Le dije a Lemmy que qué clase de influencia tenía él en el mundo del metal y me miró a los ojos y se fue (Lips – Anvil)
Por Butch y Rockberto.
Conocidos por el gran documental de hace unos años, Anvil tocaron con la punta de los dedos el éxito, pero no lo consiguieron a pesar de ser una influencia para muchos de los grandes nombres del panorama rockero. trabajadores incansables, los canadienses publicaron hace unos meses su último disco, «Legal at last», que hará las delicias de sus seguidores. para hablar de esto y mucho más nuestro compañero Butch llamó a un Lips encantador y sincero.
Es un placer estar charlando contigo, ¿dónde estás ahora mismo en USA, en Canadá?
Estoy en Canadá, en Toronto.
Yo estuve un par de veces en Toronto. Ahora mismo estoy en el sur de España. Lo primero de todo, quería preguntarte qué tal estás tú y los tuyos en cuanto al Coronavirus.
Todos bien. No creo que conozcamos a nadie que lo haya tenido, así que lo vivimos de lejos. Aquí en Canadá no es un gran problema.
¿Crees que podrá llegar a ser un problema?
No, porque el gobierno ha hecho todo lo necesario para evitar que la gente lo difunda dictando leyes y reglas a cumplir. No es como en Estados Unidos. Hay muchos problemas con las mentiras y la desinformación.
Bueno, vamos a hablar de lo que nos ha traído hasta aquí que es Anvil. En febrero publicasteis vuestro nuevo disco , “Legal at last”. Felicidades por el disco, creo que es un gran álbum, ¿cuál ha sido la reacción de los medios y de los fans?
Pues desafortunadamente nosotros no hemos podido salir de gira y no hay mucho que hacer por ahí fuera por desgracia. Y allí es donde generalmente se habla de ello. Haciendo la gira es la mejor manera de saber cómo se va a vender el disco. Pero, aún con este inconveniente, antes del cierre, el disco ya había cubierto gastos por lo que estaba funcionando muy, muy bien. Probablemente uno de los mejores discos en este sentido que hemos tenido en años. Al final la gente sólo se fija en las cifras.
¿Tiene algún significado especial el título del disco, “Legal at last”? ¿Qué habéis querido decir con él?
Pues hace un par de años cambiaron todas las leyes sobre la marihuana y se permitió fumar. Y lo que es más importante, es un paso en la dirección correcta en lo que respecta a una sociedad, porque no sólo era ilegal sólo por el consumo, en realidad tenía más que ver con la competencia y la economía en los primeros años del siglo XX. La industria del algodón estaba creciendo, los plásticos, el papel y cosas como estas.
Anvil ha mantenido una línea muy lógica e íntegra en cuanto a que siempre habéis mantenido el mismo estilo musical a lo largo de su historia y posiblemente eso sea parte de su éxito, ¿crees que eso es algo fundamental ahora para tener una buena base de fans?
Realmente no pienso en ello, por lo menos conscientemente. Somos quienes somos y hacemos lo que hacemos porque nos gusta. No planeo hacerlo. Me levanto por la mañana, me miro en el espejo y soy Lips, ¿qué voy a hacer? (risas) No quiero y no tengo ningún deseo de cambiar. Yo sólo quiero estar una banda y crear música, algo que sea tuyo. Y eso es lo que intento hacer. No es algo que me cuestione: OK, ahora voy a cambiar. Haciendo cambios puedes perder esa base de fans por la que trabajaste tan duro. No tiene sentido para mí. Par mí se trata de buscar cuándo están tus mejores momentos y tratar de mantenerlos, seguir así, de eso se trata realmente. Pero como te dije, no es una decisión consciente, sólo es la forma en que continuamos. Así que, realmente, no pensamos en ello.
Después de los 17 discos publicados, ¿cuál ha sido la evolución de Anvil?
Creo que la mayor diferencia fueron las causadas por las personalidades de los tipos que teníamos en la banda. Si te soy honesto te puedo decir que ahora mismo tengo más confianza que nunca con las personas que estoy tocando que en toda mi carrera. Y creo que eso tiene que ver con conseguir un bajista. Teníamos que ser famosos. Tienes que ofrecer algo grande para que alguien se una a tu banda. En los primeros años no éramos nadie y por eso teníamos lo que teníamos. Pero, finalmente, en el punto en el que nos encontramos tenemos un increíble bajista. Y no se trata sólo de que tenga la cualidades musicales adecuadas, sino que también es muy importante que su forma de tocar haga que yo me sienta a gusto cantando con él. Por no mencionar que es un gran tipo, nos llevamos bien con él (risas). Todo esto es muy importante, no es una suma, la gente se tiene que llevar bien y tiene que encajar.
¿Podremos ver a Anvil en Europa después del Coronavirus?
