«Heavy Rock callejero en estado puro.»
Crítica escrita por Luishard
Amigos de Dioses del Metal, si el primer trabajo de esta banda, Al pie del cañón (1982), se consideró un bombazo de presentación y por tanto no tuve más remedio que reseñarlo en Noviembre del pasado año y el segundo, Sálvese quien pueda (1983), un buen rebufo, este Toca Madera (1985) fue sin duda, por muchos motivos, el momento “climax” de mis adorados Panzer, por eso y por mucho más, lo catalogo como un disco 10.
Ya eran un cuarteto cuando se inició la grabación de este disco, pues el guitarrista Juan Leal dejó el grupo antes. En el mismo lugar donde los Judas Priest grabaron su Defender of The Faith, en tan solo una semana de trabajo, de aquel Octubre del 84, fue engendrado en los estudios Mediterráneo de Ibiza, contando con la participación del ingeniero de sonido Denis Herman. Aún tuvieron tiempo de realizar dos actuaciones en directo, una de ellas en el día del Pilar en el Cuartel de la Benemérita de la isla, y grabar un video promocional que finalmente nunca vio la luz.
Lanzado bajo el sello de Chapa Discos (Zafiro), contó con la colaboración de Vicente Mariscal Romero y fue distribuido por Serdisco, además tenemos la aportación especial en la letra del corte que da nombre al título, del locutor de radio Juan Pablo Ordúñez “El pirata”. Muy simbólica es la inspiración de Manuel Cuevas al realizar la portada, con una fotografía para nunca olvidar de Julio Moya, retratando a la octogenaria abuela Ángeles con gorro de Carlos, chupa de cuero negro y mano astada, toda una leyenda en los directos de esos años. Y en cuanto a la contraportada, más clásica, aparecen rodeados de guapas chicas facilonas en un garito cualquiera.
Si has tenido el placer de escuchar los dos discos anteriores, y a continuación te has metido en el tímpano éstos diez temas, enseguida te das cuenta de que hay evolución que no involución. Sigue ese estilo tan personal de la banda, tan Heavy Rock callejero, pero algo más sólido y de mayor calidad. Potente base rítmica, batería de tormenta y bajo audible, la calidad de ambas guitarras ejecutadas por Suso Díaz es sustancial y sigue ahí esa inconfundible voz de Carlos, un atleta en agudos, inmejorables en el resto de frecuencias, desentrañando letras cargadas de mensajes de la década, crudos y realistas. En resumen, un sonido Metálico de más prestancia, más serio.
En cuanto sientes como acarician esos acordes de guitarra tus oídos, en el comienzo de Toca Madera, ya te das cuenta que aquí hay mucho Metal de calidad. Corte con energía, muy de directos, contundente, con un riffeo pegadizo brutal, éste tema es mi perdición, como para ellos dicen que es el Heavy, temazo. Como un ciclón llega Arriba, con Carlos calentando cuerdas, guitarras rápidas, gran punteo arropado por los parches y estribillo facilón y pegadizo. Número Negro desacelera al inicio con un punteo lleno de melodía, pero es un espejismo, enseguida muestra la garra en forma de riffeo, con buen estribillo y combativo solo de guitarra, desarrolla un ambiente muy anglosajón.
Más lenta y profunda es Síndrome, con unos parches de máquina hincapilotes y la voz de Carlos explorando registros en cada frase, alzándose sin piedad a los agudos. Como iba siendo habitual en los grupos de aquellos años, Tú mismo es una gran balada de mis Panzer, larga, sentida, poco más de seis minutos de instrumentación lenta, gran letra de luchador contra el mundo, acústicos punteos, estribillo para rugir con pasión, en resumen un temazo que no debe dejar indiferente a un metalero que se precie. Entramos en la Cara B con Dios del Rock, que llega pesada y profunda, astillando baquetas, la letra nos habla de uno de nuestros Dioses, con Carlos dándolo todo en los coros, que por cierto son para reventar escenarios y un largo punteo. Un temazo épico que nos ensalza a todos los que amamos esta música.
Vorágine entrada de Caña, veloz, rápido corte, directo a la yugular, es una pista muy de Roca y Rollo, con la fuerza de los Titanes Carlos Pina hace una interpretación magistral, sin duda esas guitarras y los coros hacen de esta pista otra de las muy buenas. Danza de la Muerte entra con un acústico de segundos para derivar a un ritmo de medio tiempo muy aguerrido, épico, con una base rítmica basada en una guitarra contundente y otro punteo de gladiador, metálico a más no poder, al igual que esas altas frecuencias del vocalista.
Parches al viento hacen llegar a Reina callejera, muy enrollada, de suburbio, ligera y de letra que pudiera ser actualmente catalogada como “no correcta”, pero que es buenísima, nos habla de las mujeres que se ganan la vida en la calle, otro tema que me llega mucho, incluyendo esa armónica. Finaliza este gran disco con Instrumental, que como su nombre indica deja descansar a Carlos, en un típico final, con un buen trabajo del bajo y guitarreo sin cesar.
No hay nostalgia, solo recuerdos y realidad, sin duda es un disco para hacernos rememorar a los de nuestra cosecha que aquellos fueron, década y grupo, de lo mejor en el Metal nacional. Un saludo metálico a todos.
Canciones
Cara A.
- Toca madera
- Arriba
- Número Negro
- Síndrome
- Tú mismo
Cara B.
- Dios del Rock
- Caña
- Danza de la Muerte
- Reina callejera
- Instrumental
Componentes
- Carlos Pina. Vocalista
- Jesús Díaz “Suso”. Guitarra
- Fernando Díaz-Valdés. Bajo
- Rafael Ramos. Batería.