«El estilo de Cotard es personal, y sobre todo, es accesible, incluso para los que no son muy amigos del Metal.»
Entrevista realizada por Crom
Que este 2016 vuelve a ser un buen año en cuanto a novedades discográficas es un hecho, “Ojibwa” de los madrileños Cotard es una buena prueba de de ello. Bienvenidos a Dioses del Metal.
¡Hola! Yo soy Celia, vocalista de la banda Cotard, junto con Carlos (guitarra), Javi (bajo) y Pedro (batería). Es un placer poder estar por aquí.
No puedo comenzar esta entrevista sin hacer una pregunta que me tiene intrigado: ¿por qué el título de Ojibwa?
“Ojibwa” tuvo mucho que ver con el diseño y el artwork del disco, la verdad. Como queríamos utilizar algún elemento representativo del mundo onírico, los sueños, las pesadillas, etc; no tardamos en considerar el cazasueños como una opción. Investigando un poco, descubrimos que la nación nativo-americana, conocida como Ojibwa, es a la que se le atribuye la invención o utilización de los cazasueños como amuletos protectores; de ahí sacamos el nombre.
«Ojibwa es la nación nativo-americana a la que se le atribuye la invención o utilización de los cazasueños como amuletos protectores»
¿Cómo fue la experiencia de realizar una campaña de crowfunding para este nuevo trabajo? ¿Creéis que algo así consigue que la gente se implique más, al ver que de ellos depende (en parte) que le disco vea la luz, ver su nombre en los créditos?
Muy buena, en general. En nuestro caso la campaña salió muy bien, y conseguimos el objetivo con bastante margen. Desde luego es una ayuda que merece la pena, y sí que puede hacer que la gente esté un poco más atenta o se implique más con el grupo al “sentirse parte” del proyecto. Pero personalmente, no creo que lo hagan por salir en los créditos ni nada así, sino porque les sale de dentro el querer echarte una mano. La gran mayoría de la gente que participa en los crowdfundings son siempre amigos y familiares que hacen ese esfuerzo porque les importa lo que haces, y quieren ayudarte a sacar tu proyecto adelante. Desde luego sin nuestros mecenas, “Ojibwa” no sería lo que es ahora, así que a todos ellos les agradecemos su esfuerzo, y les dedicamos un abrazo enorme 🙂
En una entrevista reciente que realicé a otra banda, me decían que el formato físico no tiene futuro, que “vuestro pan debe estar en los directos”. ¿Qué opináis al respecto?
«Creo que el formato físico tiene un encanto que las versiones digitales no tienen»
Creo que el formato físico tiene un encanto que las versiones digitales no tienen, especialmente para las generaciones más… ¿Tradicionales? Jajaja. No sé, es como “más real”, ¿no? Supongo que esto es como en los libros: yo personalmente prefiero tener el libro en las manos, tener al sensación de pasar las páginas, llevarlo por ahí aunque sea un ladrillo; a tenerlo metido en una Tablet. Es una cuestión de gustos, supongo. Sin duda los bolos dan dinero, y es en lo que se centra el negocio hoy en día. Pero a este nivel, creo que el formato físico merece la pena, porque para los mecenas tiene un significado más especial el que les des su CD, o su merchan, le da más valor a la recompensa, que es a fin de cuentas, por lo que han pagado. Amén de que siempre hay gente que no te conoce, te ve en un concierto, y acaba interesándose por tu disco. Aunque no lo digan, prefieren llevárselo en la mano y ponérselo en el coche según salen del local, a que les digas que tienen que meterse en tu página o en youtube para escucharte. Lo mismo ni se acuerdan de eso después…
Tengo que decir que me ha gustado mucho vuestro nuevo trabajo, las composiciones están muy cuidadas, variadas, buen sonido… ¿Cuándo empezó la historia de Ojibwa y cómo se fue desarrollando?
Pues “Ojibwa” empezó en la recta final de la gira de nuestro anterior LP, “Nunca más”. Entramos al local con un par de ideas que empezamos a desarrollar, y en cuanto la cosa fue tomando forma, decidimos que el próximo disco iba a tener un leit motive, y que íbamos a trabajar las cosas con tiempo. Esto fue hace un año y medio, o algo más. Luego se nos ocurrió sacar adelante la campaña crowdfunding, empezamos a mirar estudios, sacar presupuestos, posibles colaboraciones… La pre-producción de los temas de “Ojibwa” empezó en Enero-Febrero de 2016, para entonces teníamos como 8 de los 10 temas ya compuestos, a falta de arreglos y algunas letras. Y entramos a grabar en Julio de ese mismo año. La verdad es que ha sido un proceso largo y complicado, bastante estresante en algunos aspectos; pero también lleno de grandes momentos. Creo que al final, lo mejor es poder ver el disco en tus manos y sentir que todo el esfuerzo ha merecido la pena.
