¨En liga con Satán¨
Si de cine clase Z hablamos, ¨Black Roses¨ no debe ser pasada por alto. En los ‘80 el cine y el metal estuvieron asociados aunque por un periodo corto de tiempo, con el metal pasando por un genial momento en los ’80 y el cine de clase B y Z no paraban de presentar historias ridículas y divertidas, sobre todo en el cine de terror, por lo que dicha asociación algunos llamaron ¨Metalploitation¨, aunque dicho término nunca tomó demasiada fuerza como para ser tomado en cuenta, presentaron pelis como ¨Trick Or Treat¨ (1983) en la que llegó a aparecer Ozzy Osbourne, ¨Hard Rock Zombies¨ (1985) y la recordada ¨zombie nightmare¨ (1987) con John Mikl Thor, también entraría en la lista la peli animada para adultos ¨Heavy Metal¨ (1981), y la que hoy nos ocupa, significó el final de dicho movimiento minimalista.
La trama tenía a la llegada de Demian y su grupo llamado Black Roses a un aburrido pueblo donde nunca pasa nada de nada, inmediatamente llaman la atención de los jóvenes, pese a la negativa de los padres el grupo empieza a dar sus conciertos pero pronto los jóvenes comienzan a experimentar actitudes violentas. Uno de los profesores del colegio sospecha que Demian y sus compañeros no son lo que aparentan… El director canadiense John Fasano se cebó con el moderado éxito de ¨Rock n’ Roll Nightmare¨ (1986), pero esta vez la pifió bastante feo porque se tomó la trama demasiado en serio y no logró generar climas de suspenso, además de los efectos especiales bastante cutres y las actuaciones hacen que te mueras de la risa, uno de esos ejemplos es la participación del baterista Carmine Appice que como actor es un excelente músico, y por esa razón trataron de no exponerlo demasiado. Bueno esos numerosos fallos hacen que la peli sea muy divertida. Hay escenas memorables como la del primer concierto en donde la banda se pone a tocar canciones de rock melódico como si fueran Reo Speedwagon o Air Supply para convencer a los padres de que son inofensivos pero cuando los padres se van empiezan a tocar Heavy Metal!
Mas allá de esas cuestiones la peli también fue un fiel reflejo del pensamiento retrógrado de la sociedad americana ochentera que creía que el metal era música nociva que corrompía a los jóvenes, lo gracioso es que en la trama dicho pensamiento está justificado, cabe destacar que la banda Lizzy Borden colaboró en la banda sonora y metió dos temazos como ¨Me Against The World¨.
¨Black Roses¨ es un delirio cutre muy divertido, si les interesa traten de conseguirla. El metalploitation tuvo vida corta pero digna de ser contada, aunque tendría manifestaciones como en ¨La Novia De Chucky¨ (1998) tan solo se trató de un espejismo, que nunca más se vería como en los ‘80.
Calificación: 6,50/10 Género: terror/comedia no intencional