor que el anterior, ahora con Century Media dándoles bola a nivel mundial, una ambición sin límites y una humildad admirable visto lo visto (admirable comparado con cuando te encuentras gente que no ha empatado con nadie con unos humos que ni Gene Simmons, claro), Cabaret de la Guillotine se presenta como lo que tiene que ser el punto cumbre de su carrera, un punto de inflexión definitivo para ponerles en el panorama mundial y derribar esa puerta, esa barrera con forma de Pirineos, que muy pocas bandas nacionales ha conseguido romper y que ellos mismos ayudaron a abrir. Ellos son conscientes de su posición, llevan golpeando la mesa con sus cojones desde Give ‘Em War, pateando culos desde que salieron de Albacete y sin parar de mejorar, tanto en la ejecución de sus instrumentos como en los aspectos compositivos, añadiendo y extrayendo influencias, buscando ese detalle que les haga destacar por encima de sus coetáneos nacionales y guiris.

La evolución que experimentaron desde el primitivo, furioso y potente Give ‘Em War hasta el elaborado, y poderoso Hidden Evolution no deja lugar a dudas y nos planteaba la pregunta de ¿Por dónde tirarán ahora?¿Qué veremos en Cabaret de la Guillotine que no viéramos antes? Pues aquí lo tenemos y vamos a desgranarlo. De primeras encontramos otra producción pulidísima, en la que cada detalle salta a tu oído con una fluidez admirable. Luego vemos una mejoría instrumental respecto a anteriores entregas, son unos músicos en constante evolución y técnicamente siguen explorando y mejorando, no paran quietos, siempre quieren más. También podemos apreciar una enorme mejoría en la voz de Guillermo Izquierdo, que nunca ha sido malo a lo suyo más allá de que su timbre de voz te entre mejor o peor, pero que ahora mismo luce a un nivel asombroso. Todo el conjunto hace prever que esta nueva entrega de Angelus Apatrida va a partir cuellos. No hay duda. Es así, el disco suena a Angelus Apatrida, a todo lo que conocemos de la banda de Albacete, con todos los elementos que siempre les han caracterizado, influencias de Testament o Megadeth incluidas, pero con la diferencia que aporta ser ya un veterano de una escena dura, jodida, underground dentro del underground y ser de aquellos elegidos que asoman la cabeza por encima de la nube de polución que la envuelve y le impide florecer.

Angelus Apatrida siempre destacaron como banda de Thrash pero a su vez le han ido metiendo detalles de otros estilos, de hecho ellos mismos siempre se han considerado más de Heavy ‘clásico’ o ‘speedico’ que Thrash, aunque tampoco le hacen ascos a esa etiqueta. Este detalle luce bastante en el nuevo disco, con arranques muy melódicos y estribillos (que ya encontrábamos en The Call o Clockwork) que se unen su siempre potente y extrema propuesta. No flojean. No se han ablandado, cosa que podría ocurrirles como a la mayoría de bandas de Thrash cuando superan su quinto disco y «maduran». Sharpen The Guillotine abre el disco con los elementos que os digo, una labor instrumental y vocal enormes, que van ganando poder con las escuchas (fue el primer single y de primeras no me enamoró como lo hace ahora). Súmale la buena labor en la elaboración de estribillo, que me permite atreverme a adivinar el tema funcionará de lujo en directo (cuidao, Aramis Fuster, te quito el sitio). El mismo derrotero siguen Betrayed, con gran labor de los instrumentos de cuerda y otro trabajado estribillo, aunque puede que algo menos efectivo, o Ministry Of God, también trallera y Thasher con dos cojones, igual que The Hum, con un aire muy (demasiado) Testament. No hay duda de que los de Chuck Billy son de esas bandas que Angelus adoptarían como padrinos Metaleros, no creo que nunca lo hayan ocultado y siempre está bien recordar de dónde vienes para saber quién eres, o eso dicen.