Esa variedad es la que hace difícil etiquetar a la banda, tampoco lo busco pero, aunque a mi me parecéis una banda de Heavy Metal melódico, ¿cómo os definís vosotros?
No nos definimos, la verdad. Somos una banda de “metal”, eso es irrefutable. Pero la sub-etiqueta va cambiando, dependiendo de con quién hablemos. Normalmente nos etiquetan como hard-rock/metal, o como heavy/rock. Nos movemos un poco entre los dos extremos, pero no nos centramos en ninguno concreto. Supongo que tiene que ver con el hecho de que cada uno dentro de la banda tiene sus propias influencias, y eso dificulta el hecho de colgarnos una etiqueta concreta.
Personalmente, yo creo que la necesidad obsesiva de etiquetar toda la música es algo que realmente no debería importar demasiado, al final la cuestión es si te gusta o no te gusta lo que oyes.
Siempre le doy bastante importancia a las letras, y en este disco las hay muy buenas ¿quién o quiénes las componen?
Servidora, jaja. Aunque en este disco la verdad es que hemos participado todos en el tema de las letras. Normalmente, cuando hacemos un tema, si no me viene ninguna idea a la cabeza, les pregunto a ellos “¿Qué os dice este tema? ¿De qué debería hablar?”, y siempre me dan alguna pista o alguna idea que me inspira. Luego ellos la leen, las escuchan, y decidimos si hay que corregir alguna cosa, o directamente cambiar la idea (nos pasó esto con “Culpable”, por ejemplo); para que nos suene a todos lo mejor posible. En Ojibwa la mayor parte de las letras son mías, pero hay algunas, como “La noche de los Tiempos” o “Contra el Muro”, que han sufrido más modificaciones que otras por parte del resto del grupo.
A mí me ha gustado mucho la de “La Noche de los Tiempos”, es de esas que te tocan el corazón. ¿Es para vosotros también especial? Habladme también del vídeo, ¿cómo se os ocurrió rodarlo a 360º? Es algo innovador.
La verdad es que ese tema fue idea de Carlos, en casi todos los sentidos. Desde el rollo “arabesco” a la idea de la letra. Se centra en un relato de Lovecraft, de una forma no demasiado específica para que no resultara muy evidente. Todos los Cotard conocemos a este autor o hemos leído algo suyo, ya que a todos nos gusta el género de terror y adoramos los “monstruitos”, jaja. Así que supongo que sí, a su manera es significativo para nosotros.
La idea del 360º fue porque se nos presentó la oportunidad, la verdad. Álvaro, un amigo del grupo, nos propuso hacerlo de esta manera, de forma “experimental”, porque él andaba investigando este tipo de rodaje y le apetecía probar algo con nosotros. No hemos descubierto la pólvora ni mucho menos, lo del 360º es algo que ya está más que inventado. Pero es verdad que no es algo muy común dentro del mundo de los videoclips, y menos en España. No es algo que se vea todos los días, y eso, en parte, nos motivó también a inclinarnos por este tipo de vídeo, ya que buscábamos algo que fuera original y llamativo para promocionar el disco.
Cada vez son más frecuentes las formaciones mixtas, pero ese puesto de vocalista femenina es más frecuente en bandas de Metal sinfónico, pero cada vez hay un número mayor de mujeres con personalidad y la fuerza necesarias para liderar bandas de Heavy Metal, incluyo a Celia entre ellas. ¿Qué aportó tu entrada en la formación?
Cotard no buscaba una cantante específicamente femenina, sino más bien alguien que fuera capaz de suplir al anterior vocalista, Sergio, y de aportar su propio granito de arena a la banda. Yo tuve que hacer dos pruebas, porque también venía de escuchar metal sinfónico, tipo Nightwish, Épica, Leave Eyes y todos sus derivados; y no me dijeron que ellos en lírico no lo querían ni en pintura, porque evidentemente no pegaba para nada con el estilo de la banda. Así que en mi segundo intento, tuve que cambiar la estrategia. Pensé en dejarme influenciar por bandas mucho más agresivas y cañeras, sin perder el componente melódico; y pensé que algo más tipo Doro o Halestorm podía tener más cábida en Cotard.
Supongo que la influencia de estilos diferentes es lo que más he aportado a Cotard. Sergio venía del heavy más clásico, y mis influencias provienen de estilos mucho más modernos, desde el sinfónico al new metal. Eso, y el hecho de que llevo ya unos años recibiendo clases de canto, hacen que pueda aplicar diferentes técnicas vocales a la hora de cantar y componer temas.
