¨Estrella fugaz, nunca antes mejor dicho¨
Por Christian Darchez
ADVERTENCIA: la propuesta musical de Gilda estaba en la vereda opuesta del Metal, algo que les puede hacer ruido en el trailer, por lo que se aclara que esta es un reseña de cine y no musical, jamás verán una de ese tipo en esta gloriosa página.
Calificación: 8/10. Género: biográfica. Aclarado esto me dispongo a analizar quizás uno de los mejores biopics del año y uno de los que mejores de la historia. Como sabrán el cine argentino en mi país es bidimensional: cuando se enfocan en el gusto particular del público (o sea, cuando van para el cine de género) se suelen hacer bien las cosas. esto lo habrán comprobado con ¨El secreto de sus ojos¨ (2009) o las más recientes ¨Relatos salvajes¨ (2014) o ¨El clan¨ (2015), que trascendieron fronteras y hasta disputaron (y ganaron) en los oscars. Pero cuando se enfocan solamente en los premios que pueden llegar a ganar en los festivales de cine, pasan sin pena y sin gloria en la taquilla argentina. No hay que olvidar también cuando las pelis son dirigidas por gente inepta que apenas conocen los géneros que incursionan y terminan haciendo desastres en el celuloide (¨Kryptonita¨ atiende el teléfono!¨). Por suerte no fue el caso de ¨Gilda, no me arrepiento de este amor¨, la cual me senté a ver esperando que sea un desastre de escalas bíblicas y terminó siendo una de las sorpresas del año.
¨Gilda, no me arrepiento de este amor¨ se centra en la vida de la cantante de cumbia del mismo nombre que fue muy popular durante los años 90’ en Argentina y que murió trágicamente en 1996 en un brutal accidente de tránsito. Lo más extraño del asunto es que con el tiempo empezaron a atribuirles milagros a través de sus canciones, existen casos bastante discutidos de gente que supuestamente salieron de un coma al ponerles su música. Si es verdad o no el testimonio de gente que dice haber sido curada con escuchar sus canciones sigue siendo un misterio. La ópera prima de la directora Lorena Muñoz se enfoca más en los duros comienzos de la cantante en un ambiente bastante turbio, como lo es el de la cumbia: en el Rock y Metal estamos acostumbrados a oír de organizadores inescrupulosos que lo más grave que pueden llegar a cometer es que le caguen plata a las bandas; pero nada supera al ambiente de la cumbia que está manejado por auténticos gánsters que suelen hasta muchas poner en peligro la vida de los artistas si no cumplen con un contrato.
La película muestra mucho de eso y sirve una vez más para constatar que en el mundo del Rock y Metal todo funciona bien pese a sus tiras y aflojas. ¨Gilda….¨ está apoyada desde el buen reparto donde la que se lleva las palmas es Natalia Oreiro, una actriz que no suelen gustarme sus trabajos (más cuando imita a la impresentable Thalia en las telenovelas) acá se pone en la piel de la cantante y brinda por lejos su mejor trabajo actoral. Es sabido que ella es fan confesa de Gilda y acá por suerte lo defendió bastante bien. Tanto cuando se explora en la psicología del sufrido personaje en su vida personal como en la secuencia de los shows que brindaba, se nota que tiene más que estudiada a su ídola.
Otro de los aciertos de la película es el diseño de producción de los escenarios, bastante decadentes donde la cantante comenzó su carrera hasta su rápida escalada a la fama, como también el de la fotografía. Quizás algunos planos o encuadres no hayan quedado muy bien pero eso de debe a la inexperiencia de la directora, eso se puede constatar en algunos baches narrativos como en los flashbacks de la infancia de Gilda y su trauma de la perdida de su padre. Son escenas que uno quiere que pasen rápido, pues la directora no tuvo la habilidad para darle una narración ágil a esas escenas y tampoco se enfoca en el aspecto religioso y esotérico que la harían un mito, en el que solo se resume a una escena puntual de la misma.
La película nuevamente despertó el furor por la obra de la cantante y más al cumplirse 20 años de su trágica muerte, convirtiéndose en la argentina más taquillera del año. No deja de ser curioso lo pasatista que es el ambiente cumbiero, donde hoy está de moda uno y mañana cae en el mas ominoso olvido como le pasó a Gilda al poco tiempo de su muerte y después encontraron a otros para hacer popular. Lo dijo Marilyn Manson en ¨The dope show¨, ¨Te aman cuando estas en todas las portadas y cuando ya no lo estas entonces aman a otro¨. A lo que me queda por pensar en los años que pasaron (por poner un ejemplo) de la muerte de Bon Scott y aun muchos siguen disfrutando de ¨Highway to hell¨ (1979) o en el tiempo que seguiremos escuchando a Ronnie James Dio y tantos otros que ya nos han dejado. Ahí tienen la respuesta.
Más allá de esta ultima reflexión que sirve para marcar la abismal diferencia del Rock y Metal con la cumbia (y con otros estilos), ¨Gilda, no me arrepiento de este amor¨ es por lejos uno de las mejores biopics y que en su realización pese a sus vicios, no tiene nada que envidiarle a las producciones de afuera. Dudo mucho que haya gente que quiera acercarse a la misma, pero los que así lo deseen se vana encontrar con una muy buena película y bien realizada.
Escrito por christian darchez