“Una línea marcada cada año”

Crítica escrita por Moralabad

Hungría – Heavy/Power Metal

Fue a mediados de los años 80 cuando el vocalista Endre Paksi dejaba Pokolgép (posiblemente la banda más popular de Hungría fuera de sus fronteras) y se centraba en su propio proyecto al que nombró como Ossian. Practicantes de un heavy metal mezclado con elementos puramente power, si hay algo que se les ha dado bien desde su comienzo en 1986 es sacar discos, prácticamente a uno por año salvo alguna etapa de parón. Este año presentan su álbum número 25 con nada menos que doce nuevos cortes, que, con otros seis en directo, completan setenta minutos de música. Esto no lo hace cualquiera. Ahora, el resultado de esa prisa tiene que tener su inconveniente…

Es cierto que, con tantos discos y canciones, salir con algo que pegue como en sus inicios es cosa de un golpe de mucha suerte porque es imposible. Lo que sí hacen bandas que saben que sacar algo nuevo y que rompa el mercado es imposible, deciden seguir con la misma fórmula cumplidora o volver a las raíces del éxito (como Rage) para dar una vuelta de tuerca a ese pasado. Pero hay otras bandas que siempre han estado enganchadas a ese estilo con el que comenzaron y no han movido sus ideales apenas, ese es el caso de Ossian, es prácticamente lo mismo este año que hace cinco, que hace diez, o que hace quince. La evolución no se ha producido, simplemente su carrera ha sido descrita como una línea recta marcada año tras año por cada disco que han sacado. Esto no es malo, porque su música cumple bien y siempre lo ha hecho. Pero tampoco es bueno, porque nunca llegan a desmarcarse.

Dicho esto, comentemos el disco que nos ocupa. Su nombre coincide con el tema que lo abre, “Csak A Jót”, utilizado como single para grabar videoclip y, lo que tengo que decir es que es realmente bueno, con diferencia el mejor corte del disco y un referente en lo que a heavy/power se refiere en este año. Se nota que las tablas hacen mucho en este trabajo compositivo. Muy buen trabajo de guitarra en la melodía, permitiendo obtener gancho para quedarse en la mente a la primera. Luego, “Forgószínpad” suena muy clásico, el ritmo melódico continúa, aunque con ambiente más rockero y apto para ambientar alguna fiesta. Del estilo encontramos después “Te Leszel A Vad Vihar” y “Egyensúly”.

Si hay algo que predomina en este disco son baladas, excesivo el uso de las mismas para mi gusto, porque es un buen producto como alternativa en el power, pero no hay que pasarse en número. “Követem Vakon” es acústica, puramente Ossian, ya que siempre salen con algo así cada disco. “Aki Elöre Néz” vuelve dos temas después con la acústica y menos fuerza. La cosa se va desinflando con “Akiröl Álmodtál”, que ya empieza a cansar de excesivo y relleno claramente marcado. Pero no queda ahí, porque nuevamente, con un tema entre medias tenemos otra más, “Ami Nyomot Hagy”, que, con la misma fórmula acaba sonando a lo mismo. Y si parecía que queríamos un bis, pues ahí están ellos para terminar el disco con otra más…

Del resto de cortes, se tiran por derroteros más veloces, obteniendo buenos y melódicos momentos que recuerdan los primeros años del power. Ejemplos son “A Saját Kezemben”, algo falto de furia, “Mennyit Ad Még” de aspecto más fiestero o “Köszöntés”, más melódico y clásico, cumplidor sin mucha chicha.

En definitiva, un disco que aporta buena música, así como exceso en el uso de estructuras como las baladas, que llegan a cansar. Para redondear el producto aportan un grupo de temas en directo. Desde luego, los fans de esta banda húngara no podrán decir que les hacen esperar por nuevas canciones…

Nota: 6/10.

Canciones

1. Csak A Jót

2. Forgószínpad

3. Követem Vakon

4. A Saját Kezemben

5. Aki Elöre Néz

6. Mennyit Ad Még

7. Te Leszel A Vad Vihar

8. Akiröl Álmodtál

9. Köszöntés

10. Ami Nyomot Hagy

11. Egyensúly

12. Egy Lélegzet

13. Ahol A Szürkeség Véget Ér (Live)

14. Hangzavarban A Harmóniát (Live)

15. Gyönyörü Bolond (Live)

16. Soha Nem Lehet (Live)

17. A Barát (Live)

18. Ahányszor Látlak (Live)

Ossian

Endre Paksi – Voz

Richárd Rubcsics – Guitarra

Krisztián Erdélyi – Bajo

Gergely Kálozi – Batería

Invitados

Ádám Attila – Teclados

Varga Zoltán – Teclados

Deja una respuesta