Kiss, Van Halen, Y&T, Whitesnake, Sammy Hagar, Barón Rojo, Obús…

Escrito por Rockberto

Pasemos por unos momentos al panorama nacional en el que seguían reinando sobre manera Barón Rojo y Obús.

Barón Rojo editó este año el disco definitivo del heavy metal nacional. «Volumen Brutal». Sin duda, un Disco que ya quisieran haber grabado muchos grupos foráneos de relumbrón mucho más considerados por el hecho de ser de fuera. Temas como «Los rockeros van al infierno», «Resistiré», «Concierto para ellos» o mi favorita, «Son como hormigas» tienen escritas sus letras en oro puro dentro del hard rock nacional.


Obús también publicaban su segundo Lp, «Poderoso como el trueno», un disco que fue considerado por algunos como un pequeño bajón con respecto a «Prepárate», pero que tiene momentos memorables como el tema homónimo, «Dinero, dinero» o la fantástica «Perdido en la ciudad»

Más adelante, en este mismo artículo, revisaremos otros grandes discos nacionales.

La vieja guardia americana (por aquel entonces no tan vieja) seguía editando potentes discos. Es el caso de Blackfoot («Highway song Live!»), Blue Oyster Cult («Extraterrestrial Live») o Cheap Trick («One to one»).

La New Wave of British Heavy Metal, además del imprescindible «The number of the beast» ya mencionado, seguía ofreciéndonos productos dignos como «The cage» de Tygers of Pan Tang, «Borrowed time» de Diamond Head y sobre todo «The eagle has landed» de Saxon, disco grabado en vivo durante su gira europea y que les llevó a conseguir un disco de plata en el Reino Unido por sus 60.000 discos vendidos.

Motorhead publicaban uno de sus discos cumbre, «Iron fist», afianzando más todavía su fama alrededor del mundo. Fue un éxito en el Reino Unido y el último que grabaron Lemmy, Eddie Clarke y Phil Taylor.

Por si no había suficientes estilos dentro del rock, aparecieron 4 tipos con pinta de vikingos que van de vez en cuando al gimnasio. Su nombre Manowar y su propuesta en forma de Lp, «Battle hymns», un espléndido debut que les hizo destacar nada más aparecer, además de por su imagen, por su música.

Led Zeppelin lanzaron al mercado su disco póstumo «Coda», toda una decepción (es mi opinión) para los seguidores de siempre de la banda que habían esperado largo tiempo algo similar a «Physical grafitty».

Tras la ruptura con Generation X, Billy Idol comenzó una exitosa carrera en solitario, cuyo principio fue su disco homónimo que llegó a disco de oro en USA gracias a temazos como «White wedding».

El segundo disco de la trilogía magistral de Y&T también vio la luz este año. Se titulaba «Black tiger» y contenía el himno que mayor repercusión dio a Dave Meniketti, «Forever» además de otros como el que da título al disco, «Open fire» o la balada «Winds of change». Como curiosidad, en la portada del disco apareció por primera vez un personaje robotizado de los que se convertirían en habituales en sus álbumes.

Whitesnake publicaron «Saints and sinners» , en el que la crítica se haya un poco dividida. Algunos piensan que fue más de lo mismo. Mi opinión es que es lo mejor que ha hecho Coverdale con su banda. Un disco con temazos como «Here I go again» y «Cryin’ in the rain» no puede generar ese tipo de controversia. 

Holanda  ya había dado al mundo una banda para la historia, Golden Earring y su celebérrimo «Radar Love» cuando un guitarrista muy alto nos deslumbraba con un disco debut fantástico. Él era Adrián Vandenberg y el grupo se llamaba como su apellido. Gran disco con portada del propio Adrián y temas tan recomendables como «Wait», «Too late» o la balada que les encumbró, «Burning heart».

Las británicas Girlschool publicaban su tercer disco titulado «Screaming blue murder».

Hanoi Rocks empezaban a dar que hablar con su disco de este año, «Oriental beat», que suponía el segundo de su carrera.

Kiss ofrecían un retorno al hard rock primigenio con, «Creatures of the night» que suponía un fantástico retorno después del fiasco que supuso «Music from the Elder». El álbum fue el último que grabó Ace Frehley hasta su reunión para grabar «Psycho Circus», siendo sustituido por Vinnie Vincent.

Night Ranger debutaba con «Dawn patrol», disco que les llevó a figurar en el Billboard y la MTV. Y es que Tommy Shaw y Brad Gillis siempre han tenido claro como escribir un buen tema.

El incombustible Alice Cooper editaba «Zipper Catches Skin» con unos resultados más bien discretos, no llegando el disco a entrar entre los mejores del billboard ni de lejos.

Un grupo británico que iba a dar que hablar en el futuro por un par de sus componentes fueron  Girl, que lanzaron su segundo Lp, «Wasted youth«. Los miembros en cuestión eran Phil Lewis, posteriormente cantante de L.A. Guns y Phil Collen, que pasaría a engrosar en breve las filas de Def Leppard.

«Three lock box» fue la apuesta del red rocker Sammy Hagar, todo fuerza y clase, a pesar del horroroso atuendo que lucía en los shows (iba ataviado con un mono rojo, de ahí su apodo). Con este disco llegó muy alto en las listas de ventas. Genio y figura.

Krokus seguían su camino editando ya el que era su sexto trabajo en estudio titulado «One vice at a time», para el que contaron por primera vez con Mark Kohler como guitarra y en el que metió coros Bruce Dickinson en uno de los temas

Mama’s Boys fue un grupo hecho para los 80, no creo que una banda de esas características pudiese hacer algo en esta época, pero gracias a un par de versiones de Slade dieron mucho que hablar. Su apuesta este año fue «Plug it in».

«Under the blade»  fue el primer cartucho que dispararon Twisted Sister, uno de los grupos que llenaron de glamour (bueno, tampoco es que tuviesen mucho glamour, ya me entendéis, ¿verdad?) y buena música la década de los 80, y no me refiero sólo al mega sobado «I wanna rock», que también, sino a otros temas menos comerciales pero con una calidad fuera de toda duda. Este, su debut, fue una carta de presentación para darse a conocer y anticipar un poco lo que se nos venía encima. Dee Snider, sin duda, fue uno de los fontman definitivos de los 80.

Van Halen publicaron «Diver down» del que consiguieron colocar nada menos que 4 millones de copias. Las manos prodigiosas de Eddie sumadas al showman definitivo del rock, Mr. David Lee Roth llevaban a la banda al estrellato, a la espera de lo más grande que no tardaría mucho en llegar.

Deja una respuesta