Crónica by Abdiel y Nightfall

Volvíamos de nuevo a la sala Capitol de Santiago de Compostela, una sala que ya se ha convertido en un clásico gracias a las múltiples giras de grupos nacionales e internacionales que, cada vez más habitualmente, tenemos el placer de disfrutar en tierras gallegas: Ensiferum, Children of Bodom, Machine Head o, la que hoy nos ocupa, Gammaray junto con Serious Black y Neonfly.

NEONFLY

A la ocho y media de la tarde salían a escena Neonfly, un grupo inglés de Power Metal europeo no demasiado conocido que dispone de dos discos en su haber. Personalmente era la primera vez que los escuchaba y, a tenor de lo visto, no creo que ganasen muchos adeptos en este concierto, aunque la sala ya tenía ocupada más de la mitad de su aforo. Tenían la difícil papeleta de abrir la velada, por lo que no disfrutaron del mejor sonido y las luces eran las mínimas para que se viesen sobre el escenario. Sumado a que su música no consigue enganchar de primeras, resultó un concierto un tanto plano. Eso sí, no se les puede reprochar nada en cuanto a ganas, siendo su cantante Willy Norton y el guitarrista Frederick Thunder los más activos, éste último ataviado con un brazalete y casco con plumas en plan azteca, que le daba un punto a su show. En resumen, concierto de media hora para estar entretenido, pero no mucho más.

SERIOUS BLACK

Tras una breve pausa salían a escena Serious Black, “supergrupo” formado en 2014 que causó cierto revuelo debido a la presencia de gente como Thomen Stauch (ex-Blind Guardian) o Roland Grapow (ex-Helloween). Ya sin Roland Grapow en sus filas (sustituído por Bob Katsionis de los griegos Firewind), venían presentando su único disco, As Daylight Breaks, que tocaron practicamente en su totalidad.

A la ya consabida ausencia de Roland Grapow, se sumaba la de Thomen Stauch, que no está participando en las actuaciones en directo, siendo sustituído por alguien del cual desconozco la identidad (No me pareció ni Alex Holzwarth ni Ramy Ali, que también dieron actuaciones en directo con ellos). Ausente también estaba el teclista, con lo que todos los teclados estuvieron grabados.

Tras una breve intro, arrancaban con Akhenaton, ya desmarcándose su cantante Urban Breed como el más activo del grupo, buena voz y presencia en el escenario. El concierto mantuvo buen ritmo durante toda su duración, sin solos o parones innecesarios, además de repartir las mejores canciones de su disco a lo largo de todo el setlist: Older and Wiser (buenísima de principio a fin), Sealing my Fate, High and Low… todas ellas intercaladas con otras que a mi personalmente no me gustan tanto como Setting Fire to the Earth o Listen to the Storm, pero nunca suponiendo un bajón. A mitad del set, interpretaron un medley con I Was Made for Lovin’ You y Rock You Like a Hurricane, que animó bastante al numeroso público y supongo que al ser un grupo con un solo disco es normal que hagan versiones, aunque yo hubiese preferido otro tema propio.

Con High and Low y I Seek No Other Life llegábamos al final del concierto. Unos cuarenta minutos que se pasaron rápido y, sin ser un conciertazo, sí fue disfrutable. Veremos qué depara el futuro de esta banda y si se establece con una formación fija, más allá de juntar a músicos de varios grupos.

Setlist:

Temple of the Sun

Akhenaton

Trail of Murder

Older and Wiser

I Was Made for Lovin’ You / Rock You Like a Hurricane

Sealing My Fate

Setting Fire to the Earth

Listen to the Storm

High and Low

I Seek No Other Life

GAMMA RAY

En una casi abarrotada sala Capitol, se presentaban Gamma Ray en su gira de 25 aniversario. Un tour que solo debería haber deparado sorpresas en el set list, tambien nos dejo el anuncio de un nuevo vocalista para el combo germano. El practicamente desconocido Frank Beck.

Con puntualidad británica salian el grupo en forma de cuarteto, mientras sonaba la introduccíon de su primer disco (el aclamado Heading For Tomorrow) para atacar de forma consecutiva con dos de sus mejores temas, como son el caso de Heaven Can Wait y Last Before The Storm. Bien interpretados, y con la audiencia volcada, se iban mostrando alguna de las causas de la adicion de un cantante de apoyo. Al sr Hansen le cuesta llegar a las notas altas. Nada extraño teniendo en cuenta que, a pesar de su enorme carisma, jamás fue un vocalista de altísimo nivel, y que estaba interpretando canciones hechas por y para el señor Ralf Scheepers hace casi un cuarto de siglo.

A continuacion nos ofrecieron Fight, de su denostado Majestic, en la que fue la presentación oficiciosa de Beck como apoyo en las voces. Tras esto, vuelta a los buenos viejos tiempos con One With The World (del nunca bien valorado Sigh No More), I Want Out (versión del grupo de las calabazas) un recuerdo al Somewhere Out in Space con Valley Of The Kings y un apoteósico y coreado por todos The Silence.

Hasta esta parte del concierto, no nos dieron ni un respiro, manteniendo el nivel tremendamente alto.

Pero tras esto vivimos unos momentos de bajón, no por la intensidad en si, sino por la elección de temas menos emblemáticos de los rayos. Pero sobre todo por los solos, tanto de batería como de bajo.

Dethrone Tyranny del No World Order, Empathy del To The Metal y Master Of Confussion del reciente Empire Of The Undead no ayudaron para nada en absoluto después de las demostraciones instrumentales de los señores Ehre y Schalchter.

De aquí en adelante, otro viaje en el tiempo. Esta vez en forma de medley, con los clásicos Rebellion In Dreamland, Heavy Metal Universe y Ride The Sky, temas de sobra conocidos y vanagloriados por todos. De forma personal, debo decir que es una lástima que un clásico con mayúsculas como es Rebellion In Dreamland, no sea interpretado en su totalidad.

Tras esto otro gran tema, y aquí sí, en toda su amplitud, Somewhere Out In Space del disco homónimo. Buena interpretación, a pesar de sobrarle minutaje extra a causa del alargamiento innecesario de las parte instrumental.

Como bises después de todo lo escuchado, la banda quería seguir por todo lo alto con su clásico entre clásicos, Heading For Tomorrow. En esta ocasión enlazado con el reciente Avalon. Como comenté unas lineas más arriba, aquí también nos encontramos con una interpretación parcial. Canciones como estas merecen ser escuchadas sin ningún tipo de añadido.

Y para acabar los casi 110 minutos de concierto, Send Me A Sign del disco Powerplant. Buena forma de rematar un buen concierto, pero que no pasará a la historia.

Como resumen y comentarios finales, un concierto con buen sonido, con unos músicos entregados y con muy buen feeling entre ellos, pero en el que por desgracía hay que destacar las dificultades que debe soportar Kai Hansen, que le impiden cantar el setlist completo. Su apoyo, Frank Beck no destaca en nada especial. De momento posee poco carisma, pero cumple con lo que se le pide, que es básicamente complementar al «godfather of metal» como el mismo presentó a su jefe Kai Hansen.

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