“Una panzada pesada”
Reseña de Christian Dárchez
Cantantes denostados e infravalorados como lo es el americano Joe Lynn Turner si los hay. Tan así que el ex Fandango a principios de los 80’ fue elegido por Ritchie Blackmore para tener no solo la complicada tarea de ocupar el puesto que alguna vez tuvieron Ronnie James Dio y Graham Bonnet sino de estar a la altura de la dirección mas americana que Blackmore queria darle a la banda con el fin de pegarla en USA. Ya desde la salida de “Difficult to cure” (1981) que no solo dividió a los fans que aceptaron el cambio y otros que preferian la onda proto heavy metal y power de discos anteriores y en la posterior gira de presentación el bueno de Turner tampoco fue muy aceptado que digamos por sus movimientos amanerados y “sensuales”. El mismo Blackmore una vez contó que tras un show, cansado de la forma de actuar de Turner en vivo, llegó a agarrarlo del cuello y decirle “Córtala ya con la mariconada, ¡no eres Judy Garland!”. Vaya a saber si esto sirvió de algo pero para el disco siguiente “Straight between the eyes” (1982) Rainbow finalmente cumple su cometido de pegarla en USA, siendo un gran éxito de ventas a lo que le siguieron giras por yanquilandia. Cabe destacar que muchos fans de primera hora no solo no veian con buenos ojos esta etapa del grupo sino que tampoco quedaron muy contentos con que excluyeran al Reino Unido dicha gira. Pero tras “Bent out of shape” (1983) para muchos el mejor disco de Rainbow de la era Turner, la burbuja se rompió y en ventas no tuvo la recepcion esperada y nisiquiera la gira presentación fue exitosa, por lo que Blackmore terminaría aceptando otra vez la oferta de volver a unirse con sus ex compañeros de Deep Purple un año despues. Tras quedarse sin trabajo, el bueno de Turner editaría su debut solista “Rescue you” (1985) en una vena mas light dentro del Hard Rock que tuvo buena aceptación en la epoca, una escalada que aprovechó tambien para grabar jingles de marcas como Budweiser o Gatorade por citar algunas pocas. Justo cuando pensaba editar su segundo disco solista, el sueco velocista Yngwie Malmsteen le gana de mano y lo invita para su cuarto disco “Odyssey” (1988) que en ventas anduvo muy bien, a la que le sigue una bastante exitosa gira en la que llegaron a tocar en la extinta Union Soviética. Entrados en los 90’ le llegó otra oportunidad de oro cuando Ian Gillan se marchó otra vez (y van) de Deep Purple para grabar “Slaves and masters” (1990) y pese a tener un single exitoso como “King of dreams” como tambien una gira multitudinaria, el disco recibió críticas mixtas a negativas; lo hizo que la estadía de Turner en la purpura pofunda tuviera los dias contados. Cosa que se concreto cuando Gillan regresó 3 años después. Tras aquello el bueno de Turner se convirtió en una suerte de “busca vidas”, editando discos solistas como “Nothing’s changed” (1995) discos de covers y colaboraciones varias como con Mother’s Army, Brazen Abott, Glenn Hughes, Michael Men Project, Akira Kajiyama y Sunstorm por citar ejemplos. En estos dias Turner fue noticia y logró aceptación unánime por parte de la comunidad del rock y metal por algo totalmente extramusical: en Agosto de este año mediante una foto rebeló que desde los 14 años usa peluca por su condición de alopecia. Una noticia que al menos a mi no me dejó impactado pero si muy sorprendido. Y tambien armó una mini polémica por sus dichos acerca de la encarnación de Rainbow con el cantante chileno Ronnie “Droopy” Romero a la que llamó “Una copia barata”. No creo que los servicios de Romero le hayan salido “barato” a Blackmore pero algo de razón tiene Turner: los 2 discos en vivo y el single fueron una desdibujada versión del arcoiris que poco tenia que hacer frente a las etapas de Dio, Bonnet y la del mismo Turner. Y hablando justamente de Turner este año arremete con su nuevo trabajo solista tras 15 años de “Second hand life” (2007) que al poco tiempo de su edición recibio elogios de muchos medios especializados. En mi opinión aunque no está mi por asomo de ser la obra magna que aseguraron las criticas entusiastas la escucha, pese a algunas falencias, se me hizo bastante amena.
