Desalojo – Despierta (2014)

“Un recorrido urbano por los arrabales del Rock Duro.”

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, uno de los secretos fundamentales para que este género, el Rock duro con tintes urbanos, guste y convenza es que cuando escuches un disco en este estilo te transporte a una partida de bolos entre colegas, a una partida de billar con los amigos, a locales impregnados de cerveza e ilegales volutas de humo…en definitiva, a todo lo que destila buen rollo macarra pero bien enfocado. Que sin embargo, no veo que lo hayan trasmitido a la portada, porque esa buceadora embutida en gasas y los suaves tonos azules de fondo parecen más adecuados a otros estilos más melódicos, dulcificados y progresivos, pero de gustos colores.

Los fundadores de Desalojo son Diego Rey y Ángel Ramallo allá por 2007, procedentes de Pobra do Caramiñal (A Coruña). Ahora nos han lanzado después de su disco debut hace tres años Papeles Mojados, su atractiva apuesta Despierta, grabado en El Sótano Estudios, con el productor Iker Piedrafita dando un resultado de sonido más que aceptable y recreando una atmósfera correcta, de pantalón vaquero y chupa.

Es cierto que en algunos momentos peca de que haya demasiado barullo y distorsión, pero lo achacaremos al jolgorio por haber hecho un pleno en los bolos. Cuentan con la colaboración de Aurora Beltrán en la sugerente balada Bajo la piel, con inicio acústico, quedando francamente bien las partes a dos voces entre ambos, con eléctricas de fondo. Aquí os dejo el vídeo:

Tan conseguida como la que finaliza el disco, Pánico, aunque ésta es más espesa, mayor fuerza en las guitarras y con más cambios de ritmos en esos 8 minutos largos. Tengo que decir que no soy partidario de poner baladas al final, pero….Un disco completo, tras esa intro de piano y ruidos de envejecido vinilo de fondo, Seré canción, está el primer single y videoclip oficial, Huye el miedo, bien elegida, con coros que echarán proyectiles de catapultas al público, ritmo peleón y guitarras correosas. El vídeo lo podéis ver más abajo.

Inalcanzable es una composición parecida, quizás lleve más luminosidad, mejor punteo y la melodía nos recuerde a otros por lo que engancha y “vuela tal alto”.

Sé que en plena gira se han quedado sin Jito, vocalista desde hace siete años, asumiendo la voz el bajista Piru. Es una lástima porque esa rugosidad y rasposidad en la voz, sin ser extrema, era gustosa, no es El Drogas pero está ahí remangándose sin complejos. La base de las canciones la conforman unas guitarras graves, sometiéndonos a múltiples latigazos de riffs con afinación media/baja, algunos punteos lustrosos y marchosos ritmos callejeros, como el de Entre suspiros, aunque aquí el riffeo tiende más hacia los agudos, ligera y con adictivo estribillo o La condena de un sinsabor amargo, de letra llamativa bien llevada y calientes acordes agudos de seis cuerdas.

Las melodías son pegadizas aunque a veces se difuminan entre la instrumentación, como en Mi propio Ego, más oscura pero con igual potencia callejera.. No hay temazos pero la media de los mismos es media/alta, cada uno de ellos lleva su punto para que no aburran, como lo hace la cañera y veloz La cuerda floja, alternándose por partes los dos vocalistas. Sin abandonarnos las ganas escuchamos Sangre y sudor, pista contundente o Último día, con pegadiza melodía en estribillo gracias a la buena entonación de Jito. Finalizamos, al haber comentado ya Pánico, con Una soga de su talla, que la hubiera visto mejor para cerrar este disco, otro corte de ligero cabeceo y con el que el cuerpo no parará de moverse.

Sin ser disco del año en este estilo, las canciones directas y con energía llaman la atención, destacan las inspiradas letras íntimas y que expresan la realidad, con algún que otro estribillo incendiario, las baladas te relajan y el conjunto, sin sorprender, atrae. Recomendable para darle unas escuchas junto a los amiguetes compartiendo unos tercios de rubias, así que bien podría puntuarse con 7,5 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.