“Virtudes que siguen sin vacilar”
Reseña de Christian Dárchez
Recuerdo haberme reído mucho en 2019 cuando en muchos medios aseguraron que los americanos Idle Hands (hoy por cuestiones legales rebautizados como Unto Others) con su disco “Mana” en su viraje hacia el rock gótico habían obtenido resultados superlativos y con voces tristes como hacía rato no se escuchaba en el subgénero. Obviamente al momento de volverme la compostura y después de que el dolor de estómago había cesado luego del esfuerzo involuntario que provoca una risa inesperada y descontrolada lo primero que pensé fue que muchos de esos medios o deben escuchar Rock Gótico cada muerte de obispo o dan por sentado que sus lectores son unos oligofrénicos que toman como valido todo lo que ellos escriban. O tal vez ambas cosas, quien sabe. Y encima ese mismo año los también americanos y oriundos de Detroit Ritual Howls editaron su cuarto disco “Rendered armor”, uno de los mejores discos de Rock Gótico de aquel año y que como era de esperarse fue ninguneado por muchos de esos medios que alabaron a “Mana”. 4 años después los Ritual Howls están de vuelta con un nuevo material y bastante interesante por cierto.
“Virtue falters”, quinto disco de los americanos Ritual Howls, se aleja de la onda gótica casi despojada de efectos y de guitarras limpias símil “Spaghetti western” (como las llamé en aquel entonces) para ofrecer un disco mucho mas variado en cuestión de arreglos que van de la onda industrial, el Post Punk hasta el synth pop. Las guitarras limpias siguen estando aunque no poseen el mismo brío que en “Rendered armor” sino que son mas estándar en cuestión del gótico y se le dio margen a punteos mas eléctricos. El resultado es un disco de gancho emotivo y melancólico pero también se muestra sanguíneo e intenso, cosas que no escuché en el decepcionante “Memento mori” de Depeche Mode de este mismo año. La cosa arranca bien arriba con las bases programadas y las guitarras tristes de Dark ceiling in tennessee con la siempre envolvente, oscura, melancólica y muy personal voz del también guitarrista Paul Bancell y la misma es adornada con programaciones y guitarras mas eléctricas pasando por el rock gótico de arreglos de rock sesentoso de My trash mind uno de los puntos fuertes del disco. La cosa baja unos cuantos decibeles en cuanto a intensidad en la marcha puramente Post Punk y gótica Barely a shadow se muestra muy dúctil en los finos machaques de guitarra y bajo junto con los pocos adornos que tiene mientras que Humillation va por el mismo camino aunque en clave mas Synth Pop/Electrónico. Y si hablamos de Synth pop y electrónico no puedo dejar pasar a Goodnight reason que podría pasar por un tema de Pet Shop Boys o New Order por citar ejemplos pero las guitarras y la voz están para marcar la diferencia. Tomb room (una de mis favoritas) devuelve al disco a lides mas oscuras y tristes pese a que las bases electronicas llevan la canción aun por sobre las suaves melodías. Para el final llega la movida y bien Post Punk Kneel for instruction como si alguna banda de los 60’ hiciera una colaboración con The Cure o Joy Division o el Rock gótico sobrecargado de la muy movida Cauterize my eyes le da un buen cierre al disco.
La producción del disco contó con los recursos necesarios a la hora de enriquecer a las composiciones en lo que respecta los instrumentos y las voces como sus distintos arreglos que ornamentan a las canciones. Si bien considero que está apenas unos escaloncitos abajo del anterior “Rendered armor” ya que carece de hits potenciales como lo fueron “Alone together” o “Though talk”, este “Virtue falters” se trata de un muy buen disco para los americanos que en sus virtudes aun no vacilan. A mi por lo menos me ha agradado mucho y se lo recomiendo a los mente abierta de siempre.
Ritual Howls
Paul Bancell: voz y guitarra
Ben Saginaw: bajo
Chris Samuels: batería y bases programadas
Canciones
Dark Ceiling In Tennessee
My Trash Mind
Barely A Shadow
Humiliation
Goodnight Reason
Tomb Room
Kneel For Instruction
Cauterize My Eyes