«De la piel de estas canciones surgirá un nuevo amanecer que iluminará tu fe en el Metal, Abandono es la jaula de la que no querrás huir, escúchalos, siéntelos, su música quedará atada a tu ser.»

Crítica escrita por Crom

Cuando escuché por primera vez No Tendrás Perdón, en seguida me di cuenta de dos cosas: que el disco es bueno, realmente bueno, y que debería escucharlo muchas veces para extraer su esencia. Así ha sido, en estos cuatro días lo he escuchado alrededor de 20 veces y aún lo estoy descubriendo. Es difícil reseñar un disco con tantos matices, además, aún no me ha llegado la copia física y sólo con las pistas musicales hay detalles que desconozco, tampoco es que haya mucha información en su Facebook, que además no es una band page, sino una página personal (lo están arreglando). Pero la banda está dando sus primeros pasos y pagando el precio de ser nuevos en esto, además de tener algo de mala suerte, de las 500 copias iniciales encargadas a Rock Cd (200 vendidas ya) algunas de ellas parece que han salido defectuosas, la banda está trabajando en solucionar esos inconvenientes y, a poco que haya algo de justicia en este mundillo musical, van a necesitar más unidades en breve.  

En lo musical, lo primero que encuentro en el sonido es una producción modesta, no hay un Dan Diez ni un José Rubio ni un Alberto Rionda tras los mandos, eso garantiza buenos resultados pero cuesta una pasta ¿verdad? Lo segundo que he intentado es clasificar el estilo y comparar su música con lo que hacen otras bandas, es algo que siempre criticamos pero que al final somos los primeros en caer en la trampa de intentar poner una marca a lo que escuchamos. Aquí encontramos influencias musicales del Heavy Metal de los ochenta, eso está claro, pero beben en tantas fuentes y el disco tiene tantos colores y matices que es difícil decir con quién se identifican más, voy a mojarme y decir que si tuviera que decantarme por una sola banda ésta sería Sphinx, sobre todo por el registro vocal de Carlos «Voces», que se asemeja bastante al de Manuel Rodriguez, aunque no llega a esos tonos tan altos es cierto que usa una amplia gama de registros y no sólo canta, interpreta ¡y cómo transmite!

A nivel instrumental, las bases en ocasiones son muy rockeras, no vamos a encontrar una batería frenética, un bajo protagonista, Riffs explosivos y solos de guitarra de infarto, pero después de muchas escuchas me he dado cuenta de que han conseguido algo más difícil si cabe: crear el colchón sonoro idóneo para cada canción, atmósferas musicales complejas y vivas, como en su día consiguieron Triana o Leño, no siguen un guión previsible, en un momento dado los instrumentos asumen el control y tú solo debes dejarte llevar. 

Las composiciones están muy trabajadas y las letras son muy variadas, con protagonistas tan diversos como los demonios, también los interiores, que a veces asustan más; el amor, la lujuria, la libertad, derrotas y victorias… Pero lo que más me ha conmovido es cómo exploran en algunas de ellas el alma humana y la psique, con gran imaginación y sensibilidad, la mayoría escritas por Carlos, pero también hay espacio para temas más mundanos, clásicos clichés metaleros y hasta alguna un tanto gamberra. El disco me ha calado mucho y fijaos lo largo ya de la introducción, pero creo que el primer trabajo de Abandono lo merece y me ha removido cosas que me han llevado a publicar un post sobre lo importante que es la música y cómo la vivimos, lo podéis leer aquí. Comienzo con el contendido del álbum.

«El Abandono es una jaula de la que no se puede huir, solo sufrir; el abandono es tener sitio y no saber a donde ir, la vida es así». Con un riff clásico y sencillo y esta frase se abre el disco con el tema que lleva por título el nombre de la banda. Cuando luchamos con un enemigo y éste se encuentra en nuestro interior, es una batalla difícil de librar. Buen single y mejor tarjeta de presentación. 

Ave Fénix es, para mi, el Santo Grial del álbum; lo tiene todo, buena composición, una interpretación vocal excelente y muy bien arropada por una instrumentación rica y variada. El conjunto la acerca casi al estatus de ópera rock, seis minutos y medio con un contenido basado en el mito, adaptado a una persona injustamente tratada que, como el ave, renace de sus cenizas, pero lo hace convertido en un poderoso semidiós. Musicalmente, tiene pasajes Power gloriosos como «Y ahora se han postrado de rodillas ante ti, los que antes solo te hacían sufrir, muéstrales tu poder, que vean que no hay quien pueda acallar tu canto eterno». ¿Quién no ha soñado alguna vez en desprenderse de su gastada piel, renovarse y convertirse en alguien más fuerte?. Emocionante e intensa, solo por esta canción ya merece la pena comprar el disco. 

