¨Síndrome de búsqueda permanente¨ (Christian darchez)
“De vuelta a las ideas del pasado” (Moralabad)
Lo siento pero no disfrute tanto este sexto lanzamiento de los polacos Riverside como los anteriores. Reconozco que a ellos los descubrí tarde (precisamente con el antecesor, Shrine of new generation slaves del 2013) y desde entonces tengo toda su discografía completa en mi disco rígido. Y es por esa razón que puedo decir que Love, fear and the time machine, sin ser para nada un mal disco, fue el que menos me enganchó.
Ojo, todavía sigo pensando que Riverside es uno de los secretos mejores guardados del universo progresivo contemporáneo. Mucho más oscuros e introspectivos que los ingleses Porcupine Tree aunque un poco menos gancheros que ellos, me hacían pensar en una versión actualizada de lo que fue Van Der Graaf Generator (en los primeros discos de Riverside la influencia se nota mucho); aunque la voz de Mariusz Duda dista muchísimo en similitudes con la de Peter Hamill.
Es menester decir que la parte más pesada del grupo siempre estuvo alejadísima de la postura intrincada de Symphony X, Dream Theater o Threshold. Tal como ocurrió en su anterior Shrine of new generation slaves, este Love, fear and the time machine se enrola más en el Rock Progresivo que en el Metal propiamente dicho, y porque no decirlo, en el Pop más experimental y ambiental. Predominando los climas de tristeza contemplativa y nostalgia amable construidos a partir de estructuras acústicas y pasajes de leve electricidad creando bonitas texturas, hay que decirlo, pero que carecen en muchos casos de mixtura, haciendo que se vuelva más homogéneo y lineal. Grandes ejemplos de eso lo tenemos en la inicial Lost (Why Should I Be Frightened By A Hat) de intro apoyada de teclados, voces y suaves líneas para darle paso a un riff corpóreo pero no lastioso, el bajo entretejido con leves guitarras de Caterpillar And The Barbed Wire, Saturate Me es quizás la más pesada del álbum aunque luego tome mas sintonía con el espíritu general predominante. La tristeza acústica de la breve Afloat sustentada desde un dulce arpegio de bajo y colchones de teclados y hammonds, que cobra su tardío protagonismo más adelante. Casi en la misma línea tenemos la nostalgia acústica de la preciosa pero bastante repetitiva Time Travellers y el final con la melodía contemplativa de Found (The Unexpected Flaw Of Searching) cierra el disco de manera muy positiva, y refiriéndome precisamente al estado de animo de la canción en si.
Sin dudas estamos ante un buen álbum y que posee identidad propia, pero que no me atrapó ni me enganchó como los anteriores. Celebro la constante búsqueda de la banda por evitar estancarse y ofrecer un material sumamente distinto, solo espero que el enfoque no se vuelva un camino a seguir ya que puede ser perjudicial para el grupo en el futuro, con lo que respecta a la parte ganchera.
Prohibido escucharlo mientras estás con tus amigos u ordenas tu cuarto, ¡ah! y también con las expectativas sobre la tierra. Están avisados.
Crítica escrita por christian darchez
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2015 se está convirtiendo en un año con diversos lanzamientos e interesantes a la misma vez, no es otro el caso de esta banda polaca de rock progresivo que se ha hecho con el lugar que dejara en 2009 Porcupine Tree vacante. Dos lanzamientos en dos años con una gira mundial en medio les han servido de trampolín para conseguir ese objetivo, y aquí nos los encontramos de nuevo. “Love, Fear And The Time Machine” es su nuevo trabajo y, sin seguir la estela de su predecesor “Shrine Of New Generation Slaves”, sí que lo hace con la de su incomprendido pero increíble “Anno Domini High Definition” de 2009. Han realizado una vuelta al estilo sobre todo de canciones como “Egoist Hedonist” o “Driven To Destruction”.
A simple vista el disco parece carecer de la pegada de los anteriores, pero por otro lado, lo que sí tiene son esos pasajes progresivos al estilo de sus dos primeros discos. Es decir, por una parte es la vuelta a los orígenes de la banda pero por otra, es la continuación de las ideas plasmadas en su disco de 2009. Un aspecto que me gusta mucho es su forma de componer y grabar, quiero decir, no son el típico grupo que, teniendo un guitarrista graban dos guitarras, no, cuando hay solo de guitarra (que es a menudo), no suena ninguna rítmica, solo los otros tres instrumentos. Por eso a la hora de representar las canciones en directo suena todo igual que el disco, apenas hay diferencias.
