“Estado de lento regreso a las raices”
Reseña de Christian Dárchez
Después de tantos pasos en falso tras “Soundtrack to your escape” (2004) a los suecos otrora baluartes del Death Metal melódico y me refiero a In Flames lo unico que les faltaba era arruinar una obra clásica de su cosecha; y fue así que en 2020 se les ocurrió reeditar y regrabar “Clayman” (2000), el ultimo disco de la banda en el mas puro estilo que los vio nacer (y del cual ellos fueron uno de los máximos exponentes). Una jugada que, como era de esperarse, no solo disgustó bastante a su fandom sino que no le importó a nadie que no fuera fan de ellos. Como bien dicen por ahí, dicha jugada muchas veces sirve no solo para cortar reclamos con algún o algunos ex miembros que rompen las bolas con el tema de las regalías sino también para terminar contratos con la discográfica en cuestión. Pero como In Flames no tiene ninguno de esos inconvenientes, la reedición/regrabación solamente sirvió para darles un poco de tiempo (Recordemos que fue en plena pandemia) y terminar el disco que hoy nos ocupa, y que desde mi opinión no está ni cerca de ser la maravilla que pintan por ahí, la escucha esta vez me fue mas amena.
“Foregone”, decimocuarto disco de los suecos In Flames, tiene la buena intención de sintetizar de alguna forma las etapas por la que la banda ha atravesado en sus 3 decadas de carrera. Ademas marca el debut de Chris Broderick (Jag Panzer, Megadeth) en reemplazo de Niclas Engelin que abandonó la banda en 2020. Y si hablamos de las intenciones de sintetizar las etapas del grupo desde su etapa puramente Death Metalera melodica (Obviando al seminal y primitivo “Lunar strain” de 1994) y europea que arrancó con “The jester race” (1996) y que culminó en “Clayman” (2000) hasta que su desembarco en USA con la faceta mas americanizada en “Reroute to remain” (2002) y debo decir que las mismas son buenas y bastante nobles pero las mismas se empantanan con los vicios de siempre (voces y coros muy melódicos en plan Metalcore) por lo que me cuesta un poco tomar en serio a quienes tildan al disco de obra maestra. ¿Cuestión de gusto personal? Puede ser y me resultan bastante entendibles, en tal caso tenemos canciones como la intro acústica The Beginning Of All Things That Will End y que le da la bienvenida a la potencia veloz de State Of Slow Decay donde a Anders Friden se lo escucha mucho mas convincente en sus entonaciones guturales pasando por el machaque amurallado y en escala de Meet Your Maker y es acá donde la idea de las voces melódicas y naif de los estribillos empieza a cobrar mas relevancia en el disco. Igual tengo que admitir que escuchando rescates vertiginosos de otrora como lo hacen en la movida Foregone Pt.1 dicho ítem en los estribillos pasa a ser algo mas anecdótico que molesto y mas cuando vuelven a usarlo en pos del gancho como en Foregone Pt.2. Tampoco me desagradó del todo experimentos como en la power ballad Pure Light Of Mind que teniendo una estructura mas “hitera” el uso de la armonía de la época de “Whoracle” (1997) y “C.O.L.O.N.Y” (1999) le da un resultado ganchero y emotivo. El vértigo rítmico y guitarrero (o sea donde mas se nota el aporte de Broderick) gana la partida en The Great Deceiver que se corona entre lo mas destacado del disco, seguido muy de cerca por In The Dark y su onda pseudo progreta que no le sienta para nada mal. También hay lugar para papelones como A Dialogue In b Flat Minor que parece la hija boba de “Like you better dead” y que debe tener el peor estribillo de todo el disco. Para el final llegan la muy melódica Cynosure y su onda mas hitera que cuenta con muy buenas líneas de bajo y la onda repiqueteada de la amenazante End Of Transmission cierra de buenas maneras el disco.
La producción del disco a cargo de del reputado Howard Benson le dio el sustento ideal a las canciones y al menos en ese sentido el tipo acompañó con su trabajo la idea de sintetizar etapas. Hay quien dice también que la idea de los coros ultra edulcorados es algo puramente impuesto por Benson, algo en lo que no estoy muy de acuerdo ya que hace por lo menos un buen puñado de años que el grupo viene incidiendo en ellos. Ah ¿y que hay de Chris Broderick? Digamos que el tipo cumple con lo que espera de el y mete muy buenos solos de guitarra, de ahí a que su aporte sea mayoritario va depende a que si la banda para la próxima aprovecha su talento. En definitiva, “Foregone” para In Flames representa casi lo mismo que “The god machine” de Blind Guardian, o sea discos donde ambas bandas se acuerdan que lo que alguna vez fueron; y en ese sentido los suecos salen airosos.
Crédito abierto nuevamente, chicos!
Canciones
The Beginning Of All Things
State Of Slow Decay
Meet Your Maker
Bleeding Out
Foregone Pt. 1
Foregone Pt. 2
Pure Light Of Mind
The Great Deceiver
In The Dark
A Dialogue In B Flat Minor
Cynosure
In Flames
Anders Fridén – vocals
Björn Gelotte – guitars
Bryce Paul – bass
Chris Broderick – guitars
Tanner Wayne – drums