El repertorio no es que sea lo de menos, pero tiene tantas canciones potenciales singles, que quita unas y añade otras y el resultado no se resiente en absoluto.
Por Rockberto.
FOTOGRAFÍAS: ROBERTO ESPINEL
A pesar de la fecha no se trataba de una inocentada. En la Barracudas de Madrid se celebró el último concierto del año para el madrileño Star Mafia Boy, al que tuvimos el placer de asistir, junto a otros fans hasta llenar a algo más de medio aforo la sala.
La banda que llevaba en esta ocasión Mafia era el legendario Luis García a la batería y Alex Giralde al bajo, que en más de una ocasión le ha echado una mano al guitarrista y cantante. Fue un auténtico lujo charlar con Luis sobre su carrera, que tuvo como puntos álgidos sus primeros días en Sobredosis y su participación en bandas emblemáticas como las de Ramoncín y La Orquesta Mondragón. Un auténtico lujo a las baquetas, como quedó demostrado esa noche.
Con una media hora de retraso, dio comienzo el show con la energía acostumbrada en un concierto de este artista. Los que le hayáis visto en directo me comprenderéis. Mafia no se deja un ápice de sudor para después del concierto y eso se nota en la intensidad que destila el escenario y que se transmite inmediatamente a la sala.
El repertorio no es que sea lo de menos, pero tiene tantas canciones potenciales singles, que quita unas y añade otras y el resultado no se resiente en absoluto. Pero por allí desfilaron incunables como “Entre cristales rotos”, “Más allá de los sueños” o “Johnny Thunders”, tres de mis favoritas. Otras que recuerde fueron «La heroína de mis venas», «Los Ángeles» y «Killerkool».
Para la celebración, Mafia invitó a dos colegas de profesión a subir al escenario. Uno de ellos Juan Olmos, productor del último disco editado de SMB y que hizo una interpretación única de “En la eternidad”, otro gran tema, por cierto. El otro invitado fue Marky Fury que subió a la platea para descargar “21th Century Boy” con una gran dosis de actitud, tras lo cual, acabó el concierto.
Además, presentó un nuevo tema, por lo menos desconocido para todos titulado “Todos mis amigos están muertos” que promete mucho por su actitud punk y que sonó de maravilla.
Por supuesto, no faltó el momento sorpresa en el que Mafia salió a la calle con su guitarra mientras dentro la gente seguía escuchando su descarga. Una de las fotos que acompaña este reportaje es de ese momento.
Gran descarga, pues, con un Star Mafia Boy en un perfecto estado de forma, una banda perfecta en cuanto a ejecución y a punto de editar un nuevo disco producido por otro grande, Javier Mira. Demostraron que el rock and roll no morirá.