¨Barbarie metalera argenta¨
Por Christian Darchez
Los anteriores discos de Malón (ataque sorpresivo de los indios en termino de los criollos argentinos), Espíritu combativo (1995) y Justicia o resistencia (1996) no fueron de mi agrado, de hecho me aburrieron bastante en el pasado. Y eso no tenía nada que ver con una lealtad partidaria (algo en lo que nunca entre) que surgió en el seno de los metaleros argentinos, tras la aun muy discutida separación de los míticos Hermética en 1994, que derivó en la creación de Almafuerte y Malón, instaurándose de manera indirecta un antagonismo igual de famoso que Boca y River en el futbol. Sino que ese desencanto venía más por cuestiones artísticas, mientras que Almafuerte (del bajista y cantante Ricardo Lorio que en el pasado también formó parte de los míticos V8), después de todo, se alejó de lo establecido en Hermética para explorar en otras vertientes más folklóricas argentinas. No ocurrió lo mismo con Malón, que siguió la estela dejada en Hermética tanto en lo lírico como musical, después de todo Malón la conforman un ¾ de aquella histórica banda metalera argenta: el cantante Claudio O’Connor, Antonio ¨el tano¨ Romano en guitarra y Claudio ¨el pato¨ Strunz en batería, junto con el aditivo de Karlos Cuadrado en bajo. Ojo, tenían todo el derecho de hacerlo ya que ellos gestaron y patentaron ese sonido, pero eso hizo que quedaran limitados a ¨ese sonido¨. Por algo la afirmaciones cizañeras en aquellos tiempos de ¨Malón es Hermetica sin Ricardo Lorio¨ no eran fáciles de desmentir. Por esa razón los discos Espíritu combativo y Justicia o resistencia, si bien eran una aplanadora sónica que te partía al medio si te ponías en su camino, carecían de matices y solvencia compositiva sin mucho lugar para la imaginación. Yo por lo menos nunca le encontré la vuelta al grupo.
Pero por suerte, todo cambió ene 2015 justo cuando en el 2011 anunciaron su regreso tras la abrupta separación en 1998. Creí que se trataba únicamente para una serie de shows y afortunadamente Malón sorprende con uno de los grandes lanzamientos del año, Nuevo orden mundial, tercer disco de la banda que marca el regreso tras 19 años de ausencia. Es un disco contundente y que pega donde debe, de composiciones más oxigenadas, diversas, articuladas y más permeables que sus primeros lanzamientos. Están los riffs y solos asesinos de Antonio Romano que adoptaron un groove y gancho increíble, las bases experimentadas y amuralladas de esos monstruos que son Karlos Cuadrado y Claudio Strunz; y por ultimo al personalísimo cantante Claudio O’Connor que sorprende esta vez con los diferentes matices de su garganta entre sus tonos aguardentosos característicos de el junto a partes carrasposas y limpias.
Tenemos la entrada rompe cuellos a cargo de Nuevo orden mundial de riffs y machaques contundentes y movedizos junto a las potentes bases y los juegos de voces de O’Connor que traslado de su carrera solista ahora a la banda dotándole mucha variedad y portadora de un gran estribillo, El groove de metal noventero del violentísimo fraseo de El infierno de ayer, el brío inquieto de la apisonadora Mi digna lealtad, el machaque firme de Fuiste y serás portadora de un curioso interludio calmo, con O’Connor usando tonos mas limpios, como suele usar en sus discos solistas lo convierten en un gran destacado del álbum, al igual que la potencia y velocidad trepidante de la impresionante Recordar para no olvidar, que hasta la pequeña pausa que se toma para el solo es tremenda (¡mi favorita del disco!), aunque la pifiaron bastante feo con el cover elegido: Deshacer el mundo de Héroes Del Silencio, no solo por que desencaja bastante con el espíritu del disco (esta vez más combativo que nunca), sino porque no pudieron adaptarla al formato musical y pone en bastantes aprietos a O’Connor que no le encontró la vuelta a la canción.
Por suerte aparece otro corte potentísimo y variado como Devorador de sueños para despejar la sensación errática del cover, lo mismo sucede con la violentísima y veloz Triste funeral, ¡que de triste tiene lo mismo que yo de rubio!, el estupendo arpegio de bajo en la marcha asesina y firme de La matanza, para luego tomar impulso y aplastarte sin piedad. El final llega con la conmovedora balada Una luz con un sutil violín y arreglos corales, que le otorga un gran dramatismo junto a una gran performance grupal, cerrando de manera estupenda los 45 minutos que dura la placa.
La producción a cargo de Javier Casas y la banda misma le otorgó un sonido poderoso y macizo ideal para solventar las canciones llenas de potencia, gancho y variedad; haciendo de este Nuevo orden mundial, uno de los grandes regresos discográficos de los últimos 2 años y un gran destacado del Metal argentino.
Otro a mi lista de favoritos del año! gracias Malón!!!!!!!
Formación
- Claudio O’Connor: voz
- Antonio Romano: guitarra
- Karlos Cuadrado: bajo
- Claudio Strunz: batería
Track List
01 – Nuevo Orden Mundial
02 – El Infierno de Ayer
03 – Barbarie Colectiva
04 – Mi Digna Lealtad
05 – Fuiste y Serás
06 – Recordar para No Olvidar
07 – Plata o Plomo
08 – Deshacer el Mundo (cover de Héroes Del Silencio)
09 – Devorador de Sueños
10 – Triste Funeral
11 – La Matanza
12 – Una Luz
Oficial
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