Be’lakor - Vessels (2016) | Dioses del Metal

¨El humo de tantos medios¨

Por Christian Darchez

Solo 3 discos le bastaron a los australianos Be’lakor para levantar algo de polvareda en los medios de prensa y ubicarlos dentro de la nueva promesa del Death Metal melódico. ¿Las razones?, vienen de un país donde las propuestas de Metal extremo no son moneda corriente y otras son sus extensas composiciones que pueblan sus discos. ¿La reputación que se granjearon les precede?, algo así, pero tampoco creo que sea para tanto, si bien reconozco que tienen lo suyo, si los tengo que comparar con los suecos (obviamente) Darkane y los polacos The Last Warning, los australianos Be’lakor no existen.

Vessels, cuarto disco de los australianos, sigue la misma línea que vienen pergeñando en The frail tide (2007), Stone’s reach (2009) y el anterior Of breath and bone (2012) pese a la diferencia de tiempo. No voy a negar que canciones como el comienzo acústico de la portentosa “An ember’s arc”, la extraña mezcolanza entre el gótico y el Death melódico de” Roots to sever”, la apisonadoras pero muy media y melódica “Grasping light” y el final, con “The smoke of many fires” y sus interludios solemnes y calmos, tengan cierto atractivo y la banda se muestre muy cómoda con lo que hace pese a lo parca de su propuesta. Pero el problema es que la extensa duración de las mismas los hace repetirse demasiado o estirar ideas ¨al divino botón¨ (expresión argentina que significa ¨en vano¨) y da la sensación de que las composiciones pidieran a gritos un mayor poder de síntesis, ya que las canciones no requieren esas duraciones en un estilo tan elaborado pero a la vez redondo como lo es el sonido de Gotemburgo.

La producción si bien es cristalina y potente, creo que se les fue un poco la mano con la batería ya que suena muy arriba por momentos se sobrepone a las guitarras. Vessels no es un disco fallido ni mucho menos, pero creo que su cualidad que le granjeó esa reputación es más bien un flagrante defecto y en ellos queda por corregirlo. La decisión es tuya. Como siempre.