Pues supongo que sí, creo que iremos en noviembre o diciembre. Así que espero que las cosas estén mejor y podamos ir. Tenemos algunos shows en España. Espero que todo esté bajo control y podamos tocar en España.
Quería hablar de una de las canciones “Glass House”, me parece que tiene una cierta influencia en la voz y en las guitarras de Judas Priest. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
Bueno, en realidad no tiene nada que ver con Judas Priest (risas). Yo diría que si tiene algún tipo de lazo sería con Frank Marino. No sé si estás familiarizado o no, mucha gente lo está. Particularmente con la versión en vivo de su canción “Poppy”. Es algo que me inspiró, pero que es muy diferente, pero más allá de eso, quizás el riff tenga algún tipo de similitud, pero más alla de eso quizás la canción te devuelva un poco a “Metal on metal”.
O sea, que no tiene nada de Priest. Puedes borrar la pregunta (risas)
Quiero decir, siempre me gustaron Judas Priest, pero no es el caso.
Claro, es que Frank Marino siempre ha sido más rock tradicional que heavy metal, ¿verdad?
Exacto.
En los 90 el rock sufrió una gran crisis con el Grunge, el glam rock…, ¿cómo vivisteis esos años?
No sé, creo que fue eso realmente, pero me gustaron los 90 en cierto sentido. Todo lo contrario, se trataba de ver cuánto de duro podías ser. Era un gran desafío y a mí, personalmente, me encantan esos tipos de desafíos. No se trataba de ver cuánto podías salir por la radio, sino ¿qué intrincado y qué loco podías ser? Eso es lo que más disfruté de los años 90. Pusimos probablemente algunos de los discos más pesados y heavies que jamás hayamos hecho. Así que, te gustaron los 90. Sí, realmente me gustaron. Fueron buenos años, años en los que podías hacer lo que fuera. Hacías lo que querías y todo era aceptado y creo que todavía lo es, en realidad, sigue siendo lo mismo. No tienes que hacer algo pensando en qué está siendo exitoso en este momento, lo cual es grandioso. Lo que sonaba en la radio en los 80´s era pop rock, eso no es lo mío.
Te refieres a bandas como Motley Crue o Warrant, que daban más importancia a la imagen que a la música, ¿verdad?
Es aburrido.
Volviendo a los tiempos de “Metal on metal”, en aquella época compartisteis escenario con grandes nombres de la escena metálica. ¿Cómo vivisteis eso, lo disfrutasteis, sentisteis una presión extra por tocar con esas bandas?
Tampoco fue para tanto. Lo hicimos bien. He trabajado mucho más ahora que en toda mi carrera. En los primeros 80 estábamos muy dispersos en cuanto a dónde y con quién teníamos que tocar. Te pongo un ejemplo, tuvimos 5 shows con Iron Maiden en Canadá, no es que tuviésemos una gira de 30 conciertos con ellos, sólo hicimos 5. Hicimos 4 shows con Aerosmith, 3 con Dio. No fue cómo si hubiésemos hecho grandes giras con ellos, sólo fueron unos cuantos shows. Eso fue todo. Luego en el 82 fuimos a Japón y eso fue por nuestra cuenta y no fue fácil. A la mayoría de la gente le parecíamos super estrellas a principios de los 80, pero eso no era en absoluto cierto. Tambíen hubo grandes cosas como que tuvimos que ir a Japón en 1984 para tocar en una actuación con Whitesnake, Michael Schenker Group, Scorpinos y Bon Jovi, pero la verdad es que fuimos los teloneros. Fueron oportunidades que nos surgieron, pero no fueron giras durante meses, fue una semana sólo. Pero es bueno tocar con todas esas bandas porque estás expuesto a mucho público y algunas bandas han manifestado que Anvil es una gran influencia como pueden ser Metallica, Slayer o Anthrax. No se trata sólo de vender millones de discos, sino también de crear un estilo y eso es algo que hicisteis. Cierto, pero honestamente, creo que Anvil fue una banda que fue una influencia, pero que no hizo mucho dinero. Prefiero que se diga que soy una banda influyente, ya que aquí estoy 40 años después. Si hubiese sido por dinero, el tema hubiese terminado inmediatamente, que es lo que les pasó a la mayor parte de las bandas de los 80.
Supongo que estaréis muy orgullosos de que, por ejemplo, Metallica digan ahora que fuisteis una banda que les influyó a ellos.
Sí, claro, eso es genial. Es como una conversación que tuve con Lemmy hace ya muchos años. Le dije que qué clase de influencia tenía él dentro de la industria y del mundo del metal y me miró a los ojos y se fue. Podría decirte lo mismo a ti.
Steve, para el disco “Metal on metal” trabajasteis como productor con Chris Tsangarides, para mí uno de los mejores productores del mundo. ¿Cómo fue la experiencia?