Además, transmites bien, tienes garra y fuerza cuando es necesario, pero también eres capaz de emocionar… Ponedle una cláusula de rescisión elevada (risas), no la dejéis marchar.
Jajaja, bueno, aún veo lejos el momento de irme de Cotard, así que por ahora pueden respirar tranquilos :p ¡Y gracias por tus palabras!
Los demás también lo hacéis bien (risas), buena base rítmica y las seis cuerdas solventes de Carlos. En directo ¿no se echa de menos una guitarra rítmica?
Pues lo cierto es que no, y eso que hasta Cotard, todos mis grupos anteriores tenían dos guitarristas. He descubierto que un grupo de cuatro miembros es bastante más cómodo, en casi todos los sentidos, pero especialmente a la hora de probar y tocar en directo. Amén de que tenemos la suerte de contar con Javi, que tiene un sonido muy presencial, no es el típico bajo que se escucha de fondo marcando ritmos. Y eso hace que los directos no se queden “vacíos” cuando entra un solo. También es verdad que ellos llevan tocando juntos casi seis años, al final han aprendido a tapar los agujeros de unos y de otros entre todos, y han conseguido un sonido muy bien emplastado. Es una de nuestras grandes cualidades en directo.
Habladme de la portada, me parece un tanto inquietante esa cuna en penumbras y el atrapasueños sujeto por una mano misteriosa…
Como ya he dicho más arriba, la idea del cazasueños y de reflejar el mundo onírico lo tuvimos claro casi desde el principio. El art-work del disco fue mayormente idea mía: contar la historia de una niña pequeña que despierta en el mundo de los sueños, y es acompañada o perseguida por los diferentes monstruos, que somos nosotros. El cazasueños siempre es un elemento presente, que se supone que la protege de esos monstruos. La idea de la portada representa los dos lados de la realidad onírica: la mano gentil que protege, sosteniendo el cazasueños; y la siniestra que surge de las sombras, acechando en la oscuridad.
El disco ya lleva un tiempo en la calle, ¿cómo lo están valorando los medios? Nuestra reseña prometo que estará publicada pronto en Dioses del Metal.
«Nos consideran una alternativa diferente y “fresca” a lo que se suele escuchar»
Bueno, es apenas un recién nacido diría yo, pero en general, las críticas lo están poniendo bastante bien, y lo que más nos importa: a la gente le gusta. Lo que más hemos visto en general, es que los medios se sorprenden al escuchar el disco, no es lo que se esperan, y nos consideran una alternativa diferente y “fresca” a lo que se suele escuchar, especialmente en España. El estilo de Cotard es bastante particular en ese sentido, y sobre todo, es accesible, incluso para los que no son muy amigos del metal.
Y lo más importante, ¿cómo lo ha recibido el público, qué repuesta os ha llegado de los “mecenas” que apostaron por Cotard en esta nueva aventura?
La gran mayoría está encantada, lo escuchan, les gusta, se lo vuelven a escuchar, y te comparten sus opiniones, que en general, son muy buenas. Resumiéndolas: la gente “flipa” con el disco, jaja. Nuestros mecenas están muy contentos, y los que nos han descubierto gracias a “Ojibwa” se han llevado gratas impresiones de nosotros. Ahora nos toca demostrarlo en el directo.
El próximo bolo lo tenemos el 17 de Diciembre en la sala Sensorama de Coslada, Madrid. Tocamos con Prima Nocte y Aquelarre, y animamos a todos (nos conozcan o no) a pasarse por ahí para conocernos y ver si comparten su opinión con nuestros mecenas.
Estamos llegando al final de la entrevista, pero también del año, si los reyes Magos (por ejemplo) pudieran concederos dos deseos, uno musical y otro personal, ¿cuáles serían? Prohibidos Dinero, salud y amor (risas).
¡Pues me has quitado todo lo bueno, jajaja! Pues a nivel de banda, nos encantaría poder tener más conciertos fuera de Madrid y poder explorar más el territorio nacional; y poder hacer otro videoclip para Ojibwa en un futuro no muy lejano.
A mí a nivel personal, me encantaría volver a compartir escenario con bandas como Skullmanía o Synlakross, son gente con la que conservamos muy buenos recuerdos y de los que disfrutamos un montón, dentro y fuera del escenario.
Pues nada más, creo que os merecéis algo de buena suerte con este buen trabajo, y es lo que os deseo. Podéis añadir lo que gustéis, un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias a ti por traernos por aquí, y a todos los lectores que hayan tenido un ratito para llegar hasta aquí. Un besazo enorme y un abrazo. Que tengáis unas buenas Navidades, no os paséis con el turrón, y recordad que siempre podéis encontrarnos en:
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¡Un abrazo de parte de los Cotard!