Mientras seguimos avanzando por cada una de las piezas de este Cabaret nos encontramos con el que fue el segundo single, Downfall Of The Nation, un tema como siempre han gustado de hacer los albaceteños, con un claro mensaje de protesta social. Angelus nunca ocultaron su interés por transmitir mensajes de este estilo a través de su música, como tampoco se han cortado en denunciar injusticias como la violencia de género o similares. Desde aquel Corruption de Give ‘Em War no se han cortado un pelo, saben que la música es una gran plataforma para transmitir mensajes con trasfondo y así la utilizan. De aquí al final del disco la banda sigue exprimiendo sus recursos en unos cuantos temas bastante variados, unos que nos recuerdan a los cortes más violentos que hicieron en el pasado como es One Of Us, corta y al pie, con batería y bajo peleando con todas sus fuerzas en la base rítmica de un tema frenético, algunos con más presencia de melodía como en The Die Is Cast, aires más oscuros y algo densos en Witching Hour, en la que notamos cierta atmósfera a los primeros Megadeth o la final Martyrs Of Chicago, que tira por unos aires épicos, con las guitarras trabajando unas endiabladas melodías, Izquierdo explotando sus cuerdas vocales al máximo y con una labor muy destacable en batería y bajo, dejando este de ser un mero acompañante (poco lo he destacado para lo que merece).

Pero eh, quieto. Vamos a pararnos aquí porque necesito que hablemos de Farewell. Mira, colega, rara vez voy a ser el que destaque una balada o semi-balada o power-ballad o como puñetas quieras llamarle en un disco y menos en uno como este. Y es que ¿Cuántas veces te has encontrado la típica moñada de «baby yo te love you» más forzada que el arbitraje de un Barça-Madrid? Pues no es el caso, ni mucho menos. Angelus Apatrida llevan toda su carrera con la intención de hacer un tema de este estilo, pero nunca quedaron contentos con lo que les salía o, directamente, el tema que planeaba ser así acababa siendo Blood On the Snow (del The Call). Pero esta vez, con la confianza que llevan encima y tras el trágico fallecimiento de un amigo de la banda, les salió y, joder, bien redonda. El tema está cargado de sentimiento, la interpretación de cada instrumento, que habla con voz propia, y el nivel vocal de Guillermo (dejar de fumar hace milagros, dice) en este tema conjuntan una pieza épica, durísima y que se hace más grande a cada escucha. El sentimiento de duelo se desborda por cada acorde, a mitad de tema cambian el ritmo para arrancarse con un riff potente con la intención de, al final, conjuntarlo todo y terminarlo por todo lo alto, dejándote los pelos de punta y una expresión en el rostro que parece decir «sí, se han sacado el rabo». Angelus Apatrida ya tienen su Fade To Black, su Cementery Gates particular, hecha a su manera, por supuesto, y sin que suene a ninguna de las dos.

¿Estamos ante el mejor disco de la carrera de Angelus Apatrida? No lo sé, colega. Sabéis que siempre me corto ante afirmaciones como esta, sobre todo si el disco no lleva ni una semana en el mercado. Pero, al igual que opino de Against The Odds de sus compañeros de guerra Crisix, creo que lo es. Es el disco que tiene que encumbrarles a cotas de banda mundial y ponerles en la liga de los grandes del Thrash Metal. Ellos lo saben, son perfectamente conscientes de la trascendencia que puede tener este disco en su carrera y, lejos de amilanarse, se han venido arriba, han echado el resto y han mimado cada detalle para entregar otro disco redondo, evolucionando los detalles que, a partir de The Call, empezaron a hacerlos destacar por encima del resto hasta llegarlos a pulir al máximo. Algo que no he parado de destacar y pienso seguir haciendo, es que son una banda en constante mejoría, siempre buscan encontrar nuevos recursos y no encerrarse en etiquetas, así también se evitan sacar siempre el mismo disco como hacen otros compañeros suyos. Yo espero que cumplan sus objetivos, el Metal nacional merece una alegría y creo que Angelus Apatrida son los más indicados para lograr conseguirla.

Formación:

Guillermo Izquierdo – Voz y guitarra.

José J. Izquierdo – Bajo.

David G. Álvarez – Guitarra.

Víctor Valera – Batería.

Tracklist:

1. Sharpen The Guillotine

2. Betrayed

3. Ministry Of God

4. The Hum

5. Downfall Of The Nation

6. One Of Us

7. The Die Is Cast

8. Witching Hour

9. Farewell

10. Martyrs Of Chicago.

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