«Haces bien en no dejar de correr, de seguir sin mirar atrás, Tras de ti, va Satán»; si el diablo busca sangre, sale de caza y te busca a ti, amigo, no tienes dónde esconderte, es tu fin. En esa variedad de rango musical encontramos este buen corte, que muy bien podría estar incluido en ese magnifico «Mar de Dioses» de Sphinx, es aquí donde la influencia de que os hablaba se hace más patente, música y voz. Por cierto, ¡pedazo de tema!

Asfalto y Ron es de corte macarra y se acerca más al cliché metalero de ser libre y salvaje, un bucanero de la noche, cuyo máximo exponente histórico sería, para mi, «El Rey de la Ciudad» de Sangre Azul, pero la primera versión. Luego nos encontramos con el corte más extenso y original de este trabajo, La Voz de Tu Almohada, que comienza lenta, íntima, casi susurrada, guitarra limpia y base rockera, pero que se endurece y engancha; un poco de Suaves en la parte más heavy, algo de Leño en las pausadas (guiño siniestro a su «La Nana») y mucho curro para una de las mejores canciones del disco, que es un derroche de imaginación; aquí el vocalista «interpreta» además de cantar. Lo de la almohada es una metáfora, claro, es la voz interior, inquietante, la que susurra en sueños: «…Siénteme, tócame, como tocas otras pieles, pues será tuya esa piel; mírame, soy el reflejo de tu ira, tú me das de comer; en tu interior hay un demonio que te sueña y por la sangre de tus venas, manda su ejército de dudas y se despierta por ti…».

Marrón marrón es una canción gamberra y antisistema más propia de bandas como Lujuria o SA, mientras que Virtudes es poseída y convertida en sierva de Satán, en un tema Doom al más puro estilo Black Sabbath, incluyendo registros guturales que le sientan muy bien al corte, poniendo de manifiesto una vez más el largo recorrido y amplitud de miras tanto del vocalista como de los músicos. 

Otra vez anda enredando el demonio, tentándote a abandonar la fe con promesas lujuriosas en Don Juan, en una canción ágil y dinámica, divertida, que entra a la primera, con ese confortable colchón sonoro instrumental del que os hablaba. El Perdedor es la más rockera del disco, que por estructura y cadencia me ha recordado a «Una Copa por un Viejo Amigo» de Ñu y, también por estilo y por contenido, a una de las historias de derrotas y alcohol que Juan Olmos y sus Antigua cuentan tan bien; hay mucho feeling en las melodías de guitarra, una canción reposada para paladear y que nos sirva de consuelo en nuestras horas bajas. 

Sorpresiva despedida instrumental al más puro estilo Maiden este Arrebato, con el apoyo de unos buenos teclados, donde todos los instrumentos gozan de protagonismo, y que me parece un buen broche final. 

No quiero extenderme aún más en esta valoración final, ya habréis intuido que el disco me ha gustado y mucho, solo el contenido de alguna de sus canciones da más de sí que algunos álbumes completos de otras bandas, que no voy a citar porque quiero seguir teniendo amigos, jaja. En contra de mi criterio habitual voy a volver a puntuar un trabajo, para que no quede ni un resquicio de dudas sobre lo interesante del Cd, y lo hago con un 8,5/10; por algunos aspectos técnicos, como la producción, esta nota podría bajar, pero no valoro tanto algo que se consigue sólo con dinero como lo hago con el torrente de imaginación y buen hacer que exhiben Abandono en este su primer trabajo, el talento y la creatividad ni se venden ni se compran.

Tracklist:

01. Abandono

02. Ave Fénix

03. Tras de Ti

04. Asfalto y Ron

05. La Voz de Tu Almohada

06. Marrón Marrón

07. Virtudes

08. Don Juan

09. El Perdedor

10. Arrebato

 Abandono

Carlos «Voces» (Voz y Teclados)

Luís Callejo González «Tedy» (Guitarra)

Luís Martínez Martínez «Luisón» (Guitarra)

Miguel Ángel Álvarez Pérez «Mimi» (Bajo)

Antonio Martínez García «Gus» (Batería)

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