Así da comienzo el disco con “Lost”, que es el primer ejemplo en el que la diferenciamos con su compañera “Egoist Hedonist”, su estructura es idéntica: lento al comienzo, estribillo central aumentando el ritmo y parte final instrumental. La producción ha cambiado un poco en la voz, se nota más clara y más limpia que en los anteriores, el resto, igual de bien. “Under The Pillow” sigue en la línea de la anterior, incluso la estructura varía muy poco, mejora el aspecto compositivo y el solo guitarrero es bueno. Cambiamos con “#Addicted” en lo que parece un monólogo de su cantante, Mariusz, una canción de tema reivindicativo por el uso excesivo en muchos casos de la red social Twitter, de ahí la almohadilla (hashtag) en el título. No está mal pero falta más música, a pesar de su comienzo clavado a “Driven To Destruction”.
Más experimental es la siguiente según el orden, “Caterpillar And The Barbed Wire”, con una duración cercana a los siete minutos y una forma muy parecida a “Left Out”, no llega a destacar pero engancha a seguir escuchando. “Saturate Me” es el primer gran título de este sexto disco, muy buena la intro instrumental, en este caso recuerda a la canción título de su segundo disco. Otro gallo canta con “Afloat”, la cual es lenta, con protagonismo vocal y sin intervención destacable del resto de instrumentos, parece ser un interludio de las canciones siguientes.
Así parece, “Discard Your Fear” es bastante amena con un buen y bonito ritmo conjunto que la melodía del estribillo llega a ser pegadiza, otra de las “largas” y de las buenas. La más larga, de ocho minutos, es “Towards The Blue Horizon”, para mi gusto la mejor. Está muy bien estructurada, factor muy decisivo en este tipo de canciones, es puramente progresiva. Destacar su parte central, una demostración instrumental de la calidad de los cuatro músicos que conforman la banda, uno en cada campo.
El final no alcanza el nivel de las anteriores pero tampoco se queda tan atrás, diferente sí es, que también es un punto a su favor. “Time Travellers” parece relleno, pero canciones como ésta la verdad es que no he escuchado antes, por tanto, no puedo pensar en que lo sea. Se trata de una canción puramente acústica sin batería, un tipo de canción que dada su duración, más de seis minutos, llega a resultar algo pesada. El final de la edición regular llega con la décima canción, un medio tiempo en su tiempo completo pero con mucho atractivo, “Found” completa una hora exacta de duración.
La edición limitada del mismo disco incluye un disco bonus que sirve a modo de segunda parte del que fuera incluido en la edición limitada de “Shrine Of New Generation Slaves”. En esa ocasión eran dos temas instrumentales llamados “Night Session” y en esta ocasión es el día con esa “Day Session” y casi media hora dividida en cinco canciones. El estilo utilizado se aleja del disco regular, como en la vez anterior se trata de una música ambiental en la que los teclados y batería toman el control y protagonismo siendo el bajo el principal guía en el ritmo y la guitarra aportando algún toque para completar el esquema.
Para evaluar el disco no he querido incluir ese segundo disco de la edición limitada porque el estilo musical poco tiene que ver. La nota final de este disco es de 8/10.
Crítica escrita por Moralabad
Canciones
1. Lost (Why Should I Be Frightened By A Hat?)
2. Under The Pillow
3. #Addicted
4. Caterpillar And The Barbed Wire
5. Saturate Me
6. Afloat
7. Discard Your Fear
8. Towards The Blue Horizon
9. Time Travellers
10. Found (The Unexpected Flaw Of Searching)
Limited Edition Bonus CD (Day Session)
1. Heavenland
2. Return
3. Aether
4. Machines
5. Promise
Riverside
Mariusz Duda – Voz, bajo y guitarra acústica
Piotr Kozieradzki – Batería
Piotr Grudzinski – Guitarra solista
Michal Lapaj – Teclados y sintetizadores