“Belly of the beast”, decimoprimer disco solista de Joe Lynn Turner, se trata del disco mas pesado que el infravalorado cantante americano haya grabado en su carrera, tal punto que no parece ser el mismo que le puso la voz a piezas como “I surrender” “Stone cold” o “Streets of dreams” o algunos discos en una vena mas hard rockeras o neoclasicas en los que alguna vez fue parte por citar algunos pocos ejemplos. Dicha dirección es empujada tambien por la robusta (tal vez demasiado) producción de Peter Tagtgren (Hypocrisy) que lleva a la voz intacta y privilegiada de Turner a terrenos mas pesados y oscuros que prevalecen sobre la melodía. Debo reconocer que es raro y hasta descabellado (www.chistefacil.com) escuchar a Turner bajo este lineamiento mas con el amanecer de la obra con la contundente y veloz Belly of the beast de riffeo y machaque potente a lo Judas Priest donde Turner canta en tonos mas altos a los que nos tiene acostumbrados, pasando por el medio tiempo marcado por los teclados y la potencia de Black sun que es la que mas recuerda a su etapa del arcoíris y mas con Turner recuperando sus tonos familiares. La marcha dramática de Tortured soul para a Turner en el lugar cómodo pese al riffeo en Drop D que aparece cada tanto. El pulso machacoso de Rise up se conjuga bastante bien con un estribillo bien AOR que no desentona al igual que la balada Dark night of the soul que por suerte se apela mas a amenizarla con finas orquestaciones que a arruinarla con mas electricidad. Desire apunta al riffeo purpleliano aunque el machaque potente asoma la cabeza de vez en cuando. La velocidad aparece otra vez en la power metalera Don’t fear the dark que aunque no es una maravilla acierta con lo justo, pero no puedo decir lo mismo de Fallen world un experimento en plan groove metal con Turner cantando casi a lo blues que no quedó muy cohesiva que digamos. Para el final llegan la movida Living the dream y Requiem una power ballad oscura/dramática que obviamente remite también a su etapa en Rainbow pese a la potencia cierra de muy buenas maneras el álbum.
La producción a cargo de Peter Tagtgren como mencioné arriba fue totalmente cómplice del enfoque y de llevar a Turner a terrenos vírgenes en su ya basta discografía, pero por momentos creo que la voz de Turner queda sepultada en el ambiente sobrecargademente pesado del disco. Son esos pocos momentos en los que al menos escuché al ya veterano cantante cantar algo forzado, pero por suerte no abundan esos momentos en el disco. No se si Turner se siente realmente cómodo bajo este lineamiento (tal cual le pasó a Alice Cooper cuando incursionó en una vena mas Heavy) ni tampoco es la obra maestra que aseguró la crítica pero al menos al disco lo encuentro mucho mas honesto que “Thorns” de este año donde Tony Martin nos quiso convencer que aún puede tirar agudos XD. Bien por Turner que aunque ya no tiene nada que demostrar no tiene dramas de ir mas allá y explorar otras vías de expresión. Recomendado para quienes busquen un poco de metal!
Joe Lynn Turner: voz
Peter Tagtgren: guitarra, bajo y teclados
Rob Magnusson, Jonas Kjellgren: guitarra
Sebastian Tagtgren: batería
Tracklist
1 Belly Of The Beast
2 Black Sun
3 Tortured Soul
4 Rise Up
5 Dark Night Of The Soul
6 Tears Of Blood
7 Desire
8 Don’t Fear The Dark
9 Fallen World
10 Living The Dream
11 Requiem