Oh, depende de a quién preguntes (risas). No tenemos nada en contra de nadie y espero que descanse en paz. Pero, en comparación con lo que estamos haciendo hoy, las producciones actuales no se pueden comparar. Hizo un trabajo duro. Hizo todo según la vieja escuela, lo cual hizo las cosas mucho más difíciles de lo que necesitan ser. Esto fue así, particularmente en la grabación de “This is thirteen”. No utilizaba la nueva tecnología, no estaba al día. Esa es la realidad. No sé cómo ser amable con esto, pero es cierto. El hacía las cosas como las hacía en los años 80 sin tener en cuenta cómo se hacen actualmente. Era mayor y no sabía cómo utilizar la tecnología como un productor joven de esta época. Utilizaba formatos completamente diferentes para trabajar. Analógicamente es muy complicado grabar y eso crea mucho más estrés en los músicos con los que estás trabajando que si lo haces de manera digital.
En 2009 el documental “Anvil, the history of Anvil” os devolvió a la primera línea de la música rock, de la cual no habíais desaparecido nunca. ¿Cómo vivisteis ese momento?
Bueno, tuvimos mucha suerte. Es muy difícil hacerse un nombre en el mundo de la música. Sucedió que durante los 80´s salimos del mainstream, pero, a pesar de todo, al final se hizo justicia y se hizo el documental y esto cambió el curso de todo y se arregló todo. Después, honestamente, te tengo que decir que ahora somos mucho más famosos que en los 80. Es un gran logro teniendo en cuenta que tengo 64 años y que no he tenido un día libre en 13 años.
Hablando de edad, Robb y tú sois amigos desde 1973. ¿Cómo habéis conseguido mantener esa amistad intacta desde hace tanto tiempo? No hay ningún secreto, ha sido sólo suerte. ¿Qué puedo decir sobre ello?
Es sólo suerte. No todo el mundo quiere tener amigos durante toda la vida, pero Robb sí. Tenemos suerte de que sea así. ¿Qué puedo decir? Además, nos gusta la misma música. También creo que hay una cierta influencia por haber crecido en el mismo sitio, haber tenido el mismo tipo de circunstancias y muchas cosas en común. No es hablar de dos tipos que se conocieron más tarde en la vida, estamos hablando de dos adolescentes que crecieron juntos. Nos conocimos con 16 ó 17 años y ahora tengo 64, es toda una vida.
¿Fuisteis juntos a la high school, verdad? Sí, si. Habiendo vivido lo que era la música en los 80 y en el momento actual, ¿qué diferencias fundamentales encuentras entre ambos momentos en cuanto a la música?
Bueno, musicalmente hablando no hay muchas diferencias, ¿de acuerdo? pero sí que es cierto que está todo muy disperso, la gente tiene acceso a muchas cosas, pero todo muy fragmentado. Hoy cuando hablas de heavy metal tienes muchos estilos diferentes como el death metal, un estilo que tenía muchos estilos diferentes dentro de él, power metal, death metal, speed metal… todos muy diferentes entre sí. Es muy, muy difícil tener grandes ventas cuando todo está tan fragmentado. Una pequeña porción es lo máximo a lo que puedes aspirar. El resto va estar muy ocupado escuchando otras cosas.
Sí, el otro día oí a un componente de la banda de Thrash Metal Exodus que si querías tener éxito en la actualidad lo que tenías que hacer es olvidar la música e intentar vender T-Shirts.
Es cierto, la verdad es que todos nos hemos convertido en empresas de mechandising. Nuestra música se utiliza básicamente para anunciar camisetas. Es cierto. La música ahora es gratis en estos momentos y si alguien quiere oír algo lo va a oír en streaming y no va a pagar por ello, así que la única manera de hacer algo de dinero es verder camisetas y entradas. Lo bueno de grabar nueva música es que habrá gente que venga a tus shows y en ellos podrá comprarte tus camisetas. Además se nota que gente que va ahora a los conciertos va con otra actitud.
Yo mismo en los últimos 2 ó 3 años conscientemente compro una camiseta de la banda por que es una manera de ayudarla.
Claro, es que no hay dinero en el mundo de la música. No sabes lo que vas a ganar con el streaming, quizás unos centavos. No puedes ganarte la vida con ello. Un ejemplo de eso sería Desmond Child , el tipo que escribió todos los grandes éxitos de Joan Jett, Bon Jovi o Kiss, que tiene millones de escuchas de esos temas y luego recibe un cheque por ello de 300 $. Es una locura, lo han escuchado como 3,5 millones de veces y sólo recibe 300 $, es una locura. Tienes que tener otras fuentes de ingresos para dedicarte a la música en la actualidad.
¿Quieres decir algo más para finalizar la entrevista, Steve?
Bueno, sólo que estoy deseoso de volver a la carretera. Haced lo que sea necesario y tened el virus bajo control. Si hay que ir con una máscara a un show hacedlo.